El Secretario

jueves, 9 de septiembre de 2021 00:56
jueves, 9 de septiembre de 2021 00:56

Aunque a nivel local hayan pasado de moda, las denominadas “candidaturas testimoniales” están más vigentes que nunca. Se trata de postulaciones simbólicas o indirectamente falsas, ya que se utilizan sólo para explotar a las figuras políticas que arrastran una buena cantidad de votos. No es más que una artimaña tendiente a captar la atención y las voluntades del sector menos informado del electorado y claramente es cuestionable desde el punto de vista ético-político, pero como no existe impedimento legal para utilizar este recurso, se lo utiliza. El punto más alto de las testimoniales fue allá por 2009 y aquí la expectativa giraba en torno a Lucía Corpacci, por entonces vicegobernadora en ejercicio que se postulaba para ocupar una banca en el Senado de la Nación. Si iba a asumir o no en caso de ser electa, fue la comidilla política durante meses. Al cabo, la candidatura de Lucía no fue testimonial: ganó su banca y asumió en el Congreso. Pero en aquella elección –también intermedia, como las de este año- hubo decenas de testimoniales, la mayoría de las cuales funcionaron muy bien, a juzgar por los votos que reunieron.
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Ahora la práctica se sigue utilizando y el próximo domingo habrá cuatro gobernadores que prestarán su nombre para las boletas de las primarias. Se dan situaciones insólitas, por ejemplo, en Santiago del Estero, donde el gobernador Gerardo Zamora es precandidato a diputado nacional como tercer suplente. Y aunque su cargo es el último entre los postulantes, es su cara la que aparece en el voto. Algo similar sucede en Tucumán, donde el gobernador Juan Manzur es precandidato a primer senador suplente. Pero allí su participación es casi forzada, porque hay interna real y por la otra línea se presenta –y no como testimonial- el vicegobernador de la provincia, Osvaldo Jaldo. En Mendoza, el gobernador Rodolfo Suárez, es primer precandidato a senador nacional, lo que demuestra que la jugada no es exclusiva del peronismo. Esa postulación fue muy discutida y hasta llegó a la Justicia. Finalmente, el santafesino Omar Perotti, es precandidato a senador suplente y es el más arriesgado de todos, porque tiene reales chances de perder.
El Esquiú.com
 
 

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Comentarios

9/9/2021 | 13:21
#149006
Porque NO PUEDE SER SENADOR un Gobernador de provincia. Taxativamente CLARO. Sin embargo, Carlos Arturo Juárez fue electo y esperó el fin del mandato para ser Senador. Aquí son candidatos quienes NO PUEDEN SERLO. Ni tampoco pueden decir que ganó la elección para Senador alguien que no tiene las condiciones en el momento de la elección. Eso me parece y si no es así y tiene otra hermeneútica jurídica, ESTÁN MINTIENDO AL PUEBLO.

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