Dos pájaros de un tiro

Ejercer el poder no sólo requiere diseñar políticas a futuro y atender las urgencias cotidianas, sino también mostrar cierta muñeca política para evitar enconos internos y contentar, dentro de lo posible, a los distintos sectores cuyo apoyo se necesita. Con esa premisa, el gobernador Raúl Jalil mató dos pájaros de un tiro al nombrar al sucesor de Maximiliano Rivera en el Ministerio de Desarrollo Social. Con el nombramiento de un peronista, Raúl disipó algunas críticas que recibió cuando dio cabida en su gabinete a “extranjeros” o díscolos que no fueron bien recibidos por la base militante en ocasiones anteriores; pero resolvió también dos cuestiones importantes que podrían haber derivado en un foco de conflicto. Para empezar, sostuvo el ministerio de la acción directa en manos del barrionuevismo, algo que se mantiene más allá de tres cambios de cúpula. Porque el área estuvo en manos de Marcelo Rivera, claramente identificado con el líder gastronómico: de hecho fue candidato a gobernador en 2015 por el barrionuevismo, enfrentando a Lucía Corpacci y Eduardo Brizuela del Moral. Después de Marcelo desembarcó en el sillón ministerial otro barrionuevista, Maximiliano Rivera, hijo de su antecesor en la función y principal gestor de su llegada. Y quien lo reemplazó es Juan Carlos Rojas, otrora conductor en Catamarca del sindicato del veterano líder villacubano. No hay espacios que se pierdan y todos en paz.

Sindicatos satisfechos

Pero la jugada le reportó otro beneficio a Jalil, ya que salda una cuenta pendiente con el sindicalismo provincial, uno de los sectores que -nobleza obliga a reconocerlo- fue de los primeros en apoyarlo en su carrera a la gobernación, allá cuando era intendente capitalino y todavía se especulaba con la posibilidad de que Lucía buscara un tercer mandato al hilo. Fueron varios los gremios que apostaron por Jalil, con la cúpula cegetista a la cabeza, y fueron también muchos los que se sintieron luego “decepcionados”, porque no vieron ese amor correspondido en lugares de peso. En su primer gabinete no apareció nadie de los sindicatos, y ya hubo malestar. El enojo creció en las elecciones del año pasado, cuando los muchachos gremialistas tampoco tuvieron cabida en la nómina de candidatos a diputados provinciales del oficialismo. La llegada de “Rojitas”, ya consumada, viene a curar heridas, porque ahora un sindicalista es ministro. Una buena jugada del mandatario.

Severa advertencia

A propósito de Jalil, el comienzo de la semana dejó verlo algo hastiado con el tema de las financieras denunciadas, al punto de que directamente les aclaró a los periodistas que no iba a volver a referirse al tema. La reacción del jefe de Estado es lógica, ya que fue el primero en advertir irregularidades y lo hizo por las vías formales que correspondían, pese a lo cual día a día -naturalmente por intereses sectoriales- se busca la manera de endilgarle alguna responsabilidad. Jalil dejó en claro que ya dijo lo que tenía para decir, y dio por cerrada la cuestión. Pero allí le lanzaron una hipótesis más y le consultaron cómo reaccionaría si alguno de sus funcionarios aparece vinculado con las estafas. “Lo echo, la gente me conoce...”, fue la tajante respuesta de Raúl, que no recurrió a sutilezas ni ambigüedades para definir su posición.

Qué tan involucrados

Apenas se difundieron sus palabras, entre “memes” y ocurrencias populares, se bromeó con que el Gobierno quedaría “acéfalo”, en alusión a la gran cantidad de funcionarios que, se cree, se sumaron a la ola inversionista que prometía ganancias fabulosas. Humoradas al margen, hay dos cuestiones serias para discernir. La primera, es un hecho que altos funcionarios, legisladores y figuras de la Justicia aparecen en la interminable nómina de seguidores de Edgar Bacchiani u otras de las financieras cuestionadas. No es un rumor, muchos lo admiten sin rodeos. Pero seguramente al hablar de funcionarios “involucrados” Jalil no se refería a alguien que pudo invertir dinero en algunas de las casas investigadas. Mientras lo hayan hecho con dinero propio, participar en una inversión particular no representa ningún delito: en todo caso serían simples damnificados, como otros tantos ciudadanos. Otro cantar sería si algún funcionario resulta señalado como organizador o cómplice de la supuesta estafa, y en ese caso queda claro que no hallará cobijo ni protección del jefe.

