A la distancia no es sencillo dimensionar lo que fue y lo que significó la Guerra por la Independencia Argentina y Latinoamericana. Tuvo grandes costos en vidas humanas anónimas que lucharon al lado de los héroes que conocemos por la historia nacional. Duró quince años y terminó con la victoria de los independentistas. En el marco de esta guerra fue la Batalla de Salta, de la cual hoy se cumplen 200 años, que tuvo lugar en la zona norte de esa ciudad. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había vencido ya en septiembre anterior en la Batalla de Tucumán. Como consecuencia del triunfo revolucionario en la Batalla de Salta los ejércitos realistas fueron detenidos en su avance hacia el sur y estas tierras nunca más pudieron ser recuperadas para el extinto Virreinato del Río de la Plata.
A modo de anécdota, la historia cuenta que Belgrano abrazó al derrotado Tristán y lo dispensó de entregar sus símbolos de mando porque los unía una estrecha amistad personal ya que habían sido condiscípulos en Salamanca, convivido en Madrid y amado allí a la misma mujer.
La resonante victoria le granjeó al creador de la Bandera un premio de 40.000 pesos dispuesto por la Asamblea General Constituyente. Belgrano declinaría recibirlo, disponiendo que el dinero se destinara a crear escuelas en Tucumán, Salta, Jujuy y Tarija. El libramiento de los fondos sería una deuda histórica durante 185 años, hasta que en 1998 finalmente se equipó en Tarija la última destinataria de los mismos.
El hecho de que una ley haya establecido que hoy sea feriado nacional por única vez, debe alentarnos a conocer más estos hechos históricos que nos legaron personas valientes para que tengamos un país libre y soberano, condiciones que no se alcanzaron definitivamente sino que cada día debemos conseguir.