El Día Nacional del Trabajador de Televisión se celebra cada 12 de agosto como reconocimiento a las personas que trabajan en las distintas funciones de una emisora cada día.

El origen de la celebración se remonta al año 1958, cuando el Papa XII declaró a Santa Clara de Asís como la patrona de la televisión y de las telecomunicaciones. Por ello se celebra el día de Santa Clara, es decir, el día de su patrona.

Es singular la historia de televisión en Catamarca, ya que pese a coronarse como el medio masivo por excelencia durante la segunda mitad del Siglo XX, en nuestra provincia nunca pudo afianzarse con fuerza propia, más allá de algunos nobles y excepcionales esfuerzos.

Catamarca consumió y consume predominantemente productos televisivos foráneos, y para las emisoras locales todo resulta siempre mucho más dificultoso.

Históricamente, los trabajadores de televisión en Catamarca se movieron en condiciones de precariedad, y sin embargo lograron desarrollar emisiones, programas e incluso documentales de gran calidad; que obtuvieron en varios casos y premios y repercusión nacional.

La realidad es bien conocida por la delegación local del SASTAID, sindicato del rubro que permanentemente hace equilibrio entre la defensa de sus afiliados y la contemplación de las posibilidades reales del mercado catamarqueño. Aun así, el gremio tiene una moderna sede y se ocupa de brindar respaldo y capacitación a los trabajadores.

Los enormes costos surgieron siempre como la gran barrera para el crecimiento de la TV local a gran escala, por eso durante décadas se consumió lo que llegaba vía aire desde Córdoba, La Rioja y Santiago del Estero.

Recién en el año 2012 Catamarca tuvo un canal oficial de televisión, el de la Provincia, que cuenta con instalaciones y equipamientos de primera línea y paulatinamente crece en la aceptación de la audiencia.

Por estos tiempos, como si el “cable” y la TV digital no fueran rivales gigantes para los canales de aire, apareció internet como plataforma de contenidos que inunda de ofertas novedosas al viejo “televidente”.

Será cuestión de aggiornarse y reconvertirse para sostener fuentes laborales, sin permitir que la tecnología las arrase.