Pasó Luis Barrionuevo por Catamarca. Su visita, tan esporádica como las que realiza periódicamente, dejó muchísimo material para el análisis, pero especialmente develó la incógnita mayor: va a intentar ser diputado nacional por fuera de las estructuras del PJ. Durante el encuentro llevado a cabo en el local de fiestas “Esmeralda” anunció que participará con la alianza “Tercera Posición”, en la que reunirá a sellos políticos varios, algunos de los cuales fueron presentados en sociedad durante el mariano fin de semana. De esta forma, se clarifica ostensiblemente el panorama político de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 11 de agosto y las generales del 27 de octubre. Estarán en la línea de partida electoral el radicalismo (con o sin Frente Cívico), la alianza kirchnerista-peronista que se referencia en el gobierno de Lucía Corpacci y el barrionuevismo. La cuarta expresión puede tener raíces radicales y la conformarían sectores que están frontalmente enfrentados con la dupla Castillo-Brizuela del Moral. La primera de las contiendas, en Catamarca, será por las tres bancas nacionales que se ponen en juego y que, en diciembre, dejarán de pertenecer a Pedro Molas (Frente Cívico), Mariana Veaute (Frente Cívico, pero hoy cercana al kirchnerismo) y Rubén Yazbek (también con presente kirchnerista después de haber reemplazado en la butaca legislativa a Dalmacio Mera).

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Lo de Barrionuevo abre un gran interrogante. Enfrentado con todo lo que tenga ver con el kircherismo (en el 2011, cuando ganó Lucía, hizo campaña en contra) se quedó con los amagues de enfrentarlo en las urnas. Se cansó de reclamar internas y ahora que hay internas (las PASO son eso) decide salir por afuera. Lo hace por una cuestión muy simple: mientras Cristina habite la Casa Rosada pierde ante cualquier candidato del PJ y del gobierno. Pero como Barrionuevo no es ningún improvisado, sabe que sus chances de llegar a la banca están en octubre y allí, con cierta cantidad de votos, podría conseguir su objetivo de regresar al Congreso. En pocas palabras: intenta repetir lo que hizo en 2005 cuando, en representación del PJ, SALIÓ TERCERO (detrás del kirchnerismo, que ganó la elección con Eduardo Pastoriza a la cabeza, y del Frente Cívico que postulaba a Genaro Collantes) y lo mismo se adueñó de la banca catamarqueña por el período 2005-2009. Si aquello fue una hazaña, no lo será menos si consigue ahora el ansiado retorno. Es que no estará con el PJ, un sello que vale miles de votos por sí mismo, y los partidos que lo acompañan -Frente de la Esperanza, Democracia Cristina, PUC, etc- apenas aportan el nombre de algunos dirigentes. De votos ni hablar. Conclusión: la cosecha de Luis será la propia, la que consiga del electorado independiente y de los peronistas disconformes. La jugada es harto difícil, inclusive para superar las PASO, ya que como se recordará, en 2011 ni siquiera logró los cerca de 10.000 votos necesarios para para imponer como legisladora a su hermana Liliana

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La presencia de José Manuel de la Sota en el cónclave barrionuevista, hay que decir la verdad, disimuló la pobreza dirigencial que se vio en el predio chacarero o acompañó al dirigente gastronómico en su recorrida proselitista, la que incluyó asistencia a la procesión y a una misa, en horas de la mañana, donde un empleado suyo (el periodista porteño Jorge Formento) dio lectura a una de las intenciones. En más, apenas puede rescatarse la figura del diputado provincial Marcelo Rivera y la del intendente de Mutquín (Pomán), Hugo Gómez. Hablar de un hombre como Pedro Casas (Partido de Unidad Catamarqueña), más le resta de lo que le puede sumar. Se trata de uno de los que impugnó su candidatura a gobernador en 2003 cuando el castillismo le impidió que fuera gobernador y directamente lo proscribió por no tener residencia en la provincia, a pesar de ser más catamarqueño que el arrope de tuna. Aparte, los vaivenes ideológicos de Casas son como una auténtica “bola sin manija”. Desde haber sido ministro de Economía de Ramón Saadi hasta acercarse a los terrenos barrionuevistas, ha estado en todas partes: fue candidato del Frente para la Esperanza, más tarde senador del Frente Cívico, ministro del gobierno radical de Oscar Castillo y fiscal municipal de Ricardo Guzmán. ¡Vaya campaña de ondulaciones!

