Bastante se habla dentro del oficialismo de la necesidad de cambiar la composición de la Cámara de Senadores para facilitar la gobernabilidad durante el período 21013-2015. Es que allí la mayoría radical (9 a 7) le hizo la vida imposible a la administración de Corpacci. Por largos meses “le embarró la cancha” con la negativa a darle acuerdo al pliego del abogado Marcos Denett quien, en el arranque de la gestión del Frente para la Victoria-PJ, había sido propuesto como Fiscal de Estado. No pudieron, igualmente, avanzar las leyes de seguridad, impositiva, educación y, con forcep, salió el presupuesto 2013. Hoy está taponado el voto de los jóvenes que ya es ley a nivel nacional y, de la misma forma, otras iniciativas no siguen el cauce natural por el fuerte “cepo” que ejerce la que fue “mayoría legislativa automática” durante los cinco mandatos radicales. ¿Qué tiene que pasar para que cambien los roles? Qué el Frente para la Victoria se imponga en las elecciones de octubre en tres o cuatro departamentos de los ocho (Antofagasta, Ancasti, Capayán, El Alto, La Paz, Paclín, Santa María y Tinogasta) en los que se vota a senador. La misión no es imposible, por lo que en esas zonas se gastan las mayores energías del gobierno. Conquistando tres departamentos, el kirchnerismo igualaría el número de senadores y con cuatro o más tendría mayoría propia. Para la UCR la partida tampoco es sencilla: necesita ganar seis de las ocho bancas para mantener el control del cuerpo.

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Si bien es cierto que el Senado es importante, no hay que dejar de considerar que en la Cámara baja, de ninguna manera, está asegurada la mayoría para el kirchnerismo. Es que este año renueva nueve diputados propios (Hugo Argerich, Verónica Mercado, Julio Cabur, Horacio Sierralta, Egle Altamirano, Marcelo Rivera, Silvia Moreta, Luis Raúl Chico y Roberto Perrota), a los que deberían sumarse tres que pertenecen a filas ajenas (Cecilia Porta de Salas, Raúl Guzmán y Alfredo Gómez), pero acompañan en votaciones y en la formación del quórum. Con este panorama, el 27 de octubre, sobre 21 diputaciones, necesita atrapar nada menos que 12 para conservar la apretada ventaja que tiene en la actualidad. Esto significa la obligación de vencer por el 55% de los votos. Por el contrario, el Frente Cívico, con ganar 10 de las 21 bancas que se ponen en juego cambiaría la composición de la Cámara ya que arriesga 9 de ellas, las de Maria Teresa Colombo, Silvina Acevedo, Rubén Herrera, Ricardo del Pino, Miguel Vázquez Sastre, Silvia Esther Tello, José Sosa, Luis Andrada y el santamariano Pablo Sánchez.

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En Antofagasta de la Sierra, donde el interés electoral tiene que ver con la senaduría departamental, se han clarificado las cosas de cara a octubre. Luis Eduardo Rodríguez, que va a cumplir su tercer mandato el 10 de diciembre de este año, quiere uno más (hasta 2017) y es seguro que se anotará para la contienda de primavera. Al menos, casi sorpresivamente, apareció por la zona cuando se estaba preparando la Convención Radical del pasado 1 de junio y les aseguró a los correligionarios, durante una locreada, que buscará la “requetereelección”. Hay que ver qué apoyos recibirá porque algunos de esos correligionarios han pasado a conformar el Movimiento Independiente de Antofagasta (MIA), el que estaría cerrando trato con el Frente para la Victoria y propondría como candidato al licenciado Laudino Dávalos, en detrimento de Pedro Vázquez, un proveedor del municipio que habría sido escogido por el intendente Carlos Fabián.

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Otro de los departamentos donde se elige senador es Capayán. Allí también se palpita una dura disputa por la banca que va a dejar Víctor Hugo Pérez, el actual jefe de bloque de la bancada del Frente para Victoria. Su reemplazante no sería otro que Hugo Corpacci, aunque tendría competidores dentro del peronismo. Uno de ellos el concejal Miguel Romero que, el viernes pasado, estuvo “caminando” Chumbicha de la mano de José Luis Barrionuevo, el candidato a diputado nacional por la Tercera Posición, y el otro sería el hermano del intendente Omar Soria, que gobierna en la jurisdicción de Huillapima. Podría ir a la elección acompañado de Ramón Saadi. Por el lado del radicalismo sigue firme la postulación de Analía Brizuela, la secretaria de Gobierno del municipio de Chumbicha, aunque sus acciones habrían bajado algo después de las denuncias contra el jefe municipal.

