La reglamentación del uso de las regalías mineras sigue en el tapete. El gobierno, en un hecho de gran significancia que se va a valorar en el futuro, ha dado a conocer las condiciones para gastar en obras específicas y que hagan al desarrollo efectivo -no efectista- de la provincia. Los intendentes, remisos en un primer momento a que los despojen de una de sus principales “cajas”, comienzan a comprender que, aun con controles, pueden hacer política y favorecer a los ciudadanos que les toca representar. Por ello han aceptado reunirse con las autoridades, encabezadas por Ángel Mercado -ministro de Producción-, y consensuar una reglamentación que terminará con interpretaciones que casi hacen fracasar el proyecto minero, el único sustentable que tiene Catamarca para supervivir. ¡Ni más, ni menos! Si bien es cierto que desde la política se mantienen algunos pataleos, como el de un apoderado partidario que pretende que las cosas sigan como hasta ahora con lo cual, de hecho, considera que las regalías son de libre disponibilidad y que cualquier reglamentación afecta la autonomía municipal consagrada por la Constitución, no ha surgido ninguna opinión seria que respalde lo actuado en los últimos diez años. El abogado Víctor Quinteros -a él nos referimos- ha anunciado que judicializará el tema, pero ni con una Justicia adicta que parece respaldarlo cumpliría su objetivo. Es que esa Justicia tendría que fundamentar la falta de independencia… y de paso justificar espectaculares latrocinios. Ya demasiados problemas tiene, principalmente la Corte, con escándalos varios como para meterse a salvar responsabilidades de quienes no cumplieron con la ley.

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Una de las mejores definiciones sobre las regalías la dio el intendente de la Capital, Raúl Jalil, quien viene proclamando desde el tiempo en que era diputado provincial (2005-2009) sobre la necesidad de reglamentar la administración de la renta minera. Incluso tiene proyectos que, por supuesto, fueron desoídos por los radicales cuando eran gobierno. Jalil (que también desde la Cámara de Diputados fue pionero en darle batalla a la usura) entiende que el dinero debe aplicarse a obras de carácter estructural -redes eléctricas, acueductos, gasoductos- y que varios departamentos pueden interactuar, con aportes conjuntos, para realizar emprendimientos básicos. Si toda la vida se habló de la falta de infraestructura de la provincia, con las regalías o los réditos mineros existe una oportunidad inmejorable -como ha ponderado el jefe comunal capitalino- de conseguir lo que, por cuenta propia, le resulta imposible ejecutar al Estado.

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Si a los hechos concretos y palpables nos remitimos, fue Brizuela del Moral -por acción u omisión- el principal responsable de la anarquía reinante alrededor del uso de las regalías por parte de los intendentes y suya también. Alguna vez supo decir “ya van a aprender” y se refería a los intendentes que malgastaban el dinero que salía de las entrañas de la tierra. Ni ese ni otros ejemplos (como construir un estadio “fuera de escala” para Catamarca y cuyo mantenimiento le cuesta fortunas al Estado) fueron el “deber ser” para el exgobernador, que arrancó su primer mandato (2003) a pura malversación. Para ello hay que recordar que Jorge Greco -ministro superstar de Oscar Castillo- le dejó de regalo cerca de 600 millones que provenían de la minería en un fondo fiduciario que Brizuela se encargó de dilapidar en pago de sueldos, premios en efectivo y otros menesteres en apenas dos o tres meses. Aquella irresponsabilidad pudo ser el espejo luminoso para que los jefes comunales llevaran a cabo sus propias fechorías.

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El malestar de los intendentes, más allá de las regalías, surgió por la reunión que el ministro de Planificación de la Nación, Julio De Vido, había mantenido con varios intendentes kirchneristas y la gobernadora Corpacci, en la que se anunciaron obras para este año por 700 millones de pesos. Los muchachos, encabezados por “Coco” Quintar (en su doble función de intendente y presidente del comité provincial de la UCR), se sintieron discriminados y no tardaron en levantar la voz, pero la razonabilidad los llevó a modificar la intransigencia. Primero porque se los ha invitado, para después de las Pascuas, a discutir la harto postergada reglamentación de la ley de regalías y, especialmente, porque dentro de los 700 “palos” hay obras para todas sus comunas: Paclín, Villa Vil, San Fernando, San José de Santa María, Puerta de Corral Quemado, Los Altos, La Puerta, Hualfín, Fray Mamerto Esquiú, Fiambalá, El Rodeo, Chumbicha, Ancasti, Tapso y hasta para la Andalgalá del “díscolo” Alejandro Páez. Una vez más, las acusaciones de discriminación contra la Nación, se fueron de pique al suelo.

