El deporte y la política

domingo, 31 de marzo de 2013 00:00
domingo, 31 de marzo de 2013 00:00

En la última semana de marzo, asumió como interventor del Club Sportivo Villa Cubas, por decisión de Personería Jurídica, el doctor Sergio Guillamondegui. Según sus propias expresiones, llegó para democratizar a la institución. La medida puso fin a un largo período de desavenencias entre distintas facciones de una institución que tiene todo para ser modelo y, sin embargo, por egoísmos y pasiones desenfrenadas, termina envuelta en una grave crisis institucional.
Llegar al extremo de la intervención habla por sí mismo de varias cuestiones. La primera de ellas es que se trata de una institución con gran raigambre popular e influencia en una barriada que debe ser de las más grandes de Catamarca.
En segundo lugar, este club tiene mucha relación con la política. Durante muchos años estuvo regido por dirigentes de diferente nivel que, paralelamente, oficiaban de punteros políticos del oficialismo radical que gobernó la provincia por 20 años. De hecho, la apertura y cierre de campaña de la UCR se hacían en instalaciones de la avenida Ocampo.
También el barrionuevismo, como brazo del peronismo, alguna vez puso la mirada en la tradicional institución y, ahora mismo, pretendía llegar a la conducción, cosa que no era bien mirada desde la Casa de Gobierno.
La situación de enfrentamiento interno, como se sabe, se trasladó a la hinchada y muchos afirman que las bombas que casi matan a dos personas y obligaron a suspender el partido en el estadio Bicentenario fueron una acción premeditada para crear el caos.
Ojalá la intervención dispuesta por el gobierno llegue a buen puerto. Guillamondegui tiene que trabajar mucho y bien para reencaminar a la institución por la ruta de la armonía y la comprensión. Para conseguir ese objetivo, será fundamental que el duende de la política desaparezca definitivamente y que los violentos sean marginados del proceso de democratización que ha prometido el interventor.
No es la primera vez que el club Villa Cubas resulta intervenido. Ya en la década del 80 tuvo que soportar un proceso parecido, aunque mucho menos politizado que el actual.
Abogamos entonces para que las diferencias puedan ser superadas y todos los villacubanos puedan volver a sentirse unidos.
 

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