El Secretario
La situación epidemiológica de Andalgalá se convirtió en seria preocupación de las autoridades por el desmesurado aumento de los contagios. De hecho, ayer jueves, la ciudad tuvo las características de un día domingo. Escasa o nula circulación de la gente, limitada a necesidades esenciales. Aparte llegaron autoridades provinciales para mensurar la dimensión de la crisis sanitaria y proveer de refuerzos a la Municipalidad del lugar que, según declaraciones del intendente Eduardo Córdoba, se mostró impotente para frenar el avance de los contagios. Más allá de ser el presidente del COE y responsable directo de lo que ocurra en su jurisdicción, el jefe comunal descargó todas las responsabilidades en las autoridades provinciales. Él nada que ver. Cero autocrítica.
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Córdoba declaró que el hospital se encuentra en estado de colapso, que faltan insumos y que las tareas de prevención del coronavirus no se cumplen por defección de las fuerzas de seguridad. Llegó a decir que solamente hay 8 efectivos policiales para una población superior a los 20.000 habitantes. Lo peor del caso es que culpó a la comunicación del gobierno por los informes diarios que, según su óptica, ocultan lo que pasa en todo el territorio provincial y maximizan los casos andalgalenses. Como no podía ser de otra forma, recibió desmentidas al por mayor.
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El primero que saltó fue el ministro de Seguridad, Gustavo Aguirre. Dio a conocer cifras diametralmente opuestas y aclaró que Córdoba nunca lo habló, conteste con sus rutinas generales. En cuanto a la comunicación, el intendente debería comprender que el criterio de ponderar alguna situación corre por cuenta de los medios de prensa, los cuales trabajan sobre o desde los informes oficiales. Es decir, no hay preconceptos sobre un departamento equis y, en el caso de Andalgalá, convengamos que los controles sobre la pandemia fueron de una laxitud alarmante. Dejando de lado las omisiones y los pensamientos de Córdoba, queda claro que los casos se han disparado y todos, autoridades provinciales y municipales, deben trabajar en conjunto para conjurar la situación.
El Esquiú