El embarazo adolescente sigue manteniendo índices preocupantes en Catamarca, ya que alrededor del 20% de los partos se produce en mujeres desde los 10 a los 19 años. Así lo afirman las autoridades responsables de las áreas de Salud y Maternidad, donde lamentablemente no cuentan con estadísticas actualizadas y las cifras corresponden a los datos relevados durante el año 2011. Una verdadera desidia, si, al mismo tiempo, se advierte que la cantidad de casos que se presentan en la provincia generan preocupación y son considerados un “flagelo” para el sistema de salud.
Es que contar con los datos estadísticos certeros que permitan analizar la realidad a través de una lectura más cristalina, es ineludible a la hora de buscar estrategias y medidas políticas para tratar de disminuir estas cifras.
Entre los factores a los que se atribuyen la cantidad de adolescentes que llegan tempranamente a convertirse en madres, se habla de la precoz iniciación de la vida sexual. Todo un mundo que se abre sin que, en la mayoría de los casos, se tenga un pleno conocimiento y se actúe con seguridad sobre los métodos anticonceptivos.
A los tabúes que hay dentro de cada uno de los hogares para hablar de sexo, se suma a que en algunos establecimientos educativos la Educación Sexual no es una materia -como lo exigen las leyes de educación-, sino que buscan eufemismos para no escribir siquiera la palabra “sexo” y los contenidos apenas llegan a hablar de la sexualidad humana. A partir de ese tabú, es poco lo que pueden transmitir y ayudar a alumnos que, paralelamente, reciben un bombardeo de confusa información a través de múltiples medios -que son cada día más-.
Por otra parte, las campañas de difusión para que los chicos cuiden, respeten y conozcan su cuerpo, no tienen, a la luz de las cifras, los resultados esperados.
Lamentablemente, la información a la que acceden los adolescentes sigue siendo sesgada por tabúes aún presentes en la sociedad, por falta de acceso al conocimiento claro, franco y orientado, y por un sinfín de temores que no hacen más que obstaculizar un crecimiento y desarrollo de la vida sexual de los jóvenes, en forma plena y segura.