Apuntes del Secretario

martes, 30 de abril de 2019 00:53
martes, 30 de abril de 2019 00:53

Aunque no lo convoque la CGT, hoy habrá paro nacional y el reclamo, a pesar de las amenazas represivas de Patricia Bullrich, se hará sentir con fuerza en contra la política económica que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri. Encabezado por Camioneros, SMATA y bancarios, más las dos CTA, por sobre adhesiones o no adhesiones, la medida será una exteriorización de descontento del pueblo argentino a seis meses de las elecciones presidenciales. En la Capital Federal, por el mismo motivo, habrá una gran movilización y se reiterarán, durante los discursos, los desencantos que provoca el aumento exponencial de la pobreza y la creciente desocupación, flagelos que se suman a una inflación que el gobierno no puede controlar y sigue destrozando el valor de los salarios argentinos que, en un corto tiempo, a partir de 2016, cayeron de pique al suelo. El panorama en Catamarca para el “martes antiMacri” tendrá características parecidas al resto del país. No habrá bancos, las oficinas municipales no abrirán sus puertas, tampoco las legislativas, el aeropuerto no tendrá actividad y el grueso de los empleados públicos se sumará a la medida. Aunque la UTA no adhiere, la circulación de los colectivos, de igual forma, se verá restringida.

Francamente no son días buenos para el gobierno nacional. Al parate opositor de la fecha, le precedió un nuevo revés electoral. Esta vez fue en Santa Fe, donde Cambiemos terminó tercero cómodo, como ya había ocurrido en Neuquén, Río Negro, San Juan, Chubut y Entre Ríos. En ninguna de estas provincias, aunque se trate de una elección completamente distinta, no se espera un vuelco radical para cuando se vote al próximo candidato presidencial. Lo ocurrido el domingo en Santa Fe, por este motivo, llevó honda preocupación a la Casa Rosada. Es que no se perdió en la periferia de la Argentina –digamos Catamarca o Formosa, por ejemplo-, sino en la mismísima pampa húmeda, donde Cambiemos centra sus mayores esperanzas y, se supone, está el voto duro que llevó a Mauricio a la cumbre del poder en noviembre de 2015. Aquellos números electorales, como los de 2017, distan un abismo de los registrados hace 48 horas en Santa Fe y una semana atrás en suelo entrerriano. La catástrofe se amplifica si consideramos que el peronismo, en todas estas elecciones, si no logró el primer lugar, quedó como escolta y muy bien posicionado para octubre. Otros resultados electorales del nivel municipal, en Córdoba y Mendoza, también mostraron el avance de unos (peronistas) y el retroceso de otros (vertientes de Cambiemos).

 

Aunque cada jurisdicción tiene sus propias características, el fenómeno del descontento está recorriendo la Argentina y en Catamarca, si se votara el próximo domingo, el resultado no sería diferente al de las últimas contiendas. En nuestra Patria chica confluyen las quejas contra Macri y las divisiones que observa la oposición en todos sus frentes. Por lo menos hasta ahora, por temor a desavenencias irreparables, el radicalismo no se anima ni siquiera a convocar a su convención provincial y en el PRO hay tres o cuatro dirigentes más preocupados en conseguir una banca que dispuestos a poner la cara por Macri o visitar los barrios de la provincia. Queda la Coalición Cívica, que aportaría un buen precandidato a gobernador como Rubén Manzi, pero se debilita por las locuras de su guía nacional, la diputada Elisa Carrió, peleada a muerte con el radicalismo y poco predispuesta a un alineamiento irrestricto con el PRO. Así las cosas, siguiendo a Ramón Mestre que, encarecidamente, pidió que ningún porteño asome por Córdoba antes de las elecciones, tampoco los comandos locales ven con buenos ojos aterrizajes nacionales. Se conforman con que envíen el dinero que, necesariamente, se necesita para la campaña.

 

Si existe una verdadera política de Estado en Catamarca, hay que relacionarla con el Paso de San Francisco. Fue uno de los desvelos del extinto Arnoldo Castillo y hoy tiene a Lucía Corpacci como una tenaz punta de lanza del proyecto de convertir al corredor andino en una realidad a favor de la economía y el turismo. Por ello, la noticia que el gobierno chileno terminó con el asfaltado dentro de su territorio –solamente le estaría faltando la señalización- fue recibida con entusiasmo por empresarios locales de distintos rubros. La brindó el secretario de Coordinación Regional, Enzo Carrizo, y fue el resultado de negociaciones que, en distintos momentos, se llevaron a cabo en los foros ATACALAR (Atacama-Catamarca-La Rioja) y ZICOSUR, donde no solo participaron los funcionarios catamarqueños, sino representantes de otras provincias argentinas, entre ellos el mismísimo gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, absolutamente interesado en aprovechar a San Francisco como salida de la producción nacional hacia los países asiáticos.

