Nuestro anticipo de que se producirían novedades en la UCR, estampado en la columna política semanal “Desde la Bancada Periodística”, se cumplió milimétricamente. La Corriente Progresista, que conduce el diputado José “Chichí” Sosa, resolvió en el plenario del sábado concurrir a las elecciones de octubre por afuera de la estructura partidaria. Cansados de pedir internas y la autocrítica obligada por haber perdido el gobierno provincial, el sector resolvió además que no concurrirá a las reuniones de la mesa política, a la que consideran un ente ideada para postergar sine die los debates de fondo.

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Si bien es cierto que estarán pendientes de una eventual convocatoria a internas, la CPR comenzará a trabajar desde ahora mismo con vista a los comicios que se efectuarán dentro de ocho meses. La idea es conformar las listas nacionales (de diputados) y provinciales (de diputados, senadores y concejales) en toda la provincia y transmitir pueblo por pueblo el mensaje de renovación profunda de la UCR. Lógicamente esto apunta a rebatir los arreglos de cúpula que hoy llevan a cabo, de espalda a los afiliados, los exgobernadores.

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La decisión tomada por las huestes del diputado Sosa podría ser imitada por otros estamentos internos que están convencidos de que la actual conducción radical busca achicar la estructura, no dará internas (si existiría una mínima posibilidad se habría expresado apenas Lucía Corpacci resolvió que se votaba en octubre en lugar de marzo) y va a armar las listas con los dirigentes del círculo íntimo de Castillo y Brizuela del Moral. De esta manera se cumple lo que supo expresar el diputado Raúl Giné, que fue una especie de sentencia de muerte para las expresiones menores de la UCR: “Al que no le guste, tiene que buscar otro espacio político”. Eso es precisamente lo que ha hecho la Corriente Progresista Radical al confirmar el anticipo exclusivo de El Esquiú.com. Deja la UCR y forma un partido provincial para trabajar desde cero.