Pasada la efervescencia electoral y con autoridades electas, el país atraviesa la transición en medio de una crisis sin precedentes.

Además de atender las cuestiones macro que están relacionadas con el dólar, la inflación, la elevada pobreza y el brutal endeudamiento que deja la administración saliente, el gobierno que asuma el 10 de diciembre debe buscar, de manera urgente, mecanismos para restituir ingresos a las mayorías y, a la vez, reactivar el aparato productivo que está paralizado en varios rubros.

Uno de los desafíos centrales de cualquier plan de contingencia que se ponga en marcha, pasa por la creación de empleo genuino.

Mucho tendrán que ver las políticas de reindustrialización que están en carpeta, pero también las que apunten al emprendedorismo que, en el marco de una propuesta económica amplia, puede colaborar mucho en el combate al desempleo.

Catamarca cuenta con un potencial interesante en este campo, tanto en recursos humanos capacitados, como en proyectos en marcha y apoyos oficiales de la Provincia que, afortunadamente, se han mantenido a pesar del contexto de ajuste.

Eventos mensuales como El Portal del Emprendedor o las ferias que se realizan semanalmente en las plazas y otros puntos de la ciudad, vienen mostrando una inmensa cantidad de propuestas de personas y familias que elaboran infinidad de productos, vendiéndolos de manera directa y a precios populares.

Como se apuntó, más allá de la voluntad y ganas de desarrollar los emprendimientos, muchos de los participantes de esos espacios fueron capacitados en diversas temáticas para dar mayores garantías de sustentabilidad a los proyectos. A esto se sumó la apertura de lugares de comercialización y la progresiva conformación de una red de emprendedores interesados en incentivar el circuito de la economía social catamarqueña.

Sobre esta base consolidada es que se debe realizar un diseño que permita el crecimiento y consolidación de un sector dinámico y solidario que puede colaborar mucho para reducir la pobreza.