Editorial

Apuntes del Secretario

jueves, 22 de noviembre de 2018 00:08
jueves, 22 de noviembre de 2018 00:08

Pasó la penúltima sesión ordinaria de la Cámara de Diputados de la provincia y, sin variantes, continúa en el candelero el proyecto de Ley que, por única vez, suspendería las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del electoral año 2019. Ayer, el proyecto con media sanción del senador Jorge Solá Jais tomó estado parlamentario, pero no pudo ser tratado en el recinto por no contar el oficialismo con los dos tercios reglamentarios para hacerlo sobre tablas. Tampoco tendría chance en el último cónclave legislativo del año, el miércoles 28 del corriente. Solamente le queda la alternativa de una prórroga de las sesiones ordinarias, en las cuales si podría avanzar hacia la Ley con mayoría simple. Claro que, en tal caso, ya se habría vencido el plazo que tiene la gobernadora para convocar a elecciones el domingo 31 de marzo, lo cual podría dar lugar a presentaciones judiciales que, seguramente, nadie quiere llevar a cabo. En resumen. Lucía Corpacci apela al turno de marzo para elegir los cargos provinciales con PASO o traslada todas las expectativas a octubre, en coincidencia con la convocatoria que hizo Macri.

Este tema de las “PASO si, PASO no” está rodeado de graciosas ironías. La primera de ellas tiene que ver con Lucía Corpacci. Fue ella quien las impuso en la provincia (a nivel nacional existen desde 2009), después de anunciar en la asamblea legislativa del 1 de mayo de 2015 que se aprestaba a enviar el proyecto a la Legislatura, lo que cumplió en tiempo y forma. Crearlas para después suspenderlas, aunque sea por única vez y por valederas razones económicas, resulta una incoherencia. Por ello, el autor del proyecto no fue el Poder Ejecutivo, sino el senador Sola Jais, la segunda autoridad de la provincia. Si la poco feliz iniciativa roza a Corpacci, ni que hablar de las huestes opositoras que, sin ponerse coloradas, han estado despotricando contra el proyecto oficial.

Así es como prominentes figuras, tales los casos de Horacio Pernasetti o Rubén Manzi, han salido con el cuchillo entre los dientes a rechazar una eventual suspensión. En la última semana, han sumado su apoyo a las PASO -proverbial creación de Néstor Kirchner a favor de la libre elección de los candidatos de los partidos políticos- la Juventud Radical y la diputada Paola Bazán, quien aseguró que se trata de “la herramienta que mejoró la calidad democrática y la participación ciudadana”. Otro que no tuvo empacho en destacar el valor de las PASO fue el titular del comité Capital de la UCR, Roberto Gómez, para quien el mecanismo evita “las mesas chicas”, arreglos entre cuatro paredes que hizo famosos el castillismo durante los años 90.

Todo estos representantes de la oposición política local, del primero al último, tienen todo el derecho de bregar por las primarias, ahora más que nunca que el radicalismo está fracturado, algo parecido a lo que le ocurre al PRO, aunque en menor medida. Pero, al mismo tiempo de destacar las virtudes y conveniencias de las PASO, deberían pedir perdón por la actuación de, posiblemente, su máxima figura de la actualidad y de los tiempos en que se discutió el proyecto que es ley provincial. Nos referimos al senador nacional Oscar Castillo, a quien nunca le gustaron las internas y estuvo en contra de la decisión de Lucía Corpacci y la acusó, en su momento, de promover las PASO “para solucionar la interna de su gobierno”. No conforme con eso, demoró meses y meses en instruir a sus diputados para la aprobación de la ley, hasta que en tiempo de descuento resolvieron levantar la mano. Esto no lo dice ni lo inventa El Esquiú.com. Está escrito en todos los medios locales. Por lo tanto, los comités, la JR, Paola Bazán, Roberto Gómez o Rubén Manzi deberían hacer la autocrítica que, en nombre de Castillo, les corresponde asumir. La última de las ironías: mientras Cambiemos se opone a la suspensión en Catamarca, en Buenos Aires y la Capital Federal la alianza apostaría en sentido contrario.

Variadas ponderaciones recibió un debate que, la semana anterior, propuso radio Valle Viejo para analizar la realidad de la Justicia de Catamarca. Dijeron presentes en el programa que conducen Gilberto Filippín y Patricia Carrizo, los abogados Carlos Uslenghi, Eduardo Andrada y María Fernanda Rosales, la actual titular del Colegio de Abogados. Lamentablemente para las instituciones, todos coincidieron que el funcionamiento del Poder Judicial roza el desastre y, de diversas formas, lo sufren los ciudadanos. Se hizo especial hincapié en las cifras que brinda la Justicia sobre la cantidad de fallos anuales, pero no discrimina la actuación de todos y cada uno de los jueces, varios de los cuales proponen demoras eternas y hacen cierto aquello de “Justicia lenta no es Justicia”. También hubo referencias, especialmente por parte de Rosales, sobre la falta de concursos y el nivel, pobre, por cierto, de los concursantes de los últimos tiempos. Ni hablar de quienes accedieron al cargo –la gran mayoría- por decisiones políticas de facto y jamás reivindicaron títulos o capacidades.

