Apuntes del Secretario

domingo, 31 de julio de 2022 01:27
domingo, 31 de julio de 2022 01:27

El efecto boomerang de la denuncia de subfacturación

Si las críticas contra el gobierno, como aditamento político, se van encarrilar por las vías de la minería, a la coalición Juntos por el Cambio de estas tierras se le pueden volver en contra. Es que existen buenos dirigentes, como el diputado Alfredo Marchioli, que salió a denunciar la subfacturación del litio y dio procedentes explicaciones, pero olvidó que la facción que representa manejó el proceso minero por largos 20 años y posibilitó que las condiciones de negociación de la actividad no fueran las mejores. De arranque nomás hay que decir que el Frente Cívico llevó adelante la aprobación de la ley de Inversiones Mineras, que rebajó las regalías mineras del 10 al 3% en boca mina en 1993. Ese porcentaje lo estableció el gobierno de Carlos Menem y no de Arnoldo Castillo, como tendría que haber sido. Aparte, al poco tiempo, bien lejos de Catamarca, en las sedes de la multinacionales, se cambiaron los contratos y el 3% enflaqueció porque se lo consideró a partir de todos los costos que demandaba la extracción del mineral de Bajo la Alumbrera. Aun así, Catamarca “embolsó” mucho dinero que fue muy mal gastado, pero convengamos que las ganancias pudieron ser mucho mayores. Los arreglos políticos de aquel gobierno radical con el menemismo lo impidieron.

****                                                                                                              

El pasado que vuelve

Ahora el ataque de la oposición, que fue gobierno durante cinco mandatos, se llevó a cabo contra Livent, que explota el litio en Antofagasta de la Sierra. La subfacturación con respecto a lo que facturó Jujuy por el mismo recurso prácticamente está probada, pero hay que aclarar que también para este tipo de cálculos se firmaron contratos, varios de ellos bajo estrictas normas de confidencialidad, con lo cual la empresa tendría armas para defenderse. También hay que considerar que el boom del litio es reciente, cuando el mundo anunció que lo necesitaba para cuestiones vitales como armar baterías para los celulares o poner en marcha los automotores en base a electricidad. Antes se le daba una relativa importancia y el precio no era tan atractivo como en estos tiempos en que, apenas en un año, se exportó por valor cercano a los 200 millones de dólares. Frente a esta realidad, lo repetimos, surgen los cuestionamientos y las omisiones. El Frente Cívico nada hizo contra Livent, que antes era Minera del Altiplano, cuyos beneficios –puestos de trabajo, regalías, contribuciones, etc- fueron a parar durante los años 90 y 2000 a la provincia de Salta, la que si se preocupó por sacar ventajas de un yacimiento que estaba en territorio catamarqueño. Con la llegada del peronismo algo se hizo, pero no mucho. Se exigió a la empresa que tuviera su sede en Catamarca, que los puestos de trabajo fueran repartidos y que las ganancias se dividieran por mitad con los salteños. De esta forma se construyeron rutas, hospitales y se conformó un fideicomiso para asegurar la mejor administración del dinero.

****

Crímenes de lesa irresponsabilidad

Que las críticas de las últimas semanas no tengan efectividad, en gran medida se debe a que el exFrente Cívico jamás hizo una mínima autocrítica sobre de su más productiva actividad. Aparte de permitir que se revolearan los sobres con dinero para que los legisladores catamarqueños aprobaron la Ley de Inversiones Mineras –una vieja y repetida denuncia de Joaquín Quiroga, quien se presentaba públicamente como “ciudadano libre”-, a nadie escapa que se entregó al menemismo la negociación de Bajo la Alumbrera, una joya mundialmente apreciada que se la cambió por cobertura política para impedir que Saadi regresara al poder. Ese yacimiento produjo extraordinarias ganancias, las cuales no se vieron reflejadas en progreso para Catamarca por crímenes de lesa irresponsabilidad de la clase política que gastó el dinero en cuestiones no sustentables (estadio, plazas, hosterías, gastos corrientes, etc), en lugar de hacerlo en obras de infraestructura que crearan trabajo y futuro industrial. Si a ello le agregamos el monumento a la corrupción que fue SOMICA, a la que en algún momento Arnoldo Castillo ordenó cerrar y después la reabrieron para robar, sin controles de ninguna naturaleza, la mejor rodocrosita que descansaba en Minas Capillitas, completamos un cuadro de anarquía cuyas consecuencias llegan hasta nuestros días. El diputado Marchioli tiene razón en muchas de sus invectivas, pero la verdad que para denunciar desde las fronteras radicales hay que tener autoridad moral, situación que no le da al gobierno “luz verde” para la impunidad. Tiene que explicar por qué hubo subfacturación del litio y por qué Salta sigue exportando riquezas que son nuestras. Que sepamos la central de Güemes no tiene litio, sino que directamente lo llevan allí desde el salar catamarqueño.

