Aunque son una fija de cada verano, las precipitaciones que, durante alrededor de 10 horas, se abatieron sobre la provincia desde la noche del jueves pusieron al límite la infraestructura en diversos puntos del territorio.
Además de las consabidas viviendas y calles inundadas, cortes de rutas por el barro e innumerables inconvenientes en Capital y el interior, La Cébila volvió a quedar intransitable por los daños que provocó el río que atraviesa la quebrada.
No es la primera vez que esto sucede y, aun después de muchos años, se recuerdan especialmente las varias víctimas de un siniestro ocurrido cuando un colectivo fue llevado por un alud en ese lugar.
A pesar de que la traza de esa importante vía de conexión con el oeste provincial fue mejorada y, al menos en el tiempo reciente, no se registraron eventos de magnitud, la fuerza del agua, en esta ocasión, destruyó un importante tramo que seguramente precisará de varios días de trabajo -y de una fuerte inversión- para quedar rehabilitado.
En este contexto, más de una decena de personas que estaban en viaje quedaron varadas y se vieron obligadas a pernoctar allí, mientras se activaba un protocolo de rescate para el cual fue necesario solicitar dos helicópteros que cedió el gobierno de Córdoba.
 Las aeronaves permitieron la evacuación de los varados y su traslados, sanos y salvos, hasta la localidad de Chumbicha, en cuyo centro de salud fueron evaluados.
Rápidamente se celebró el operativo en el que, por supuesto, intervinieron diferentes fuerzas de seguridad y emergencias, hecho que fue destacado incluso por la Gobernadora, quien estuvo presente en el lugar desde la noche del viernes.
Todo resultó según lo planificado, en gran parte, porque quienes estaban en la montaña pudieron esperar varias horas la llegada de los helicópteros. Diferente hubiera sido el escenario si se trataba de una urgencia. Ahí se hubiera hecho notar, una vez más, lo imperioso de contar con al menos una máquina de este tipo, en especial en un territorio montañoso como el nuestro.
Prometida desde hace años, la gestión para que Catamarca cuente con esta herramienta esencial para rescate y emergencia sigue esperando una resolución favorable.