Un episodio que se hizo público ayer transparenta de alguna manera cuán grave es el flagelo de las drogas en Catamarca y cuáles son las dificultades que enfrentan quienes quieren combatirla. Un mensaje mafioso fue enviado al nuevo Jefe de Policía, Julio César Gutiérrez, por parte de delincuentes que, aparentemente, se han visto amenazados por las acciones que comenzó a tomar, con absoluto recelo y cautela, en la lucha contra el narcotráfico. Una serie de allanamientos y operativos que se mantuvieron en reserva para no perjudicar la investigación, logró ya algunos resultados que, aún cuando todavía pueda sonar apresurado, pueden sonar alentadores. Quizá ello fue lo que impulsó a un grupo de delincuentes a tratar de amedrentar al comisario Gutiérrez, quien sin embargo respondió enfáticamente que no cederán en el combate contra los narcos.

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El blanco de las amenazas fue un tío de Guitiérrez, quien comparte el apodo con el que se lo conoce entre propios y extraños al jefe policial: “Suri”. Ello motivó que lo confundieran con su padre, aunque es en realidad un tío. El detalle de la confusión es menor en perspectiva a la clara amenaza: “Decile a tu hijo que se deje de joder con las drogas”. Un claro mensaje mafioso en contra del comisario que recientemente puso el foco de la inseguridad justamente en el crecimiento descontrolado que tuvo la venta de drogas de todo tipo en la ciudad de Catamarca. “En el 80 por ciento de los delitos se incluye el componente de la droga”, advirtió Gutiérrez al analizar la situación.

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Sobre las amenazas, dijo que no se iban a dejar amedrentar por “dos loquitos”. No quiso darle mayor importancia y puso énfasis en señalar que seguirán en la línea que han trazado: combatir las drogas para atacar la inseguridad. Es un camino pedregoso en el que deberá primar el apoyo incondicional de todas las instituciones; de lo contrario, se corre el riesgo de dejar ganar otra batalla a las drogas.