Cuando restan menos de dos semanas para que los catamarqueños acudan a las urnas para expresar su voluntad en las elecciones primarias, las principales fuerzas políticas de la provincia sumaron a sus campañas el souvenir que faltaba: las denuncias cruzadas, que son ya parte del folclore de cada etapa preelectoral. Generalmente estas presentaciones se intensifican en las horas previas a la votación, y refieren insistentemente a repartos de dádivas, violaciones a la veda en las horas previas y otras yerbas. En esta ocasión, sin embargo, adquirió un inusual protagonismo el tema de la propaganda callejera.

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La utilización de espacios públicos para la colocación de afiches y carteles de propaganda, promocionando a los diferentes precandidatos, quedó en el centro de la escena por una delicada línea trazada hace relativamente poco, cuando con el argumento de cuidar la limpieza de las áreas urbanas, se puso un freno a pintadas, afiches, etc. Esas normas fueron oportunamente aprobadas y en verdad son razonables, porque se había llegado al extremo de pintar grafittis en cualquier frente de vivienda, en edificios públicos, en espacios verdes, sin respeto a ninguna propiedad. Y también con afiches y carteles se contaminaba la imagen turística, con el agregado de que -una vez concluida la elección- nadie se hacía cargo de retirar el cotillón proselitista ni de limpiar.

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Ahora la pulseada pasa por determinar qué clase de carteles están permitidos y qué carteles prohibidos, y en esa frontera es que batallan los competidores, sin privarse de denunciar persecusiones, abusos y atropellos. Es bueno que las cuestiones se aclaren, sobre todo porque resta todavía otra campaña, en la previa de las generales de noviembre, y sería conveniente que estas minucias queden superadas. De todas maneras no son cuestiones graves, y si ha de haber enfrentamientos es preferible que se mantengan en ese rango, sin llegar a irracionalidades como las sufridas en Corrientes (donde un diputado fue baleado) o a episodios de violencia que también se vivieron en el pasado en esta provincia.

El Esquiú.com