Catamarca, a través de funcionarios del área Turismo, tendrá una participación destacada en un congreso de cocina tradicional que se realizará esta semana en la provincia de Jujuy.

Según señalaron desde la organización, el encuentro apunta a “revalorizar la gastronomía autóctona y regional”, aprovechando productos típicos de la zona y que constituyen en sí mismos un patrimonio cultural e histórico en el que se mixtura el pasado prehispánico, la herencia colonial y el aporte de las sucesivas oleadas inmigratorias que fueron transformando usos y costumbres arraigados.

La disertación catamarqueña se referirá a “la cocina y los alimentos en las agendas públicas”, es decir, cómo se puede aprovechar la gastronomía tradicional como eje de proyectos de promoción productiva y turística.

Desde hace un tiempo y en acciones que, afortunadamente, han tenido continuidad, en nuestra provincia la recuperación del acervo vinculado a los sabores, ha sido parte de interesantes propuestas oficiales. Por el lado de la cultura, se promovió la edición de recopilaciones de recetas y también se instituyó un Día de la Cocina Catamarqueña. Desde el ámbito turístico, se impulsaron concursos para que chefs y cocineros reversionen comidas de todo el mundo con el uso de productos típicos de la producción local.

El desafío es ahora cómo incentivar localmente este campo para dar otras oportunidades de desarrollo. En este sentido, Jujuy está buscando -y es una de las protagonistas a nivel NOA en la revalorización del acervo vinculado a la comida- la manera de incorporar “saberes y sabores” en un plan amplio que, a la vez que da más visibilidad a un aspecto central de la identidad provincial y regional, ofrezca nuevos atractivos a quienes lleguen a visitarnos.

Sólo es cuestión de comenzar a reunir a los actores gubernamentales, instituciones estatales y no estatales con competencia en la temática, y productores, desde los grandes hasta los más pequeños, en iniciativas que reposicionen nuestros platos característicos: aquellos que hablan de nosotros, de nuestra cultura profunda y que, inteligentemente integrados a propuestas de incentivo turístico, pueden ser también un activo destacado a la hora de promocionarnos.