 

Asegurado el tránsito para vehículos de todo porte, los distintos actores que pueden tener relación con San Francisco coinciden en la necesidad de hacer realidad el complejo fronterizo binacional “Las Grutas” (se ubicaría a los 4.000 metros de altura y a unos 180 kilómetros de Fiambalá-Tinogasta y a 20 de la frontera), un proyecto que había tomado vuelo durante el kirchnerismo, el sector peronista que había aprobado su construcción a un costo inicial de 75 millones de pesos. La idea se integraba con tres edificios. Uno para el control de vehículos, otro para la fiscalización de las cargas de los camiones y el tercero para oficinas y viviendas de los funcionarios nacionales y provinciales. Si bien los tiempos económicos hoy son distintos, y hasta crueles, el emprendimiento tiene que ver con el futuro del país. La provincia, independiente de eventuales inversiones, aportará las seis hectáreas que se ubican sobre la ruta 60 y servirían para los controles migratorios, aduaneros y fitosanitarios.

 

El desarrollo de la minería en la puna catamarqueña, por otro lado, reactiva la necesidad del Paso de San Francisco. Esto ya se está notando, a partir del establecimiento de empresas que están explorando los salares y pronto comenzarán la explotación del litio, el “oro blanco” del siglo XXI. Por caso, la hostería de Cortaderas que, durante la gobernación de Brizuela del Moral, se construyó con regalías mineras, hoy tiene mayor actividad y podría constituirse en un baluarte para la recepción del turismo. En fin, todo lo que rodea al Paso de San Francisco es inversión pura y ningún agrupamiento político está en contra de su desarrollo. ¡Muy bueno!

Aunque todavía haya focos de resistencia, y actores dispuestos a alentarlos, la explotación del yacimiento Agua Rica parece ser uno de los pocos expedientes para combatir la situación social que se vive en el oeste y en la provincia en general. Con la experiencia de los 25 años y la millonaria logística que dejó Alumbrera, están proyectadas cosas muy importantes. Por empezar, ya existe un reglamentación sobre el uso de las regalías mineras y sobre las utilidades hay que dar cuenta que se hace, porque no pueden ser utilizadas para cualquier cosa. Aparte, convengamos, más que las regalías que van a la provincia y a los municipios, resulta muy importante el valor agregado que ofrece la minería a gran escala, como es el caso de Agua Rica. Se calcula que, entre los proveedores de insumos en general, la provincia podría embuchar cerca de 2.000 millones de dólares y esto lo saben algunos políticos, especialmente aquellos que están cerca de Macri y resolvieron apoyar la activación del yacimiento. La cifra, que en el caso de Alumbrera, fue a parar a las faltriqueras foráneas, hoy debería ser consolidada en la provincia con organización, capacitación y preparación de los futuros oferentes de las empresas mineras.

 

El horizonte de posibilidades, tal como lo explicamos, fue aceptado por la delegación de dirigentes de los gremios de servicio que, hace quince días, visitaron el yacimiento y tomaron contacto con las fuerzas vivas andalgalenses, dispuestas todas ellas a apoyar el proyecto si se aseguran las condiciones ambientales y los puestos de trabajo para los catamarqueños que habitan en las zonas mineras. De la misma forma, en los próximos tiempos, harán lo propio los legisladores de las distintas fuerzas que, mejor que nadie, son conscientes de la necesidad de reactivar la minería, so pena de ser acusados de “poner palos en la rueda” en contra de los ciudadanos.

 

RECUERDOS.

Como lo hacemos siempre, en el último bloque de “Apuntes”, repasamos los hechos del pasado.

El 23 de abril de 1994, a los 77 años de edad, fallecía un reconocido exgobernador de la provincia. Nos referimos a don Armando Casas Nóblega, que había nacido en 1917 en la localidad de Copacabana, departamento Tinogasta. Tuvo que ver con los inicios del peronismo y dentro del Partido Justicialista se recuerdan sus enfrentamientos con Vicente Saadi. El tinogasteño, cabe recordarlo, resultó electo gobernador el 4 de junio de 1952 y conservó el poder provincial hasta la llamada Revolución Libertadora. Entre sus ministros de mayor relevancia se recuerda a Ricardo Diego María Moreno (padre del exjuez Ricardo Moreno y del actual senador de la Capital, Jorge Moreno) y Duilio Brunello, que tuvieron a su cargo las carteras de Gobierno y Hacienda, respectivamente. Conforme a opiniones casi unánimes, el gobierno de Casas Nóblega fue “progresista, de paz y tranquilidad”.

El Esquiú.com
 

66%
Satisfacción
0%
Esperanza
25%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
8%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias