Apuntes del Secretario

miércoles, 23 de noviembre de 2022 01:42
miércoles, 23 de noviembre de 2022 01:42

Trago amargo

                         

La fiebre mundialista derivó en un sopapo de dimensiones gigantescas para el pobre pueblo argentino, que se encontró con una derrota inesperada y dolorosa en la presentación del equipo que había enfervorizado a todo el país. Como sucedió tantas otras veces, el exitismo chocó de frente con la realidad, y la fiesta imaginada mutó en frustración y preocupación. Lo mismo había sucedido en 1982, 1990, 2018 y 2002, por nombrar las desilusiones más recientes. Está claro que no todo está perdido, Argentina puede recuperarse y avanzar, pero ahora todo se hace cuesta arriba y no hay margen de error ante México y Polonia, dos rivales que en los papeles son mucho más fuertes y peligrosos que Arabia Saudita. Una pena realmente, que se sintió en Catamarca, donde hubo pantallas gigantes en el CAPE y en el Complejo Urbano Girardi, donde muchos trabajadores se reunieron para vivir juntos el primer desafío albiceleste en Qatar, que arrancó como un sueño y derivó en pesadilla. Los tres goles anulados en el primer tiempo por la “tecnología” del llamado VAR automático parecían hacer demorar la goleada, pero en una ráfaga del complemento Arabia concretó la hazaña y aguantó hasta el final. Así es este juego, ahora a sufrir y esperar que la suerte se revierta. Vendrán días de mucha tensión, por todo lo que significa el fútbol para los argentinos, y porque se sabe que un segundo tropiezo significará la eliminación. Increíble pero real: el equipo que ayer con un empate alcanzaba el record mundial de partidos invicto, ahora quedó al borde del abismo.

Sin vacaciones

La clase política se aferraba al mundial para relajarse un poco, sabiendo que la atención general estará puesta en la suerte de los muchachos de Scaloni en Qatar, y muchos hasta apostaban a una excursión triunfal que levantara los ánimos y mejorara el humor social. Todo puede suceder aún, pero el comienzo fue desastroso y más de un político se agarra la cabeza, calculando qué escenario puede caracterizar la próxima campaña si a la inflación, los problemas económicos y el desencanto general, se añade un dolor colectivo de semejante magnitud. Una eventual eliminación dejaría un panorama político parecido al de 2002, cuando tras la caída de Fernando De la Rúa todos esperaban un desahogo en el mundial de Corea y Japón y resultó la peor actuación argentina en la historia de la competencia. Esperemos que esta vez la película sea distinta. Lo demás ya se sabe: la mayoría tiene cero tolerancia a la derrota, y pasa de la idolatría desmedida a la condena impiadosa sin escalas. En pocos días se verá si la ilusión se renueva o volvemos a hablar de la fecha de las elecciones, los salarios y las candidaturas. Una pregunta final... si la Selección Argentina fracasa, ¿el resultado perjudica más al oficialismo que a la oposición? Todo indica que sí.

Lengua filosa

Desde aquella carta con que inauguró sus críticas a la gestión de Alberto Fernández, hablando de los “funcionarios que no funcionan”, Cristina Kirchner hizo tambalear al equipo de trabajo del Ejecutivo nacional cada vez que abrió la boca. Fue durante un discurso suyo que cayó Martín Guzmán del Ministerio de Economía, y su última aparición en La Plata podría tener similares derivaciones, ahora en el ámbito bonaerense pero con una figura que se proyectaba a nivel nacional. Rumores cada vez más fuertes indican que Sergio Berni dejaría el ministerio de Seguridad bonaerense y que en su lugar asumiría el actual ministro de Justicia, Julio Alak. El cambio podría ocurrir esta misma semana y así, la provincia volvería al viejo esquema donde Justicia y Seguridad funcionan de manera unificada. Con Berni, caería buena parte del ministerio y también la cúpula de La Bonaerense, la fuerza policial más numerosa del país, con unos 100.000 efectivos y una historia oscura. No es un dato menor, tratándose del mayor distrito electoral del país en vísperas de una campaña presidencial.

