Apuntes del Secretario

miércoles, 17 de junio de 2020 00:20
miércoles, 17 de junio de 2020 00:20

Ya puede afirmarse, con plena certeza, que Fray Mamerto Esquiú será declarado beato, puesto que se superó el último de los trámites pendientes y apenas resta que el Papa Francisco, nada menos que un compatriota de Esquiú, cierre este larguísimo proceso de la forma anhelada por todos los catamarqueños de fe. Resulta difícil comprender el histórico significado de esta noticia para quienes seremos contemporáneos de tan magnífico acontecimiento, ya que seguimos las alternativas de todo lo ocurrido, y pudimos ver en los últimos años que la causa se encaminaba definitivamente hacia este rumbo. Sin embargo, debe comprenderse que es un objetivo que se persigue desde hace 14 décadas, casi un siglo y medio en cuyo transcurso miles de personas trabajaron y rezaron para la definitiva llegada a los altares del religioso de Piedra Blanca. Muchísimas personas dedicaron buena parte de su vida al estudio, a la difusión y a la enseñanza del legado de Esquiú. Sacerdotes, laicos, historiadores, etc., dedicaron tiempo invaluable en Comisiones de Homenaje permanente, Comisiones Pro-Beatificación y otras tareas que permitieron mantener viva la memoria, la imagen y la obra del ilustre Orador de la Constitución. La causa que ahora entra en su feliz epílogo tuvo innumerables marchas y contramarchas, años enteros en los que no se advirtió el mínimo progreso, pero allí estuvieron, con tesón y perseverancia, los promotores del fraile para mantener encendida la llama. Muchos de ellos ya no están ni podrán ver la concreción de ese sueño colectivo, pero sin duda tienen un enorme mérito que deberá reconocerse de algún modo.

Como se ha mencionado en otras oportunidades, este hecho adquiere un significado que trasciende el ámbito estrictamente religioso y abre un abanico de legítimas oportunidades que Catamarca deberá saber aprovechar. Contar con un beato nacido en estas tierras, que posiblemente sea canonizado en un futuro cercano -se requiere para ello otro milagro probado y atribuido a su intercesión-, puede posicionar a Catamarca como un sitio único en el país para el turismo religioso, actividad que apuntaló a muchísimas localidades en Argentina y en el resto del mundo. Combinada aquí su figura con el fervor que desde hace cuatro siglos genera la Imagen de la Virgen del Valle, indiscutiblemente ofrecen a la provincia un valor agregado que puede dar lugar a auténticas oportunidades de crecimiento y desarrollo. Provincia y Ciudad lo saben y están trabajando en diferentes proyectos vinculados con este potencial, único en la región. Se piensa en un nuevo circuito turístico que integrará la Plaza del Maestro, la Plaza de Choya y la histórica Gruta de Choya, dotándolas de atractivos y bellezas adicionales para quienes nos visiten.

Ese plan de trabajo constaba de varias etapas, que se están acelerando. Es un efecto colateral de la cuarentena, en este caso positivo, porque la ausencia de visitantes permite trabajar con mayor comodidad en obras de infraestructura a gran escala, sin ocasionar molestias ni alterar las rutinas que en condiciones normales tendrían los peregrinos. También por la cuarentena se aplazaron el Congreso Mariano Nacional y los festejos por los cuatro siglos del hallazgo de la imagen de la Madre Morena, y eso otorgó más tiempo para trabajar y acondicionar los sitios más representativos. Se trata de obras de gran impacto, que vendrán a saldar una de las grandes deudas que tiene Catamarca como polo de atracción turística. Siempre se le reconoce a la Provincia que cuenta con atractivos pero carece de infraestructura: es allí donde se puso el acento ahora. No solo en la Gruta, sino en el recorrido que lleva hacia ella. Y con un complejo enorme en el acceso, que incluirá desde restaurantes y locales comerciales hasta un parque temático y un centro de atención en salud. En torno a estos trabajos, surgieron algunos roces porque la Capital está llevando la mayor parte de las tareas adelante, mientras que periódicamente la Provincia informa sobre los avances como si se tratara de una obra exclusivamente propia, pero discusiones al margen, el proyecto es excelente.

