Apuntes del Secretario

domingo, 18 de septiembre de 2022 00:56
domingo, 18 de septiembre de 2022 00:56

“Estamos sobre la hora”

Renacen las flores y llega la primavera. Al mismo tiempo, se le acortan los plazos al gobierno de Raúl Jalil para tomar decisiones trascendentales en materia electoral. Si bien es cierto que la discusión de la semana estuvo centrada en los reclamos salariales, algunos cambios importantes en el gabinete y los chispazos internos del oficialismo que saltaron en la Legislatura provincial e hicieron fracasar la sesión del pasado miércoles, la preocupación mayor pasa por saber si habrá desdoblamiento de las elecciones. Más claro para el entendimiento de los electores: hay que saber si los candidatos locales -gobernador/vice, diputados/senadores provinciales y concejales municipales- se elegirán “en algún domingo de marzo” de 2023 y la elección de los diputados nacionales (completan su mandato Anahí Costa y Rubén Manzi) se acoplará a las presidenciales del mes de octubre del mismo año o el combo completo de dirimirá en simultáneo con la Nación. Este dilema, que desvela a los políticos locales de todos los bandos, no es menor, y tiene que ver con los tiempos. Si se decide la votación en marzo, necesariamente hay que determinar la fecha para llevar a cabo las PASO las que, según la ley, deben ser convocadas con 60 días de antelación. Si este es el camino que elige nuestro primer mandatario, en calidad de convocante, las primarias deberían hacerse en pleno verano, sea en diciembre o enero, y la convocatoria decretarse hacia finales de octubre o noviembre. Es decir, siguiendo el idioma futbolero, “estamos sobre la hora”.

Con PASO o sin PASO

Mientras el oficialismo cavila sobre cuál es el escenario que más le conviene y busca solucionar algunas diferencias internas, la agenda incluye discutir si se confirman las PASO o se las suspende en esta instancia. Como ocurre en otras provincias, el oficialismo catamarqueño tiene los números en la Legislatura para eludir las primarias y que sean los partidos políticos los que nominen sus candidatos por medios propios. De hecho, tanto el peronismo como el radicalismo, siguiendo la letra de sus estatutos, tienen como hacerlo. Por supuesto, especialmente en la oposición, más fácil es acomodarse a la ley de las primarias abiertas que fue sancionada hace 7 años. Antes de que esto ocurriera, salvo algún caso excepcional, las conducciones llamaban a un congreso en el caso del peronismo o una convención si se trataba de los radicales, las que conferían facultades a los jefes partidarios para designar a dedo a sus postulantes. Precisamente para evitar estas triquiñuelas, y varias más, el kirchnerismo instaló las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias a nivel nacional y la mayoría de las provincias siguieron el mismo camino.

Un antecedente clave

Suspender las PASO espanta a la oposición. Es que el sistema, sin dejar profundas heridas, le permite dirimir su propia interna en base a la ley. Por ello, sus principales figuras claman para que el gobierno no cambie el escenario electoral. El tema, desgraciadamente para ellos, es que no depende de Juntos por el Cambio. El peronismo puede imponer sus mayorías en ambas cámaras y sobre el particular ya existe un antecedente que mete miedo entre los socios opositores. En 2019, cuando todavía ejercía la gobernación Lucía Corpacci, la Legislatura aprobó con fuerza de ley la suspensión de las PASO si es que la convocatoria a elecciones se hacía en marzo. Como finalmente se dispuso que se vote en octubre no hubo necesidad de aplicar la decisión legislativa. Hoy por hoy, si hay acuerdo en el peronismo y se recibe un guiño de la Casa Rosada, podría repetirse la misma jugada. Las dudas por esta situación, como lo afirmamos en el arranque, se definirán en los próximos sesenta días. Hasta que ello ocurra habrá que contener los nervios.

Internas no resueltas

Las preocupaciones no son patrimonio exclusivo de la oposición. También en el oficialismo hay posturas encontradas. Algunos quieren las PASO y otros no. Entre los primeros, que nadie dude que existen disputas internas no resueltas. Por caso, se descuenta que Raúl Jalil irá por la reelección, como lo pidió hasta la propia Lucía Corpacci, lo que no descarta que a otro postulante se le ocurra discutir en las urnas la misma postulación. También en otros niveles hay pretendientes de varias procedencias. Es más. Nos animamos a decir que un inmenso porcentaje de legisladores y concejales ya piensan y militan la reelección. ¡Como no hacerlo si ser legislador en Catamarca es como sacarse la lotería!