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Aunque sea sin respaldo popular alguno, la presencia de “Peter” Casas en el salón Esmeralda, tiene lectura política. Es que Barrionuevo, más allá de luchar por ser diputado nacional y restarle fortaleza al kircherismo catamarqueño, acostumbra a poner los huevos en varias canastas y, por su odio visceral hacia el movimiento nacido en Santa Cruz, tiene contactos con el radicalismo. De hecho, en 2011, bregó para que siguiera en el gobierno (quién no recuerda su frase en club Villa Cubas, durante el cierre de campaña, “antes de entregarle el gobierno a “Bombón” Mercado….”) y más recientemente le acercó a los correligionarios la presencia de Mauricio Macri, con quien mantiene una relación política y personal que muchos quisieran tener. Nuestra denuncia de 2012 sobre el pacto Barrionuevo-Castillo (vía “Coti” Nosiglia)-Macri todavía se mantiene firme y a nadie le extrañe que, en el supuesto de que de la Sota “no mueva el amperímetro” electoral, el gastronómico no termine acompañando en 2015 la campaña presidencial del expresidente de Boca. Ese solo detalle lo acercaría a los radicales de estos lares.

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El sector supuestamente mayoritario del radicalismo, conformado por brizuelistas y castillistas, sigue hablando de la unidad partidaria como si se tratara de un tema cerrado, pero los hechos concretos no reflejan los discursos de dirigentes como el senador Boggio o el titular del comité provincial, Amado David Quintar. El sábado pasado estuvieron reunidos en El Rodeo y fueron los mismos de siempre, más Alejandro Páez, el intendente de Andalgalá. Pero cerquita de allí, en La Puerta, nada menos que seis líneas internas radicales debatieron por su lado y en sentido contrario a las ideas que se exponían en los dominios del intendente Casas Doering. ¿Cuál es la unidad y el futuro inmediato del radicalismo? Nada hace pensar que vayan a ir juntos a las elecciones, a no ser que nos equivoquemos groseramente. Como en el caso de los peronistas, las PASO pueden comenzar a definir las posiciones de unos y otros.

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Si el candidato a diputado nacional finalmente es Brizuela del Moral, tal cual se asegura en los mentideros radicales, ¿se animarán las líneas minoritarias a presentar su propio postulante y discutirle la candidatura al exgobernador? Es esto lo que se está analizando en los cenáculos opositores, aunque ya estaría tomada la decisión de hacer listas en toda la provincia para la contienda de diputados, senadores y concejales. Una de las motivaciones para disputarle, además, los votos en las PASO sería sacar a Brizuela del Moral de su guarida y hacerlo hablar. Hay coincidencias que cuando rompe el silencio, surgen a borbotones las falencias de su gestión, tal como ha ocurrido recientemente con su fallido ataque al intendente de la Capital, Raúl Jalil.

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Terminamos los Apuntes del día de la fecha con el repaso de hechos del pasado. A mediados de abril de 1988 se realizaron las elecciones del estamento Graduados en cinco de las seis facultades de la UNCa. En Humanidades se presentaron dos listas, la “celeste y blanca” y la “blanca”. Los candidatos de la primera: Nora Irene de Bieza, Miguel Ángel Miñaura y Claudia Alejandra Savio como titulares del Consejo Directivo y como suplentes Nelson Rubén Oscar Heredia, María Silvia Montalván y María Elsa Gutiérrez de Silva. Para el Consejo Superior los candidatos fueron María Elena Tapia y Víctor Hugo Luna. Por la lista blanca, se presentaron como candidatos al consejo directivo Jorge Fernando Rocco, Celia del Valle Herrera y Elba Isabel Bracamonte como titulares y Manuel Dalmaida, Justa Herrera de Seco y Esther Agüero de Gallo como suplentes. En las demás unidades académicas hubo lista única. En Ciencias Agrarias la lista “Graduados Reformistas” tuvo como candidatos titulares al consejo directivo a Ernesto Álvarez Morales, Gustavo Roque Jalile y Juan Isidro Romero y como suplentes a Héctor Hugo Sánchez, Remigio Jorge Perea Morales y Luis Olmedo Vergara. Para el Consejo Superior fueron nominados Luis Olmedo Vergara y José Antonio Pico Zossi. En Ciencias Económicas, los candidatos de la lista blanca como titulares fueron Raúl Eduardo Nazareno, Tadeo Herrera y Mirtha Aisa de Salcedo y como suplentes Rosa Ana Azurmendi, María Teresa Carrizo de Giné y Noemí del Valle Morales. Para el Consejo Superior Alba Nelly Monllau y Pedro Silverio Vega. En Salud los candidatos titulares Aurora Romero de Romero, Olga Perea y Ruth Rodríguez; como suplentes Catalina Sosa, Élida Porcú y Mónica Ignes. Como puede apreciarse, tal como ocurre en la actualidad, los nombres asociados a la UCR ya abundaban en la década del 90. Por supuesto, no se puede discutir la legitimidad democrática que otorgan los triunfos electorales en ámbitos universitarios.