El Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora hoy, no se implementó por azar, sino para concientizar sobre una afección con carcaterísticas singulares.
El ciclo de la vida de los seres humanos es nacer, crecer, reproducirse y morir; pero éstas etapas de la vida deben llegar a su tiempo.
Dentro de las enfermedades crónicas no transmisibles está el cáncer; y dentro de los tipos de cáncer, en las mujeres, el cáncer de mama es el de mayor incidencia y mortalidad en varios países. 
Si se diagnostica en etapa temprana, el pronóstico de supervivencia es elevado (arriba del 90%) y es por ello que se debe “escuchar” al cuerpo cuando manda mensajes dando información de algo fuera de lo normal.
La mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o lóbulos y se denominan carcinomas ductales o carcinomas lobulares, siendo los ductales los más frecuentes.
Existen factores de riesgo para desarrollar la enfermedad como lo son: antecedentes familiares de cáncer de mama, ingesta de alcohol, la no lactancia (no haber dado pecho a los hijos), trauma directo a la mama.
El cáncer de mama precoz a menudo no causa síntomas; por ésta razón los exámenes regulares de las mamas son importantes. A medida que el cáncer crece, los síntomas pueden incluir: masa en la mama o en la axila, cambios de tamaño, forma o textura de las mamas o el pezón. Dentro de los estudios diagnósticos se incluye el autoexamen periódico, la evaluación médica periódica, el ultrasonido mamario, la mamografía, la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la biopsia de tejido sospechoso.
Por eso es importante este día, en que los médicos enseñan que la prevención o el diagnóstico temprano es la mejor arma con que contamos.