El Secretario
Las vacantes ministeriales provocadas por la extensa lista de candidatos consagrados por el voto para asumir en la Cámara de Diputados siguen generando tires y aflojes para dilucidar qué sectores partidarios o qué nombres puntuales terminarán por acomodarse en las distintas carteras. Hasta el cierre de los comicios, se daba por descontado que algún diputado no asumiría su banca y que pasaría directamente a ocupar el rol de ministro del Poder Ejecutivo. Uno de los nombres más fuertes para esa tarea era del ahora presidente de la Cámara Baja, Marcelo Rivera, quien se suponía cedería su banca para capitanear el ministerio de Desarrollo -todavía con silla vacía tras la salida de Daniel Barros a YMAD- o el ministerio de Gobierno, con el ahora diputado electro Gustavo Saadi diploma en mano y listo para mudar su base de operaciones a Buenos Aires. La ganancia, según se entiende, estaba destinada a saldar la deuda con el gastronómico Luis Barrionuevo por el desplante a la Renovación Peronista de Jorge Moreno y Fernando Jalil, y el menguado sector del senador nacional Dalmacio Mera.
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Es la Renovación -con las palabras puestas en boca de Jalil- la que ahora se muestra dispuesta a exhibir sus ofertas en varias vidrieras. Hasta hace pocas semanas había una gran disposición pública para hacer valer su carta de árbitro en la Cámara Baja y acordar con el FCS-Cambiemos para repartir la presidencia y otros cargos. Esa propuesta permanece en veremos mientras el radicalismo -con el castillismo como principal ejecutor- intenta que no se le desbande el bloque entero y una fracción tome la decisión de negociar directamente con el oficialismo provincial. Con los flancos expuestos, la Renovación ahora mira con cariño los ministerios y secretarías “libres”, y asegura que no habría problemas en sentarse a dialogar para llegar a acuerdos beneficiosos para todos. Por lógica, será una interesante transacción en la que todos los lados tienen maestrías en sacar provecho de lo mejor que tienen. Para llegar a la tragicomedia faltaría que el oficialismo lance la siguiente propuesta, tal como circula en boca de algunos funcionarios: la presidencia para el corpaccismo, y la Renovación solamente puede volver al peronismo. n