El Secretario
Las autoridades del área turística, tanto de nivel provincial como de los municipios, compartieron ayer una jornada casi de euforia, por los resultados del fin de semana largo diseñado en torno al 12 de Octubre, que se rememora el “Día del Respeto por la Diversidad Cultural”. Corriendo el feriado al lunes y agregando el viernes, se armó un paquete de cuatro jornadas no laborables precisamente para incentivar el movimiento turístico, y aquí la jugada salió a la perfección. La ocupación hotelera fue a pleno, gran movimiento en Capital e Interior y un notable impacto económico, desataron el entusiasmo de públicos y privados como hace tiempo no se veía por estos lares.
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Debe entenderse que los sentimientos están más que justificados, no sólo porque la respuesta de los visitantes fue realmente buena, sino porque el turismo fue uno de los sectores más castigados durante el año y medio que duró la cuarentena y sus restricciones, que incluyeron meses de fronteras cerradas e innumerables dificultades para trabajar. Algunos emprendimientos debieron cerrar sus puertas, al igual que el sector gastronómico; otros resistieron como pudieron con ayudas del Gobierno, en conjunto atravesaron momentos sumamente difíciles, que explican la felicidad por este nuevo amanecer de la actividad.
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El desafío ahora es lograr que lo ocurrido en los últimos días, represente el despegue de un rubro para el cual Catamarca cuenta con un potencial espectacular. Hoy los números son alentadores: el Ministerio de Turismo de la Nación incluyó a Catamarca en el “top ten” de provincias argentinas con ocupación plena, y es una gran noticia, ya que de sostenerse la tendencia, se traducirá en la movilización de la economía, con más ingresos y más empleo directo e indirecto. En la antesala de la temporada veraniega, un aliciente para seguir trabajando, y comenzar a hacer realidad el anhelo de convertir a Catamarca en un polo turístico de relevancia para todo el país.
El Esquiú.com