****

“Éramos pocos y apareció Lanata”

El tema de la subfacturación fue abordado el pasado domingo por el periodista Jorge Lanata, espada bien afilada del Grupo Clarín contra todo lo que tenga que ver con el kirchnerismo. No dijo nada que no conozcamos los catamarqueños, aunque las esquirlas del ataque por tratarse de un famoso comunicador lleguen a distintos puntos de la Nación. Los alfiles de Juntos por el Cambio en Catamarca, comenzando por Marchioli, promocionaron el programa por las redes sociales a favor de captar réditos políticos que, tratándose de Lanata, ya no son tan efectivos como lo fueron en los años 90 cuando bramaban el Caso Morales y/o los ataques contra el saadismo, para lo cual el periodista logró imponer que Catamarca era el principal feudo de corrupción de la Argentina. Lo que ocurre y queda nítidamente expuesto es que el creador del diario de izquierda Página 12 es un mercenario de nota que, con su capacidad, acomoda las cosas a favor de sus mandantes de la derecha argentina que le posibilitan disponer de fortunas y suntuarias construcciones como las que posee en diferentes partes del mundo. Que se haya metido con Livent, posiblemente, le permita engrosar su fortuna, porque guardar silencio después de acusar se cobra muy bien en periodismo. Se trata de una muy mala noticia para quienes perseguían los mismos fines desde Catamarca.

****

El abogado Montero y el gobierno

Como lo dijimos en su momento, la estafa de las financieras que captaban dinero de inocentes inversionistas promete ofrecer nuevos capítulos. El abogado Lucio Montero, que defiende los intereses de numerosos damnificados ha apuntado sus cañones contra el gobierno al considerar que, por el solo hecho de cobrar impuestos, estuvo legalizando el funcionamiento irregular de las cuevas donde asaltaban a la gente, sean poderosos empresarios o inocentes víctimas que pensaban que podían ganar inmensas fortunas sin mover un dedo. La verdad que es una visión equivocada, pero que tiene su valor como estrategia abogadil. Aquí, claramente, ha quedado certificado que se trataba de escabrosos negocios entre privados. Unos muy pícaros y otros demasiados inocentes. También es oportuno aclarar, una vez más, que las denuncias del “juego sucio” contra la gente lo realizó el propio gobierno ante los máximos organismos del país.

****

“Perjuicio profesional y moral”

En cuanto al abogado Montero, hay que decir que en su lucha por recuperar los dineros de sus clientes puede recibir un duro azote de contragolpe. La contadora Carolina Bonfanti le podría iniciar acciones judiciales por haberla involucrado en una maniobra en la que nada tenía que ver y por la cual terminó presa por espacio de varios días. Conforme lo explicó en un derecho a réplica que fue concedido por diario El Esquiú, la reconocida profesional señaló “me veo obligada a aclarar que no me encuentro imputada en la causa contra RT Inversiones. Que como bien debería saber el doctor Montero se dispuso la “falta de mérito” por parte del juez Argibay, quedando demostrado que las denuncias fueron totalmente infundadas en relación con los hechos investigados por la Justicia y, con relación a las personas que me denunciaron en forma infundada y a instancia del doctor Montero, hago saber que los datos de las mismas fueron aportados por el propio abogado al realizar la denuncia, lo que obra en el expediente….lo cual me causa un grave perjuicio profesional y moral”. Un añadido nuestro: somos testigos que la contadora trabajaba para RT en otro proyecto, muy distinto a captar dinero de inversionistas y que, oportunamente, daremos a conocer.

*****

Sarroca y Blas, muy comprometidos    

Mientras está en el aire el duelo Bonfanti-Montero, no hay buenas noticias para Edgar Bacchiani, el principal operador de la más grande estafa que se haya perpetrado en la historia de Catamarca. Está en la cárcel, pero la Justicia cordobesa lo quiere llevar a la provincia mediterránea para que pruebe sus acreencias y de respuesta a las víctimas de aquellos lares. No sabemos cómo se resolverá esta cuestión de competencias, pero está claro que Bacchiani prefiere la prisión catamarqueña, lo mismo que algunos de sus socios –Alexis Sarroca o José Blas- que tomaron dinero directamente de sus víctimas y ni siquiera habrían rendido cuentas de la recaudación a su jefe, por lo cual podrían permanecer en la cárcel por muchos años. Al menos desde este diario seguiremos sus casos, como de los otros detenidos al milímetro. Del expediente se desprende, nítidamente, que no solo Bacchiani o Bulacios se quedaron con el dinero de la gente. También están los que atraían “clientes” y no rendían cuentas, como son los casos de Sarroca y Blas.

El Esquiú

Comentarios

Otras Noticias