La Comisión Evaluadora para la Selección de Funcionarios y Magistrados que, en reemplazo del exConsejo de la Magistratura, creó en julio pasado el gobierno de la provincia, terminó esta semana la tarea correspondiente al año 2020. Sus integrantes, más allá de críticas o cuestiones opinables, mostraron satisfacción por el trabajo llevado a cabo que, por lo pronto, permitió abrir varios concursos, todos los cuales le fueron informados al primer mandatario. Hasta ahora el que despertó mayor polémica fue el llevado a cabo para cubrir los cargos que, por renuncia, dejaron vacantes Juan Pablo Morales y Raúl Da Prá, involucrados en un deleznable e impropio episodio judicial que fue la “comidilla” de todos los tribunales provinciales.
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Tanto la doctora Marcia Lozada, titular de la Asociación de Magistrados, como Fernanda Rosales Andreotti (Asesora de Gobierno), Víctor Alexis Russo (presidente del Colegio de Abogados) y Gonzalo Salerno (decano de la facultad de Derecho y máximo responsable de la comisión) afirmaron que los exámenes en general fueron muy buenos y que, en febrero, se completarán los trámites formales para elevar las ternas al Poder Ejecutivo. El gobernador Jalil, como se sabe, tendrá la palabra final para las designaciones.
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Para uno de los dos cargos vacantes en la Cámara de Apelaciones, la comisión escogió –fue adelanto exclusivo de El Esquiú- como los mejores exámenes a los de Mariana Vera, Ezequiel Walther y Jonathan Felsztyna. Muy cerca de ellos quedó Pedro Vélez, un profesional de experiencia en el campo penal. En febrero, lo reiteramos, se revisarán cuestiones formales de los elegidos, las cuales muchas veces generan definiciones. Hay que ver en este sentido los comportamientos que han tenido como abogados o magistrados y, en esa dirección, podrían producirse algunas novedades. Más allá de estos “detalles”, esta primera selección denota que los miembros de la comisión se han abocado a un análisis que está más allá de banderías partidarias o del propio gobierno de turno. Los nombres que se conocen no habrían pisado nunca las veredas del poder.
El Esquiú.com