No todas las jugadas políticas resultan provechosas. Algunas suelen tener efectos no deseados o contrarios a la iniciativa que se pretendía imponer. Algo de esto ha ocurrido con el reciente pedido de informes del senador Ricardo Boggio -avalado, de hecho, por el bloque de senadores de la UCR-, quien requirió saber dónde se encontraba y qué funciones a favor de la provincia estuvo cumpliendo la gobernadora Corpacci en las primeras semanas de enero, más exactamente hasta ayer. Esto atendiendo a que el cuerpo no trató ningún pedido de licencia, lo que sí está contemplado en un par de artículos de la Constitución Provincial. Lo que no repararon los muchachos es que, como nunca antes pidieron informes sobre las salidas de exgobernadores, las acusaciones de incoherencia iban a saltar en forma automática, tal como ocurrieron en diferentes medios de prensa y las redes sociales. Para peor, y aquí radica el “efecto no deseado”, cayó en la volteada Eduardo Brizuela del Moral, quien durante sus mandatos de gobernador batió récords en materia de viajes al exterior y dentro del país. También quedó expuesto, por el maldito pedido de informes, a la comparación con Lucía Corpacci en términos de trabajo y preocupación por el tratamiento de los problemas de Estado, que no son precisamente sus fuertes.

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Rápido de reflejos, fue el secretario de Gabinete -Fidel Sáenz- quien desbarató los intentos de los senadores radicales de conseguir réditos a partir de observar un supuesto incumplimiento de parte de la gobernadora. No solamente eso. También consiguió desviar el eje de la discusión y, en lugar de que se hable de Lucía Corpacci, se terminó hablando de Brizuela del Moral. Primero resaltó la incoherencia del bloque que desde hace 20 años conduce la Cámara de Senadores, en el sentido de que jamás requirió informes sobre el uso de licencias de los mandatarios radicales y, posteriormente, hizo un análisis político del tiempo que, en forma efectiva, pudo haber gobernado Brizuela, atendiendo la gran cantidad de salidas que realizó durante sus dos mandatos. Para el ex legislador, entre los viajes para nada y “las siestas” interminables de Brizuela del Moral, los 8 años de gobierno se reducen a cifras insignificantes y, en verdad, éstas figuran entre los puntos débiles del exgobernador. Hasta sus propios correligionarios, especialmente castillistas, hacen bromas e ironizan sobre sus horas de sueño y falta de apego a las tareas específicas. A propósito, después de la derrota del 13M, el sector castillista no se privó de endilgarle culpas y pullas de distinta naturaleza a Brizuela en un conocido bar -donde se reúne habitualmente- de cercanías de la Universidad de Catamarca. En síntesis, lo que dice Sáenz, los senadores radicales lo pueden negar públicamente, pero lo aceptan en la intimidad. Brizuela, por su parte, les podrá objetar a los castillistas críticos y a los peronistas que no hace falta tener tanta contracción al trabajo para ejecutar un buen gobierno, mucho más si se cuenta con buenos funcionarios y asesores.

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Hablando de licencias. Durante mucho tiempo atrás, funcionarios del Frente Cívico terminaron armando una picardía alrededor de ellas para llevarse, al final de una gestión o un mandato, uno o varios sueldos adicionales. Con sólo decir que no habían tomado vacaciones por razones de servicio, se iniciaba un expediente que seguía su curso normal y terminaba abonándose por alguna de las ventanillas del Estado. Lo que nunca quedaba bien explicado es por qué no se había tomado la licencia o quién, atendiendo razones de necesidad, autorizaba a no hacerlo. Todo un disparate si se supone que cualquier funcionario tiene un segundo para reemplazarlo ante cualquier eventualidad, pero como la picardía criolla llega a extremos impensados, fueron muchos los que se llevaron plata mal habida por este mecanismo de cobrar licencias que seguramente se tomaron, pero nadie las registró. Esperemos que este gobierno corrija éstos excesos que, en homenaje a la verdad, fueron atacados por el senador Jorge “Yayo” Agüero (UCR) al promover una ley para que todos los funcionarios tomen la licencia que les corresponde anualmente y nadie las pueda cobrar.

