Columna política

miércoles, 27 de febrero de 2013 00:00
miércoles, 27 de febrero de 2013 00:00

Ayer, con un acto en el que se presentó la agenda 2013 del máximo tribunal del país, se puso en marcha el año judicial. El discurso del presidente de la Suprema Corte, Ricardo Lorenzetti, abarcó diversos temas y será materia de análisis por parte de los medios y los actores de la política. Por lo pronto, hay que decir que se ha aceptado que el funcionamiento de la Justicia requiere de cambios que, seguramente, comenzarán a aplicarse a partir de ahora. La democratización del Poder Judicial, anunciada por la presidenta, no será discurso de circunstancia como lo ha ratificado Lorenzetti al señalar “hay que cambiar para el bien del pueblo”, aunque también reivindicó las facultades de declarar “inconstitucionales algunas mayorías legislativas”.

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En otra parte del discurso, hubo referencia a algo que tiene que ver con Catamarca y que viene siendo objeto de críticas. Se trata de la condición de jubilados de los tres miembros de la Corte, esto es, Sesto de Leiva, Cippitelli y Cáceres. “El juez pasivo debe dejar paso a un juez activo” dijo Lorenzetti, lo que para la prensa porteña estuvo orientado al conflicto por la designación de jueces jubilados para ocupar el cargo vacante en el juzgado que debía fallar sobre la ley de Medios. La situación local es más grave aún. Además de jubilados, los cortesanos provienen de la política y de un partido específico, la Unión Cívica Radical, por la cual trabajaron en algún momento de los últimos veinte años.

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Por si fuera poco, la Constitución provincial impide la permanencia de jueces jubilados en sus cargos, pero aquí fueron los propios interesados los que “fabricaron” un recurso para quedarse en funciones. Las palabras de Lorenzetti, que no admiten demasiadas interpretaciones, se suman al “plan de democratización” que está en estudio y reunirá los antecedentes de toda la Justicia argentina. También la de Catamarca. Como siempre decimos: a nosotros nos toca abordar los temas malditos. El resto de la prensa guarda silencio.

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