Hablando de gastos superfluos y algunos lujos que se otorga una
provincia pobre, por estos días se recibió una mala noticia.
Provino del ámbito deportivo. Más preciso, del vóleibol. El
director técnico de Ateneo Mariano Moreno, que vino
participando de la Liga Argentina A1, anunció que por falta de
pagos a él y a los jugadores foráneos que integran el equipo
iniciará acciones legales contra la institución. Indicó que, desde
enero, no cobran ni un penique y, para aumentar incertidumbre,
no tienen ninguna fecha concreta para arreglar la espinosa
situación de sus contratos. Desconocemos el punto justo del
conflicto, pero lo intuimos. La humildad entidad chacarera, que
debe haber actuado como “prestanombre”, depende de los
dineros que seguramente se comprometió a poner
mensualmente la Secretaría de Deportes. O sea el Estado. Pensar
que Ateneo puede afrontar un desafío como jugar un torneo
nacional de vóleibol, que importa sumas ingentes de dinero, es
una verdadera locura. Como fue las encaradas en el fútbol por
Unión Aconquija, Villa Cubas, San Lorenzo o Policial, todos los
cuales terminaron fundidos o colgados del pincel del Estado
bobo.
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La incoherencia mayor en torno a este tema la ofrece el hecho
que el gobierno, por la caída vertical de la recaudación, pretende
declarar la emergencia económica para todo 2020. Y no es por el
coronavirus. Antes de este fenómeno, como lo dijera el
gobernador, “la provincia está ordenada y sin deuda en dólares,
hasta con un pequeño superávit, pero obligada a cuidar

celosamente sus finanzas”. Los muchachos del barrio dirían “sin
poder tirar manteca al techo”.
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Este tipo de alquimias, con costos excluyentes para el Estado,
con la ilusoria pretensión que van a producir el despertar del
deporte, son caminos que no llevan a ninguna parte y que
pueden terminar en situaciones desagradables, como podría ser
el remate de instalaciones deportivas por incumplimiento de los
contratos. Lo mejor, siempre, será invertir dinero público con los
chicos de Catamarca que se inician en el deporte. ¡No hay otra!
El Esquiú