Antonio Tarragó Ros nació el 18 de octubre de 1947 en Curuzú Cuatiá, Corrientes.
La música siempre estuvo presente en la familia Ros. Comenzó a trabajar con el conjunto del padre como acordeonista suplente y presentador, mientras iba descubriendo de a poco que si bien su padre no era la estrella que él imaginaba, era un artista hasta los tuétanos.
Por ese tiempo de descubrimientos esenciales terminó de perfilar su destino, enrolándose en la militancia del chamamé y fue ahí donde -quizás- se prometió a sí mismo que algún día él llevaría esa música maravillosa y marginal hasta más allá de las fronteras del país y de los prejuicios, para que sonara en igualdad de condiciones, tanto en los teatros como en las bailantas. Su música se escucha tanto en los estadios masivos de rock como en las bailantas, en los teatros como en la televisión. Ha recibido tantos premios como años de trayectoria tiene. Grabó 24 discos, algunos en el exterior.
Entre sus temas se encuentran “María va”, “Canción para Carito”, “Cachito campeón de corrientes” “Pueblero de Allá Ité” y “Jineteando la vida”. Es reconocido por su preocupación por el medio ambiente. Escribió canciones sobre este tema, como “El río herido”, en contra de la instalación de las papeleras en las costas del Río Uruguay, entre otros. También ha compuesto música para algunas películas.
Sus hijas Laura e Irupé también son músicas y compositoras.
 

-De nuevo por Catamarca para participar de la Feria del Libro
- La verdad es que estoy muy feliz de ver cómo está Catamarca. Hace mucho que no venía y veo que están recuperando el teatro que a nosotros que somos del mundo de la cultura nos llena el corazón de satisfacción. Nos saca la desesperanza porque en tantos lugares, en varias décadas, han estado rompiendo teatros para realizar supermercados, agencias de autos, con el dolor que eso conlleva. Los españoles, los italianos, fueron los que levantaron los teatros mientras trabajaban la tierra con un arado de rejas. Ahora sus nietos para arar el campo lo hacen con tractores con aire acondicionado y no son capaces de mantener pintados esos teatros. En Catamarca esto se está revirtiendo.
Durante la Feria del Libro hablé con funcionarios, con gente del Bicentenario que trabaja por todo el país, vemos que hay un rever la cultura, el mirarse para adentro y no ser tan norteamericanizados, esa idea que todo pasa por el rock, por esa cultura que no tiene que ver con nosotros.

. Cuál fue su actividad en Catamarca
- Yo viene a presentar la obra llamada “Pasiones en la Historia Argentina”, con Pacho D´Onnell. Estuve con Juan Palomino, quien conoce mucho Catamarca porque estuvo haciendo películas en esta provincia y me tenía a los empujones para que venga, porque los adora a los catamarqueños, ya que inclusive estuvo averiguando para comprarse un terreno.
Con Palomino fuimos a ver a una señora que hila la lana de vicuña y nos dimos cuenta de cómo cambió el trato cruel que antes se daba a este animal. Yo tengo una tonada llamada “La tonada de la vicuña”, que trata sobre la pena de matar a la vicuña, pero ahora se la esquila. Entonces creo que tenemos muchas razones para sentirnos contentos.
Pero me gustaría que Catamarca tenga un perfil más alto desde sus artistas, sus músicos y que quizás ahora llegue esta etapa. Por qué digo esto, porque Catamarca tiene una Secretaría de Estado de Cultura, donde la cultura es considerada una obra pública y tiene rango de Ministerio, y es como debe ser, porque la Cultura es la única que aborda la conducta del hombre para transformarlo en alguien que ama lo suyo y la herramienta es el folclore. No hay otra.
En la obra de John Lenon no se va a encontrar una canción que te enseñe amar Catamarca.

- En qué etapa de su vida se encuentra en relación con su pasión por la música
- Creo que estoy en una etapa más movimientista y menos personalista. Pienso más en los demás, en lo que viene ahora. Tengo una fundación, “Ama a la naturaleza”. Siempre fui movimientista pero ahora pienso mucho más en los demás.
En la Feria del Libro realicé una charla, “Lo nuestro”, cuyo tema es defender y amar lo nuestro.

- En su defensa de la naturaleza, qué opinión le merece la situación de Catamarca en relación con la minería
- Yo soy ambientalista desde el arte y de la música, y me llamaron los asambleístas de Gualeguaychú para darme la noticia de que el juez había dicho que no había mérito suficiente, lo que significa dar marcha atrás las causas que tienen, pero también como diciéndoles no hagan tanto lío porque si llegamos a conseguir más elementos van presos. Entonces, mirando lo que sucede en Catamarca, hay una realidad global, y es que el agua es un bien que debería ser intocable, y la cultura es una gran herramienta para concientizar sobre esto. En cuanto al progreso, mi hija Irupé no quiere ni siquiera que mate las ratas, e inclusive le da comida de perros y esto ya es un disparate. Pero entre Irupé y aquellos que quieren pavimentar la laguna de Vera o contaminar todo en nombre del progreso, dejar todas las nacientes, los acuíferos contaminados, tenemos que pensar que en el medio de ello debe haber algo. Con las presiones, movilización, con políticos que toman conciencia de ello, que son escrupulosos, con mirada más sabia, se puede hacer un desarrollo sin contaminar todo. Por supuesto que es más costoso económicamente.