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Reapareció en los medios el dirigente gastronómico José Luis Barrionuevo. Lo hizo en Clarín y, como siempre, criticando sin piedad al kirchnerismo. En procura de reactualizar la frase “el país se arregla dejando de robar durante dos años” que tantos dolores de cabeza le trajo, ahora ha expresado “hay que dejar de robar 30 segundos y salimos con el país adelante”. Fue antes de calificar al gobierno de Cristina como el más corrupto de la historia, algo que en su boca se torna poco creíble por la enemistad declarada que mantiene con la Jefa de Estado. Pero, además, se acordó de dos dirigentes que están en la cresta de la ola: Daniel Scioli y José Manuel de la Sota. Sobre el primero, que no autorizó a que funcione un casino dentro del hotel Sasso (propiedad del gremio gastronómico en Mar del Plata) tuvo referencias despectivas. Sostuvo: “Scioli tiene ‘bombachita’ de goma y le tiene miedo a la Presidente. Por qué no puede él dar una orden”. En cuanto al cordobés, renovó su apoyo a una posible candidatura a presidente 2015. “Ha gobernado y sigue gobernando y tiene muy buena relación con el país de mayor crecimiento de Sudamérica como lo es Brasil”, afirmó. Y agregó que el “Gallego” de la Sota “es la persona que veo por lejos con mayor claridad, que puede dar garantía de inversión a los nuevos capitales, porque con este Gobierno nadie invierte un mango en la Argentina”.

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El Telebingo que organizara la Caja de Prestaciones Sociales (CAPRESCA) el 29 de diciembre dio lugar a los más variados comentarios. Fueron muchos los ciudadanos que se quejaron por las radios, los diarios o las redes sociales por lo que consideraban poco menos que una estafa. Incluso en los últimos días, vía proyecto, pidió informes la Cámara de Senadores. Al respecto, digamos que uno de los gerentes de juego, apenas producida la protesta, se explayó en detalles (dio una verdadera clase por Radio Valle Viejo), especialmente sobre el punto más controversial, la no difusión de los ganadores en la misma noche del sorteo. Al respecto, hay que decir que cada cartón del telebingo funciona como un valor al portador. Quien lo tiene, lo presenta y cobra el premio. Pero el caso es que ese cartón puede estar en manos de quien lo adquirió, de alguien que lo pudo haber encontrado en la calle o, en un extremo impensado, de quien lo haya robado. Por eso CAPFRESCA dispuso, y está en el reglamento, que primero hay que chequear perfectamente los ganadores y recién publicar, como ha ocurrido estos días cuando se anunciaron, con nombre y apellido, los ganadores del 29D. De todas maneras, si el público pide este detalle, entendemos que no costaría mucho satisfacer el reclamo y anunciar los ganadores la misma noche del bingo. Lo importante es que se siga haciendo, que se favorezcan instituciones de Catamarca y no que se la lleve (a la plata) algún iluminado que lo organice y le deje una comisión a algún club, como ocurría anteriormente. Algo parecido a lo del Casino: ¿qué ganó Catamarca con entregarle instalaciones y el producido del juego a personajes foráneos, en lugar de explotar la actividad por cuenta propia y permitir que el dinero quede dentro de la provincia?

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Finalizamos los “Apuntes….” de este martes con el relato de hechos que pueden tener relación con el presente, pero que ocurrieron hace 25 años. En enero de 1988, dentro del peronismo, se larga la carrera presidencial para las elecciones de 1989. El nuevo presidente del Partido Justicialista, el doctor Antonio Cafiero, se considera “candidato puesto” a partir de ser el gobernador de Buenos Aires, mientras desde La Rioja el también gobernador Carlos Saúl Menem reitera que es “candidato indeclinable”. Otros postulantes de aquel verano son el jujeño Humberto Martiarena y el santafesino José María Vernet. Finalmente, el 8 de julio se iba a realizar una interna como pocas veces ocurrió en el país entre Carlos Menem y Cafiero. Catamarca, en aquella oportunidad, apoyó al riojano que se consagró sorpresivamente vencedor y se aseguró la candidatura con la que, finalmente, iba a llegar a la Rosada.
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El deporte catamarqueño está de duelo el 14 de enero de 1988. Es que ese día murió, producto de una afección cardíaca, un gran basquetbolista: Julio “El Torta” Hausberger. Además de jugador, fue entrenador y funcionario de gobierno, aunque en los últimos tiempos se dedicara al comercio privado. Es considerado como uno de los mejores basquetbolistas de la historia local, habiendo defendido los colores del desaparecido Montmartre y de los seleccionados de Catamarca.

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También en enero de 1988 se anuncia la cartelera para la Fiesta del Aguardiente, que se realizaba en Las Chacras y competía de igual a igual con el Poncho. El presidente de la comisión organizadora, Edison López, da a conocer los detalles. Entre otros valores catamarqueños se confirma que van a actuar Mingo Aguirre, Sandra Sosa, Catamarca 3, Silvia Pacheco, Néstor Pacheco, Las Voces del Valle, Las 12 Cuerdas, Julio Quiroga, Los de Catamarca, Horacio Gerván, Rolando Zafe, Los Gauchos Catamarqueños y el Trío San Javier. El animador principal iba a ser un hombre que marcó época en la materia: Luis Oscar Aísa. El conocido locutor, por aquel entonces, animaba el Festival de Jesús María, en su tierra natal.