No faltarán quienes cuestionen lo que mal podría interpretarse como una visión mercantilista de cuestiones espirituales. ¿Por qué pensar en obtener beneficio económico de hechos como la beatificación de Esquiú o la devoción por la Virgen del Valle? Es un tema que se abordó en varias oportunidades, pero requiere insistir: no son aspectos incompatibles, sino dos facetas de una misma realidad. Es legítimo que Catamarca y su pueblo obtengan beneficios y encuentren posibilidades de crecimiento a partir del desarrollo turístico religioso. Lo hacen desde Lourdes y Fátima hasta el propio Vaticano. No se mercantiliza la fe, sino que se brindan servicios a los turistas que vienen a expresar su fe. Es muy distinto a la estafa que representaría, por caso, cobrar por supuestos milagros o sanaciones. Aquí se invitará a conocer y recorrer una Provincia que cuenta con santuarios muy convocantes y nada malo hay en generar recursos en torno a la actividad. Sería una necedad desconocer que la beatificación de Esquiú, además de todo lo que implica espiritual, religiosa, histórica y culturalmente, también incide -felizmente- en ese aspecto económico. Una última reflexión sobre este tema: es imperdonable, literalmente imperdonable, que no se haya sabido proteger el Corazón de Esquiú, invaluable reliquia que hoy sería un ícono mundial, y desapareció inexplicablemente entre la basura de la ciudad.

La tramitación del juicio político contra los ministros de la Corte de Justicia, José “Pepe” Cáceres y Amelia Sesto de Leiva, es una cuestión que se relaciona directamente con la esfera electoral y por ello precisamente, casi con desesperación, la oposición quiere que se trate en forma urgente, a sabiendas de que al oficialismo le estarían faltando tres o cuatro votos para lograr los dos tercios reglamentarios y aprobar el petitorio del abogado Eduardo Andrada, quien atinadamente denunció que ambos magistrados violan la Constitución y se mantienen en los cargos por arreglos judiciales espurios. Para el caso de ser rechazado el despacho de mayoría, el próximo año podría darse una situación que los radicales consideran favorable. Esto es, que José “Pepe” Cáceres sea designado presidente de la Corte de Justicia para el período 2021-2022, lo que automáticamente lo convertiría en miembro del tribunal electoral que habrá de controlar los comicios de medio término. De allí que insisten cada miércoles con llamar a votar.

Mientras tanto, en los altos niveles del poder, habría conversaciones orientadas a superar esta situación. Entre ellas estaría la promesa de una renuncia de ambos ministros a cambio de que el juicio político no progrese, algo que los diputados peronistas descreen. En cuanto a la solidez del bloque, no caben dudas de que los diputados de Oscar Castillo y Eduardo Brizuela del Moral necesitan ir creando condiciones para la reelección de ambos el próximo año, el primero como senador y el segundo como diputado. Volverían a necesitarse mutuamente, tal como ocurriera en 2015, cuando los votos de Brizuela como postulante a gobernador ayudaron para que Castillo pudiera entrar por la minoría, aunque fuera el menos votado de los postulantes radicales. La única duda del bloque, con base en lo expuesto, pasaría por la posición de los dos diputados del PRO, Enrique Cesarini y Natalia Saseta, los que descontamos tendrán sus propias pretensiones.

Cada día se hace un poco más compleja y delicada la causa abierta por la presunta existencia de una red de complicidad entre autoridades policiales y narcotraficantes. La detención de Carlos Kunz, quien estuvo al frente del área Drogas Peligrosas de la Policía de Catamarca y luego ascendió a subjefe de la fuerza, inició un escándalo mayúsculo que lejos está de resolverse. La cadena de acusaciones, denuncias y contradenuncias, llegó al propio fiscal federal Santos Reynoso, a quien señalan ahora como otro de los supuestos partícipes en la trama de comercio ilegal. Mientras la mayoría de los acusados sostiene que son víctimas de procesos armados sin pruebas ni fundamentos, se insiste en la teoría de que el comercio de drogas ilegales en la provincia contaba con protección a cambio de dar participación a las autoridades en las ganancias. Y entre quienes lucraban con esta deleznable actividad se nombra desde funcionarios policiales hasta políticos, ahora sugiriendo que también había manzanas podridas en la propia Justicia Federal. La destitución del fiscal suena como posibilidad, siempre sujeta a los resultados de la investigación, y a medida que transcurren los meses se hace más complejo distinguir realidad de fantasía en esta historia.

En el delicado caso viene ganando protagonismo el abogado tucumano Gustavo Morales, a quien unos tachan como personaje mediático que lanza teorías insostenibles, pero otros afirman que está señalando con precisión el rumbo del expediente. Dilucidar la veracidad de los acontecimientos es el arduo trabajo que le espera a la propia Justicia y urge conocer las respuestas porque puede haber en este momento personas inocentes privadas de su libertad, o bien puede haber también responsables de gravísimos actos de corrupción en libertad. Es de esperar que la instrucción de la causa judicial -y naturalmente el juicio, cuando se desarrolle- se realice sin intromisiones políticas ni de ninguna clase, porque detrás de este negocio hay un perjuicio mucho más grave para la comunidad toda: dar libertad de acción a los delincuentes de peor calaña, que envenenan a miles de jóvenes, empujándolos a su vez a cometer los más atroces delitos.

El Esquiú.com
 

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