Las recientes declaraciones del intendente de Fray Mamerto Esquiú, en torno a eventuales descuentos a la coparticipación municipal por la aplicación de la Ley de Financiamiento Educativo, prenden una señal de alarma para las negociaciones 2013 entre la provincia y algunos municipios, especialmente los del Valle Central. Ha dicho Humberto Valdez que, así como la Nación reenvía a Catamarca las partidas que deben aplicarse exclusivamente a la educación, la provincia debe hacer lo mismo y entregar la plata a aquellas comunas -como la piedrablanqueña- que tienen escuelas a su cargo. El hombre abre el paraguas por la posibilidad que se resuelva otra cosa y deba enfrentar con recursos propios la atención del sistema educativo de los tres niveles que, según sus cálculos, asciende a $190.000.

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La cuestión del Financiamiento Educativo fue el generador de los lamentos del año anterior. De acuerdo con la ley, no hay forma de eludir la aplicación de un porcentaje de la coparticipación federal a la educación, lo que es vigilado celosamente por la Nación. Como se teme que los municipios puedan hacer un uso indebido del dinero, como ha ocurrido tantas veces, se hace la retención. Numerosos municipios del país, varios de ellos del territorio bonaerense, aceptan la aplicación pero, contra rendición de cuentas, la quieren manejar ellos. Es un poco lo que pretende Valdez: si tiene su propio sistema educativo no quiere que se lo administren otros.

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En situación parecida a Fray Mamerto Esquiú estarían Valle Viejo y Capital, quienes también tienen a su cargo escuelas municipales. Desconocemos si asumirán una posición parecida o distinta a la de Valdez, pero es seguro que propondrán reglas de juego claras. Recordemos que hace unos años el exintendente chacarero, Gustavo Roque Jalile, amenazó varias veces con devolver las escuelas a la provincia por los actos de discriminación a los que lo sometían. Por ahora las aguas están calmas, pero no se descartan planteos.