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Como estamos en tiempos políticos, surgen hechos políticos. El senador Castillo, hacia fines de 2012 -cuando todavía había chances de que los comicios provinciales se hicieran en marzo-, lanzó una estruendosa denuncia de narcotráfico con la que pretendió vincular al titular de Gobierno, Francisco Gordillo, por la incautación por parte de la Policía de 90 kilogramos de marihuana. Para ello indicó que un prófugo, de apellido Alaniz y a quien El Ancasti calificó como “el Schoklender de Pajonal”, era puntero político del ministro. Apurado por éste a que presente las pruebas de tan grave acusación (sobre las que registran antecedentes muy poco serios), Castillo le dijo a la Justicia que no sabía nada y que en realidad hizo la denuncia para que se hiciera una investigación. Aporte cero, con lo que dejó totalmente mal parado al diario (iba camino, en acuerdo con el mismo Castillo, a concluir que la denuncia del legislador “era creíble”), el cual durante gran parte de noviembre hizo una campaña que, a la postre, terminó en un mayúsculo papelón periodístico. “Mucho ruido y pocas nueces” fue la conclusión de un caso que hoy, para el escándalo, se pretende reflotar. Para ello, y no para otra cosa, ha aparecido el abogado hipercastillista Carlos Rosales Vera, a decir -siempre por El Ancasti, claro está- en nombre de su defendido, Pablo Tello (el único detenido por la causa), que falta acción de la Justicia para detener a Alaniz y, de esta manera, se frena la investigación contra otros involucrados (?). En buena hora que se descubra todo, pero de allí a creerle a un abogado puesto de Secretario Parlamentario por los radicales del Senado y que fue el que “inventó” los cargos contra Marcos Denett para anularlo como fiscal de Estado, hay una buena distancia. Lo que se está haciendo es buscarle “una vuelta” a este caso y, vía El Ancasti, fabricar un segundo capítulo de la irresponsable denuncia de un senador de la Nación.
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Movilización, el viejo partido que fundara el extinto Mario Dardo Aguirre, es hoy por hoy el único sobreviviente -aparte de la UCR- de lo que fue el poderoso Frente Cívico y Social. Sin la fuerza de los años ochenta, cuando le discutía posiciones al saadismo y a los marrornes dentro del peronismo, y sin la presencia de figuras que despierten expectativas sociales, hoy busca reposicionarse y habla de recomponer la alianza otorgando a sus socios espacios y responsabilidades, precisamente lo que no se hizo en veinte años de gobierno. Inclusive ésta es la causa por la que una veintena de sellos se fueron y muchos de ellos no piensan volver, especialmente después de haberse confirmado el acuerdo ideológico con el macrismo (adelanto exclusivo de El Esquiú.com hace seis meses atrás) y con un veteranísimo del peronismo como Hugo Alberto Mott, cuestionado gobernador de los años 70. Movilización, sin embargo, se piensa mantener en el FCS porque se considera un fundador. Y seguramente exigirá las reelecciones para sus dos figuras prominentes: el diputado Andraca y el concejal Simón Hernández, sobrino de una de las dos personas que armará la lista de candidatos: Eduardo Brizuela del Moral.

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Cerramos los “Apuntes…” de este Jueves Santo con el repaso de hechos y circunstancias que ocurrieron 25 años atrás. Para las Pascuas del año 1988, el gobernador de Catamarca da a conocer desde Casa de Gobierno su mensaje de circunstancia. Dijo entonces don Vicente Leónides Saadi: “Con motivo de las festividades pascuales quiero hacerles llegar unas palabras de serena reflexión. Los invito a que meditemos acerca del significado profundo de esta conmemoración. Recordamos nada menos que al hijo de Dios que se hizo Hombre, padeció y murió por todos nosotros para resucitar triunfalmente al tercer día. Ésta es la lección que la Iglesia nos transmite desde hace dos milenios. Nos encuentra en estas festividades, tanto en la provincia como en la nación, enfrentando dificultades muy graves. No voy a cometer la impertinencia de exponer mi interpretación sobre las causas de estas dificultades, ni sobre los remedios, pero sí puedo decir que todos, compartiendo o no los diagnósticos, nos alimentamos del espíritu de la Pascua para orientar nuestra acción”. Fue una de las últimas actuaciones públicas de quien, para ese entonces, ya sentía fuertes embates sobre su deteriorada salud.