El Secretario

lunes, 23 de mayo de 2022 02:14
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Un encuentro,dos miradas
 

La cumbre peronista realizada el fin de semana en Mendoza culminó con “fallo dividido”, si se permite emplear un término pugilístico, porque a la hora de hacer un balance del encuentro no hubo términos medios: para unos fue un contundente y sólido llamado a la unidad, y para otros un completo fracaso. Las opiniones surgen no tanto por los discursos, que tuvieron el tono previsible, sino al repasar la nómina de presencias y ausencias, tan pesada una como otra.

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Las presencias incluyeron a nuestra comprovinciana Lucía Corpacci, al salteño Juan Manuel Urtubey, Wado de Pedro y el mandatario sanjuanino Sergio Uñac, el puntano Adolfo Rodríguez Saá y el sindicalista Hugo Yasky. Entre los ausentes, el más notorio fue el jefe de Gabinete Juan Manzur, que no apareció pese a que se le reservaba un papel protagónico; en tanto que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, eligió ver el partido de Tigre en Córdoba y mandó un video, eligiendo la presencia “virtual” al igual que el gobernador bonaerense Axel Kicillof. “Nos invitaron para ver televisión”, se quejó un dirigente. Faltaron además muchos dirigentes fuertes del peronismo mendocino, dejando chueca la mesa de los propios anfitriones. Eso ocurrió en parte al rechazo que genera la senadora Anabel Fernández Sagasti, cuyo liderazgo se discute en la tierra del buen vino, porque viene de cuatro derrotas electorales.

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En cuanto al contenido del cónclave y sus repercusiones en redes, lejos estuvieron de disimular los roces entre cristinistas y albertistas, ya que no faltaron referencias al delicado rumbo económico y los temibles efectos de una inflación que el ministro Martín Guzmán no logra domar. El encuentro se llamó “Peronismo Futuro”, sello que hoy se sostiene entre incógnitas, y los plazos se reducen para unificar rumbos y avanzar con más seguridad hacia un 2023 que asoma, todavía, sin certeza alguna: porque el oficialismo nacional está en deuda con sí mismo y su electorado. Ni hablar de quienes no lo votaron.

El Esquiú.com
 

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