Un grupo de padres tinogasteños se encuentra en “alerta” ante la posibilidad de utilizar el nuevo edificio de la Escuela Nº 3 “Amor y Esperanza”, para el dictado de talleres gratuitos fuera del calendario educativo de la institución, destinados a niños desde los 4 a 13 años de edad. Los progenitores, de acuerdo a lo informado por el medio local Voces Escritas, consideran “improcedente” que se use el local de la escuela, recientemente inaugurado luego de varios años de espera, para actividades extracurriculares.
Estos cursos o talleres que serán gratuitos, estarán a cargo del Centro de Actividades Integrales, que son conducidos por dos coordinadores y tres talleristas, dictándose los días sábado de 8 a 15.
Los padres se enteraron de la novedad a través de comunicados que se difundieron semanas atrás, donde se invitaba a los papás en general, a inscribir a sus hijos en los diferentes talleres de música, danza, dibujo, teatro, etc., los que se llevarían a cabo en la escuela Nº 3.
Inmediatamente se autoconvocaron en un grupo aproximadamente 30 padres, para analizar los pasos a seguir, por lo que como primera medida, consultaron a los directivos del establecimiento sobre la versión, y se les habría informado que fue una disposición emanada desde la Dirección de Educación Especial de la Provincia, que sólo les comunicaba que ese programa que bajaría desde la Nación, necesitaba un espacio físico para los chicos que concurrirán a los talleres gratuitos de mención, y que esas actividades se las llevaría a cabo en la escuela, porque reunía las condiciones para tales fines.
Dora de Segura, mamá de dos chicos que asisten a la escuela, dijo a Voces Escritas que están muy preocupados” por “este abuso” que, consideran, se haría con la escuela. “Cuántos años hemos esperado nosotros como padres, y nuestros hijos como beneficiarios directos para poder gozar de su nuevo edificio, y que ahora no sé quién o quiénes, pretendan utilizar los días sábados la escuelita nueva para esos talleres, donde vendrán seguro muchos chicos, que está bien que se los contenga y hagan este tipo de enseñanzas, pero no en este establecimiento”, dijo.
“Hay clubes, centros vecinales, CCI, o salones comunitarios, muchos de ellos que inclusive no se los ocupa, ¿por qué entonces la escuela Amor y Esperanza debe ceder sus espacios predeterminados para nuestros chicos?”, se preguntaba, visiblemente, la madre.