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Se afirma que la propia Cristina Kirchner tomó la decisión semanas atrás y los minutos que le dedicó en su discurso del Día del Militante a hablar sobre la inseguridad en la provincia sirvieron para dejar en claro que ella está al frente de la salida del mediático Berni. La gota que rebalsó el vaso fue la represión en el estadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata en aquel partido con Boca, que costó la vida de un hincha. La vicepresidenta entiende que los índices de inseguridad y los escándalos del ministro saliente impactan de lleno en el votante del Frente de Todos y por eso pidió su cabeza. Alak, posible sucesor, es incondicional de Cristina. Pasó por Aerolíneas Argentinas, por el Ministerio de Justicia de la Nación y fue además intendente de La Plata durante 16 años. Berni había blanqueado su intención de competir por la presidencia, pero se derritió solo. Peleas, escándalos, crímenes y sospechas: según su declaración jurada pasó de tener USD 1.450.000 a USD 3.041.000 entre 2019 y 2022, un salto del 110%. Y la frutilla, en sus declaraciones juradas omitió declarar una mansión frente al Lago Nahuel Huapi y otros tres departamentos ubicados frente a ese espejo de agua.

Libro polémico

Ayer se presentó en el Salón Auditorio del edificio Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación el libro “La estafa con los desaparecidos. Mentiras y millones”, del investigador José D’Angelo. En el trabajo, D’Angelo describe con detalles y precisión 10 casos que presenta como “un modelo del modus operandi de la corrupción en la administración de fondos destinados a la reparación de víctimas del accionar represivo del Estado argentino en los años 70” y busca demostrar que muertos y heridos por la propia guerrilla, abatidos en enfrentamientos; tiradores caídos en combate; mutilados por manipulación de explosivos, o militantes asesinados por sus compañeros obedeciendo a denominados juicios revolucionarios fueron presentados como víctimas de agentes policiales o fuerzas militares para cobrar millonarias indemnizaciones otorgadas por el Estado argentino a partir de las denominadas leyes de reparación. Según la investigación, familiares de estas personas falsificaron documentos públicos y simularon relatos para acceder a beneficios, por los cuales la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación ya desembolsó cerca de 3.000 millones de dólares, sin control y auditoría de esos expedientes. El libro forma parte de una investigación penal que instruye el juez federal Ariel Lijo.

Tragedia de la Alcaidía

RECUERDOS. Hoy se cumple un nuevo aniversario de la Tragedia de la Alcaidía, uno de los desastres carcelarios más nefastos de la historia nacional. Ese día se había organizado un festejo, en el viejo Instituto de Rehabilitación “Julio Herrera”, que ocupaba una gran manzana sobre la Avenida Güemes, donde ahora está la plaza Raúl Alfonsín. Se cumplían dos años del paso de la cárcel bajo la órbita del flamante del Servicio Penitenciario Provincial, y las autoridades habían preparado un acto. Enterados del movimiento que habría, muchos internos armaron notas manuscritas con la intención de entregarlas en manos a algún jerarca político, pero terminado el acto todos se fueron sin escucharlos. Molestos, concluida la ceremonia oficial y retomada la rutina, en el sector de la Alcaidía se inició la protesta que desencadenaría el horror. Las quejas y los gritos fueron sucedidos por una quema de colchones, que en pocos minutos daría lugar al infierno: murieron trece hombres, víctimas de la inhalación de gases letales emanados de los colchones incinerados. Las denuncias de familiares dirían luego que se hallaron impactos de bala en algunos cuerpos, que no los asistieron, que los encerraron, que los dejaron morir. Ninguna de las personas que perdió la vida en el motín había sido condenada: eran procesados que esperaban que se resolviera su situación. El Gobierno del FCS ofreció a los familiares de los fallecidos pagarles indemnizaciones de trabajo a modo de compensación. Algunos policías llegaron a juicio, pero ningún funcionario político respondió por lo ocurrido. A 29 años del sangriento motín, el episodio quedó prácticamente en el olvido en la memoria popular. Años después se repitió la tragedia en la Alcaidía de Menores, esa vez con cuatro muertos. Ninguno de los hechos afectó a las autoridades del momento.

El Esquiú.com

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