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¡Por fin contestaron! En forma indirecta, El Ancasti respondió a nuestro comentario sobre una encuesta que se publicó recientemente y cuya credibilidad, por varios motivos, este secretario puso en dudas. Dijo que a la empresa Nueva Comunicación no se la conoce entre las consultoras que hacen política y, en la respuesta del pasado viernes, El Ancasti señala que ha trabajado para el Grupo Indalo, HBSC, Walmart, Estándar Bank, Telecom, el ministerio de la provincia de Buenos Aires y la Coca Cola. Como puede verse, tácitamente se admite que no realizó encuestas políticas, con lo que se supone que estuvo realizando su primera experiencia con un chequeo meramente telefónico que, por nuestra cuenta, averiguamos se hizo desde una oficina de Buenos Aires. También el diario de calle Sarmiento confirma que en 2011, una semana antes, pronosticó la victoria de Brizuela del Moral sobre Lucía Corpacci por aproximadamente 8 puntos, pero aclara que al final la diferencia a favor de Corpacci fue por “una luz de apenas 4 puntos”. Olvida señalar el diario que durante toda la campaña meneó, como ya lo hiciera en años anteriores, la derrota del peronismo, al cual supo “desinflar” en todas estas ocasiones. En el 2011 lo hizo con otra consultora de la que nadie se acuerda su nombre y también de ella se daban a conocer antecedentes que no pudieron certificarse. Pero lo importante, en esta oportunidad, es que El Ancasti abrió el debate que estamos dispuesto a sostener con la mayor hidalguía posible. Por allí El Ancasti tiene razón y Brizuela del Moral se anota el triunfo de la reivindicación en la elección general.

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Como lo hacemos los días domingo, finalizamos los “Apuntes” con el repaso de hechos políticos del pasado que puedan relacionarse con el presente.
El 20 de junio de hace 25 años atrás fracasaba la visita a Catamarca del precandidato del radicalismo Luis León, un chaqueño que tuvo amplio protagonismo en la vida política argentina. Los dirigentes del sector denominado Movimiento de Bases Radicales, Carlos Colla y Alberto Fonseca, anunciaron aquella oportunidad que el viaje no se pudo concretar por un conflicto gremial de los empleados de Aerolíneas Argentinas, los que suspendieron el vuelo de quien iba a competir contra la fórmula Angeloz-Casella el día 3 de julio de 1988. León, que se referenciaba en Catamarca en las figuras de Pedro Elías Murad, Carlos Corpacci (tío de la actual gobernadora) y el nombrado Carlos Colla, tenía previsto visitar el comité provincial (lo presidía el doctor Gabino Herrera) y participar, con la militancia, de un almuerzo en instalaciones del Hindú BBC. De la gente nombrada en este “Apunte” hay que destacar que Carlos Colla, Pedro Murad y Gabino Herrera fueron expulsados de la UCR -decisión castillista- por haber votado, junto a otros tres legisladores, por la necesidad de la reforma constitucional del ‘88, en lo que fue el mayor escándalo de la década. Los expulsados, aparte de decir que cumplieron la orden del expresidente Raúl Alfonsín, acusaron al hoy senador nacional Oscar Castillo de haber sido el principal negociador de la reforma con el saadismo y, agregaron, que sobre la hora se hizo a un lado. De hecho, estos radicales pidieron la expulsión de Oscar como diputado provincial y adivinen quién lo salvó: el saadismo. Cuando ya estaba decidido “el raje”, Ramón atendió el pedido de “Coti” Nosiglia” y ordenó a sus legisladores retroceder con la expulsión de Castillo. Con el tiempo, sería Oscar el que le impediría a Saadi jurar como senador nacional. ¡Ironías de la política!

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En 1988, año en el que Catamarca tenía fuerte incidencia nacional, se logró la presidencia del Consejo Federal de Informática. En la ciudad de Santa Fe, entre los días 18 y 19 de junio, una asamblea resolvió la designación como tal de la contadora Adriana Argerich, hermana del diputado Hugo Argerich. El anuncio lo hizo la electa, acompañada por el ministro de Economía de entonces, Guillermo Oviedo, y el director de Cómputos de la provincia, Francisco Saris.