El Secretario

viernes, 5 de agosto de 2022 01:03
viernes, 5 de agosto de 2022 01:03

Limar las diferencias

El encuentro entre el gobernador Raúl Jalil y el intendente de Andalgalá, Eduardo Córdoba, es un alentador primer paso para tomar el toro por las astas en torno al enrarecido clima que se vive en la “Perla del Oeste” y zonas aledañas, por las eternas confrontaciones entre sectores promineros y antimineros, que periódicamente se reavivan con mayor o menor vehemencia, entre otras etapas de relativa calma. El jefe de Estado mostró su mejor predisposición para escuchar y actuar e incluso habló de una deuda histórica que se mantiene con esa región catamarqueña, deuda que no solo reconoció, sino que se comprometió a comenzar a saldar.

***
Al margen de cualquier postura política, un acto de estricta justicia requiere señalar que no es Jalil la persona a la que pueda responsabilizarse por las tensiones, puesto que -incluso con algunos episodios muy violentos- los roces y escaramuzas se remontan hasta treinta años atrás. Eso no quita que, como máxima autoridad provincial, deba ahora hacer frente a la situación, y en ese plano es bueno que haya vuelto a apostar por el diálogo y la razonabilidad. Puso así la cara para recibir reclamos, quejas y cuestionamientos y propuso profundizar los encuentros para encaminar las diferencias de un modo saludable para los intereses de Andalgalá y Catamarca toda.

***
En este punto sería sano también que haya un sinceramiento general y que quienes alzan su voz para reclamar asuman sus idas, vueltas y dobles discursos. Porque hubo en Andalgalá altos dirigentes políticos que con una mano golpeaban la mesa contra la producción minera y con la otra recibían los beneficios de la actividad, con un agravante: esos recursos no siempre tuvieron un destino claro y mucho menos acorde con el fin que debe darse a aquellos fondos que provienen de recursos no renovables. El destino minero de Catamarca y de la Argentina toda ya no es materia de discusión. Queda entonces el camino del diálogo serio para superar eventuales crisis y sobre todo para no repetir errores del pasado. Lograrlo exigirá un compromiso social amplio y no solo una decisión del Ejecutivo.
El Esquiú.com
 

Comentarios

Otras Noticias