Corte federal

La Corte Suprema de Justicia sigue en el ojo de la tormenta, y en torno a las diferentes propuestas impulsadas para modificarla, comienza a tomar fuerza la idea de una Corte con 25 miembros, a razón de uno por provincia. De prosperar la moción, Argentina tendría una de las Cortes Supremas más numerosas del mundo. Por citar un ejemplo, del otro lado de la cordillera, la Corte Suprema de Chile tiene veintiún integrantes y el Tribunal constitucional, diez. A nivel regional, el Supremo Tribunal Federal de Brasil tiene once jueces. En Bolivia, el Tribunal Constitucional Plurinacional funciona con siete ministros, el Tribunal Supremo de Justicia de ese país, por su parte, cuenta con nueve “magistrados titulares” y otros nueve “magistrados liquidadores”, este Cuerpo funciona con Salas especializadas en cada materia, como Civil, Penal y Social y Administrativa. El Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela es diferente porque cuenta con un sistema mixto, ya que funciona como casación y como Tribunal constitucional, pero esas funciones se dividen en Salas. Tal es así cuenta con una Sala Constitucional, compuesta por siete miembros, y otras cinco Salas (Penal, Civil, Electoral, Social y Político Administrativa) con cinco miembros cada una.

Las tradicionales

La Corte Suprema de los Estados Unidos está integrada por nueve miembros, al igual que su par de Canadá. México cuenta con una Suprema Corte de once miembros, y funciona en dos salas de cinco miembros cada una y una única presidencia. Siguiendo con los países en los que rige el Common Law (derecho anglosajón), Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia tienen una Corte Suprema en común, que resuelve cuestiones Civiles, Penales y de Familia y cuenta con doce “justices”. En Europa Continental, la Corte constitucional Federal de Alemania tiene dieciséis miembros, y funciona en dos salas de ocho miembros cada una. El Consejo constitucional de Francia, por su parte, se compone de nueve miembros y tienen un mandato de nueve años. En Italia, la Corte Constitucional cuenta con quince miembros, tanto Italia como Francia cuentan también con Cortes de Casación. España tiene un Tribunal Constitucional y un Tribunal Supremo, el primero está integrado por doce miembros, el segundo cuenta con un presidente,  cinco presidentes de sala, y setenta y cuatro magistrados, que se integran en las distintas salas ordinarias del cuerpo. Yendo  al Oriente, la Corte Suprema de Israel consta de quince miembros, y la Corte Suprema Popular de China, de dieciséis..

El 25 de Mayo en Catamarca

Un investigador catamarqueño, Joel Santillán, indagó sobre la manera en que se vivió la formación del Primer Gobierno Patrio en Catamarca, para lo cual le resultó muy valiosa una investigación de la Universidad de Cuyo. Señala que en la etapa final de la época colonial que Catamarca era una sub provincia que estaba al mando de Salta  que era la provincia más  avanzada y grande, con mayor población y tenía a cargo otras sub provincias como Jujuy Tucumán y La Rioja. Se decía que cuando se inició el proceso revolucionario de Buenos Aires y llegó el aviso de la independización de los reyes de España, Catamarca estaba dirigida por familias de la elite, y se percibió una división puesto que había quienes no estaban convencidos con la revolución de mayo y otros sí se querían independizar de los reyes de España. Lo mismo pasó a lo largo de las otras sub provincias, pero Catamarca no solo quería la independización de los reyes sino también de Salta y Tucumán, para poder producir y exportar lo nuestro. Esto no le gustó nada a los salteños y sus gobernantes que mediante cartas al cabildo de Buenos Aires, pidieron que no permitan a Catamarca el cultivo de tabaco y la muy importante cosecha de algodón, y que no se le comprara su producción; algo que tensó mucho la relación entre las ciudades del norte. Los salteños acusaron a Catamarca que no estaba comprometida con los cambios del cabildo y su revolución. Uno de los representantes catamarqueños en ese momento era el riojano  Domingo Ortíz de Ocampo elegido por el triunvirato, que llevó otra carta pidiendo que se independice la provincia y quejándose por la llegada de personas de Tucumán sin credenciales ni investiduras del gobierno, que violentamente se apoderaban de ganados para llevar los recursos a las tropas de Perú. El cambio político que se avecinaba y solicitaba Catamarca era abismal, tanto que para realizar cualquier acto se debía pedir autorización a  Buenos Aires. Las distintas posturas y los disentimientos perduraron hasta que en una elección, de forma unánime, Feliciano de la Mota Botello salió electo con el cargo de teniente gobernador de Catamarca, hecho que fue informado al directorio de Buenos Aires. Se ve así que, mientras Argentina nacía, Catamarca sostenía sus propias luchas.

El Esquiú.com