La semilla

domingo, 17 de marzo de 2013 00:00
domingo, 17 de marzo de 2013 00:00

El crecimiento de consultas sobre adolescentes “con problemas” revelado por la presidenta del Colegio de Psicólogos, Carolina Álvarez, impone volver la mirada sobre la importancia de la familia y revalorizar aquella antigua definición de que es “la base de la sociedad”. Quizá podamos encontrar allí las respuestas a los flagelos sociales que se han viralizado de manera alarmante.
“Los padres no se hacen cargo; cada vez son más aquellos padres que actúan como adolescentes, que concurren a los mismos lugares, al mismo boliche y se visten iguales, se resisten al cambio y no tienen autoridad con sus hijos porque actúan como adolescentes y no lo son”, advierte la profesional. Ello habla de una falta de madurez y compromiso, esenciales a la hora de educar en el amor y el respeto. Los padres “deben marcar un límite, no para marcar con golpes, sino que deben ejercer la figura de padres”, sentenció.
Estas características, que según la profesional se están haciendo cada vez más frecuentes, se agudizan cuando los menores caen en adicciones, de las que son blanco fácil ante la falta de contención en el hogar. “Muchas veces los padres no quieren hacerse cargo de los adolescentes con problemas, los chicos sienten ese vacío, abandono. Hay padres que llegan a pedir que se queden unos días más en contexto de encierro si así sucede y eso es peor, no mejora la conducta ni termina la adicción del adolescente”.
La breve descripción corresponde a una generalidad de casos. Es por ello que es preocupante y no revela la necesidad de hacer un stop y volver la mirada hacia nuestras familias. Allí quizá encontraremos la clave para luchar contra tantos males que se han convertido en verdaderas amenazas sociales, como la violencia, la inseguridad, las drogas, entre otras no más importantes que la falta de amor y respeto. Hacer una sociedad mejor depende de esos pequeños grandes ejemplos que inculquemos en nuestros hijos.

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