¿Y la guerra?

Aunque cada vez ocupa menos lugar en las primeras planas de los medios, en pocas semanas se cumplirá ya un año desde el inicio de la guerra Rusia-Ucrania, sin señales de que vaya a terminar. Desde la violenta incursión de los ejércitos de Putin en febrero de 2022, las fuerzas rusas han bombardeado y asediado las ciudades ucranianas y matado a un número indeterminado de civiles. Cientos de miles de refugiados han huido a Moldavia, Polonia, Rumania, Hungría, Eslovaquia y de allí al resto del continente. Una situación, inédita en Europa desde hace décadas. Rusia presentó su invasión como una medida de “protección” a las poblaciones afines de Ucrania, pero su ejército ha violado repetidamente el derecho internacional y cometido crímenes de guerra contra esas mismas poblaciones.

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Militarmente, nada salió como se preveía. Rusia apostó por el colapso del ejército y de las autoridades ucranianas, pero encontró una resistencia impensada, apoyada por un gran conglomerado de países que le aportan desde respaldo político hasta dinero y armas. La operación relámpago que se diseñó inicialmente derivó en una carrera cruel de largo alcance y costo incalculable. Ahora los rusos apuestan al duro invierno para sacar ventaja como lo hicieron históricamente, desde los tiempos de Napoleón hasta Hitler. Pero es un terreno que los ucranianos también conocen.

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Mientras tanto la economía de casi todos países a nivel internacional se ha visto afectada debido al impacto negativo que está teniendo el conflicto armado, más aún en aquellos países emergentes que todavía no se han recuperado de los estragos de la pandemia del Covid-19. La guerra de Ucrania dejó hasta aquí aproximadamente unos 1.500 millones de personas afectadas en todo el mundo, según la ONU, ya que necesitan el suministro de alimentos y fertilizantes que se ha visto interrumpido debido al conflicto armado. Se observa así una situación que incide brutalmente, incluso en comunidades que se muestran indiferentes ante lo que sucede en aquellas tierras.

El Esquiú.com