Otra cuestión que generó coincidencias fue la referida a la idoneidad, en la que los pensamientos volaron hacia los jueces de la Corte de Justicia. En esta dirección, la titular de los colegiados locales, disparó munición gruesa contra José Ricardo Cáceres que, en su momento, expresó que la institución no tenía facultades para opinar sobre la eventualidad de un juicio político. ¿Si el Colegio de Abogados no puede opinar, quién podrá hacerlo entonces? Por esos carriles transitó el debate y hubo lamentos para la morosidad de la comisión de Asuntos Constitucionales que, desde hace meses, tiene a estudio un pedido de acciones contra Cáceres y Sesto de Leiva y, valiéndose de circunstancias ajenas (un informe de la ANSES, por ejemplo), parece dispuesta a trasladarlo hasta el año que viene o, peor todavía, hacerlo dormir todo lo posible en el cajón de las “cosas pendientes”.

Aunque la gente común parece ajena al movimiento político, convengamos que absolutamente toda la dirigencia está inmersa en planes proselitistas, los que se incrementarán hacia fin de año y explotarán después de enero. En ese sentido, hay que recordar que las listas de candidatos de todo el país (hablamos de la convocatoria nacional, a la que pueden adherir las provincias, o no) deben estar listas el 22 de junio, o sea que estamos a menos de siete meses de distancia. En cuanto a planes y movidas, el diario La Nación apuntó la semana anterior que el gobierno de Mauricio Macri intentará ampliar su base de sustentación incorporando a dirigentes peronistas de diversos puntos de la Argentina, lo que en alguna medida tiene que ver con políticos catamarqueños de la primera línea. Veamos. Al gobernador de Salta, Urtubey, lo tentarían –dice La Nación- como acompañante de Macri en la fórmula presidencial o como ministro coordinador. Esa sola posibilidad, casi automáticamente, colocaría a todos sus asesores o personas de confianza en Cambiemos. Uno de ellos es Dalmacio Mera, elegido por los electores de Catamarca, pero cuyos servicios son ofrendados al primo mandatario. Otro pase promocionado por el macrismo es el de Miguel Picheto, a quien se le ofrecería una butaca de la Suprema Corte. ¡Casi nada!

Asimismo, La Nación, alude a la incorporación de varios intendentes. Además de Alberto Paredes Urquiza (La Rioja), Gustavo Genusso (San Carlos de Bariloche), Gustavo Sáenz (Salta), Enrique Ponce (San Luis) y Germán Alfaro (San Miguel de Tucumán), nombra a Raúl Jalil, el intendente de San Fernando del Valle, el que nunca declinó sus aspiraciones de convertirse en sucesor de Lucía Corpacci. Habrá que ver ahora qué responde Jalil, quien conoce al centímetro que la imagen del gobierno nacional ha decaído notoriamente en los límites provinciales, por lo cual aventurarse a un cambio de divisa no es cosa de resolver fácilmente. De todas maneras, las especulaciones, que no son nuevas, están allí. En la Casa Rosada, decimos.

RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes” de este jueves con el repaso de acontecimientos del pasado cercano.
Hace 25 años, un 22 de noviembre, se iniciaba un ciclo que, durante muchos años, tuvo éxito y gran repercusión en los medios públicos. Bajo gobierno del Frente Cívico, se ponía en marcha la llamada “Justa del Saber”, de la que participaban más de una decena de escuelas de esta Capital y el interior de la provincia. Usaron de la palabra en aquella oportunidad Silvina Tello, exdirectora de Políticas Juveniles; Juan Tomás Aparicio, exsubsecretario de Acción Social y Aurora Pico Zossi de Ahumada, exministro de Salud, quien dijo aquella noche “tomen este certamen como una competencia sana, en donde se valore más el intercambio humano”.

Un día antes, en materia política, se había cerrado un acuerdo trascendental entre quien ejercía la presidencia de la Nación, Carlos Menem, y el expresidente Raúl Alfonsín, jefe indiscutido de la Unión Cívica Radical. La reforma de la Constitución que iba a determinar, en 1995, la reelección del riojano, se ponía en marcha. Todavía faltaba que lo acordado por tan importantes figuras políticas de la época fuera refrendado por la convención radical que, finalmente, iba a acordar lo actuado en la jornada del 3 de diciembre de 1993. 


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Comentarios

22/11/2018 | 13:12
#149006
Escuche el programa y no sabía que lo dirigía el CPN Filippin. Parecía un ESPACIO PAGADO para hablar mal de COLEGAS DE la Dra. Rosales. Uslenghi bueno, es ex delegado de UTHGRA en Santiago del Estero, no le cuesta mucho pegarle con un palo a la Justicia de Catamarca. Me pareció una basura de programa ese, en especial porque no había propuestas positivas sino se juntaron a hablar mal de todos y cada uno de los Magistrados. No les faltó Eduardo Oso Andrada y si venían con Quintina, completaron e hicieron CATÓN LLENO (sic).

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