Manzur ponderó a Catamarca

Durante la semana que pasó, tal como lo establece la Constitución, el jefe de gabinete de ministros rindió cuentas sobre la marcha del gobierno y respondió a miles de preguntas que llegaron desde las butacas opositoras. Juan Manzur, en uno de sus pasajes, destacó a Catamarca como una provincia equilibrada y promisoria en términos de futuro. En ese sentido destacó el bajo nivel de desocupación, la creación de empleo privado a través de la minería especialmente y del valor de poseer una de las pocas reservas mundiales de litio. A pesar que el diputado nacional Rubén Manzi destacó que el exgobernador de Tucumán no tenía buena información, no caben dudas que fue un gran espaldarazo para la gestión de Raúl Jalil. Y, aparte, más allá de las razones de Manzi, la minería crea trabajo y los números de la provincia están equilibrados.

Otra vez el avión

Si la campaña proselitista de Juntos por el Cambio a nivel local se va a centrar en la compra de un avión y el uso que pueda dársele, nos parece que no redundará en beneficios electorales. Como lo dijimos en una entrega anterior, el gobierno no comunicó bien al afirmar que se lo adquiría para atender cuestiones sanitarias. Debió expresar que esa sería la prioridad, pero no la única. Cómo no hacerlo si en forma permanente los funcionarios y, especialmente el gobernador, deben viajar a Buenos Aires o a otras provincias por gestiones a favor de la provincia. Y que se lo haya prestado al presidente de la Nación para un viaje al sur del país, como gesto, tampoco está mal. Al fin y al cabo no es bueno entrar en este tipo de disquisiciones si como provincia dependemos enteramente de la Nación. Sin embargo, el diputado nacional Monti llevó el tema hasta el Congreso en una actitud casi incomprensible. Tal vez especuló con que al tema lo tomaran los medios nacionales para atacar al presidente o al gobernador Jalil.

Acercarse al poder y buscar recursos

El virtual lanzamiento de Horacio Rodríguez Larreta como candidato a presidente de la Nación contó con una nutrida delegación de catamarqueños. Al menos diez de ellos, pertenecientes a la UCR, al PRO o a la Coalición Cívica dijeron presentes en la Capital Federal y comenzaron a acomodar el cuerpo mientras especulan, con buenas razones, que el sector puede recuperar el poder en las elecciones del próximo año en orden a la vertical caída de la imagen del gobierno nacional. También fue un buen motivo para ir a demandar los recursos que pueda demandar la campaña catamarqueña porque, salvo excepciones, sabemos que los políticos son reacios a invertir sus propios dineros.

El viejo Hotel de Turismo

Como lo hacemos habitualmente, el último bloque de los “Apuntes” incluye los recuerdos. Diferentes entidades representativas del medio se autoconvocaban hace más de 30 años atrás, en la Federación Económica, a fin de tratar la problemática del exHotel de Turismo, reconvertido como Hotel Casino. El establecimiento, que durante varias décadas fuera orgullo de los catamarqueños, se encontraba en 1990 en estado de abandono, siendo utilizado para fines ajenos a los que fue creado. Esa era la cruda realidad: el peronismo de aquellos tiempos lo había convertido en un verdadero conventillo, que servía para alojar a vagos, ñoquis y punteros políticos del interior de la provincia o fuera de ella. Se realizaban allí permanentes reuniones del PJ y la atención a los clientes ajenos a la política no era la adecuada, ni mucho menos. Lamentablemente lo que vino después fue mucho peor. La señera institución, íntimamente ligada a la sociedad de Catamarca, fue transferida por el castillismo a personas ajenas a nuestro medio que, en ventajosas condiciones, tomaron a su cargo la explotación del juego. Podrán decir “los abogados del diablo” que, a cambio de la privatización del juego, se construyó un hotel cinco estrellas que le sirve a la provincia. Se trata de una verdad a medias: primero que a ese hotel lo explotan foráneos y, lo más importante de todo, cuando se termine la concesión del juego, que ya fue prorrogada, todas las instalaciones (incluido el viejo Hotel de Turismo), por contrato, no vuelven al patrimonio provincial. Serán de quienes lograron pingües ganancias con el juego y, para que el negocio sea redondo, se quedan con el espacio físico. En síntesis: aquella reunión de la Federación Económica no solucionó nada. Al contrario, otorgó buenos pretextos para la nefasta privatización que iba a venir años más tarde. 


El Esquiú.com
 

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