Todavía en días de arranque de las actividades escolares, en todos sus niveles, se está difundiendo desde la EPET Nº 1 una oferta de formación en oficios que suma casi una veintena de cursos en diversas áreas, todas con buenas posibilidades de inserción laboral.

La propuesta educativa incluye trayectos pedagógicos en temáticas como techista, albañilería, construcción en seco, carpintería, electricista, refrigeración básica, computación, soldador, tornero y mecánica del automotor. En todos los casos, oficios muy demandados y que, normalmente, son desempeñados sin la debida formación habilitante.

Cualquier persona que haya necesitado realizar, por caso, una reparación en su casa, se habrá encontrado con la pobre oferta de trabajadores o las carencias que revelan para desempeñarse con eficacia en la tarea.

Todos esos inconvenientes pueden atenderse con educación programada en un campo en el que siempre primó la informalidad y que, en este caso, es completamente gratuita y con horarios flexibles para atender la situación personal de cada potencial estudiante.

En tiempos de crisis y de precarización del mercado laboral nacional, el emprendedurismo se convirtió, en términos generales, en una posibilidad concreta de atender la necesidad de ingresos para muchas familias.

Con esta impronta, se vienen potenciado políticas públicas y proyectos productivos que buscaron acompañar la voluntad de emprender con recursos materiales, financieros y capacitaciones técnicas específicas.

El resultado es que muchos se animaron a poner en marcha iniciativas que de a poco se fueron multiplicando y que tienen expresión en ferias que cobraron un inusitado protagonismo.

Además de una mayor expansión al circuito de la economía social, también deben incentivarse los oficios que pueden complementar y colaborar con propuestas que, inteligentemente promovidas, pueden generar mayores oportunidades de desarrollo para muchas personas.