Hoy es el Día Mundial de la Diabetes, una jornada que fue creada allá por 1991, con un fin noble y coincidente con la mayoría de las fechas que ponen el foco en cuestiones de salud. Esto es, como medio para aumentar la concientización global sobre la diabetes. 
Es por eso una oportunidad perfecta para dirigir la atención del público hacia las causas, síntomas, complicaciones y tratamiento de esta afección, que se encuentra en constante aumento en todo el mundo. Y también ofrece la posibilidad de despejar temores infundados y explicar que, particularmente en la actualidad, la diabetes no impide el desarrollo de una vida plena y normal.
Muchas tareas se encaran con estos fines, pero el Día Mundial de la Diabetes (DMD) es la campaña más importante del mundo. Fue instaurado por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) como respuesta al alarmante aumento de los casos de diabetes en el mundo. 
En 2007, Naciones Unidas celebró por primera vez este día tras la aprobación de la resolución en diciembre de 2006 respectiva, lo que convirtió al ya existente Día Mundial de la Diabetes en un día oficial de la salud de la ONU.
Este día nos recuerda que la incidencia de esta grave afección se halla en aumento y continuará esta tendencia a no ser que emprendamos acciones desde ahora para prevenir su enorme crecimiento.
Se celebra cada 14 de noviembre por tratarse del aniversario de Frederick Banting quien, junto con Charles Best, concibió la idea que les conduciría al descubrimiento de la insulina, en octubre de 1921. 
Millones de personas en más de 160 países participan en actividades especiales hoy, desde niños a adultos mayores, acompañados y guiados por profesionales médicos y medios de comunicación. Quizás con este trabajo alguna persona se informe mejor, quizás alguien pueda prevenir la enfermedad o mejorar su atención. Por eso vale la pena sumarse.