Mario Sampayo comenzó a correr en 1992 como navegante y obtuvo su primer campeonato en 1995, ya como piloto.
Además ganó en los años 2004, 2006, 2007 y 2008 campeonatos catamarqueños y del NOA.
Su mayor triunfo fue en 2010, cuando ganó la carrera del Rally argentino en Catamarca, con un Subaru.

- ¿Cómo fueron tus inicios en el rally?
- Me inicié por la invitación de un amigo de la infancia, que es Julio Frías, para ser su navegante. Estuve casi un año corriendo con él, después con el tiempo corrí con uno que otro piloto, como Héctor Romero, Marcelo González, que eran en ese tiempo muy buenos pilotos en clase A. Hasta que un día mi papá me compró un Fiat 600 para que pudiera ser el piloto. Justo coincidió con que Julio Frías vendía su auto y yo lo invité a él para que fuera mi navegante. En esta etapa con Julito hicimos todo lo que no pudimos hacer con el primer Fiat. Lo hicimos con mi auto, como salir campeones catamarqueños del NOA, corrimos algunas carreras en Santiago del Estero, en las cuales les ganamos al campeón y al subcampeón cordobés. Fue un año espectacular para nosotros, y justo ese año se creó la premiación del Círculo de Periodistas Deportivos, fuimos ternados y ganamos el primer premio que se otorgó al automovilismo en Catamarca, con un Fiat 600 ganando la clase A. Nos sentimos sastifechos por haber tenido un auto de la clase A y haberlo ganado, a pesar de que había otros autos mucho más grandes. En ese año hicimos lo que nunca nos habíamos imaginado.

- ¿A qué edad nace tu curiosidad por los fierros?
- Mi papá me regalo un Fiat 600 cuando tenía 15 años para que ande en la calle, después con el tiempo le fui haciendo cosas, como la leva, la tapa, le ponía suspensión, también lo bajábamos… recién a los 17 años comencé a correr.

- ¿Cuántos años fuiste navegante?
- Como navegante estuve del 92 hasta el 94, porque en adelante ya comencé a ser el piloto. De ahí corrí en el 95 y en el 96 ya me fui a estudiar a Córdoba y se me hizo difícil correr. Por eso participé en una sola competencia en el 96, porque se me complicaba por el estudio. Mi papá me dio a elegir en ese momento que opte por una de las dos carreras, el automovilismo o la abogacía. En ese momento fue como que me obligó mi viejo a que siga la carrera de abogacía y le voy a estar eternamente agradecido por la decisión que me hizo tomar.

- ¿Cuántos autos tuviste a lo largo de tu trayectoria?
- En 2003 comiencé a correr de nuevo con Vicente Andreatta como navegante, alquilando un Gol a Raúl López, en la última carrera en la cual ganamos. Al año siguiente hicimos un año de aprendizaje, y salí subcampeón con ese Gol que habíamos alquilado para toda la temporada.
Después, con otro Gol en 2005 tuvimos un año espectacular; salimos campeones del NOA y del provincial. Además ganamos todas las carreras que corrimos; era un auto espectacular que fue vendido a principios del año 2006 a una gente de Tucumán. En 2006 alquilamos un Palio, con el que salimos terceros en Tucumán y después compramos un Palio. Tuvimos muy buenos resultados, obtuvimos un tercer puesto en un argentino. Esto por unos inconvenientes que tuvimos a comienzo de la temporada, porque habíamos contratado un servicio técnico del sur para que nos asistiera y no nos rindió. Así que en las primeras dos fechas no sumé ningún punto. Si no hubiese sido por eso creo que podríamos haber sido campeones argentinos. Después de eso lo vendimos al Palio y al año siguiente compramos el Clio. Con este auto hemos obtenido muy buenos resultados, pero también tuvimos muy mala suerte, porque nos paramos tres o cuatro veces yendo primeros, con la carrera prácticamente ganada, así que terminamos segundos, pero con el sabor amargo de que podríamos haber salido campeones.

- Después tuviste el Subaru, el auto más importante con el que haya corrido un catamarqueño en un rally argentino. ¿Por qué lo vendiste?
- Fue todo un trámite ese auto. Lo compré cuando el auto recién salía de aduana, así que tenía un año y cuatro meses para volver a ingresarlo. Entonces corrí todo un año en el que tuve muy buenos resultados en el campeonato del NOA, en el catamarqueño; además gané todas las carreras que corrí y obtuve un segundo puesto en el rally argentino en Catamarca, donde competí con Baldoni palo a palo, un corredor reconocido en el ambiente del rally. A partir de esa temporada fui a correr al mundial, después tuvimos la felicitación por parte de él, y fue toda una sastifación para nosotros. Al año siguiente el auto ingresó a la aduana y nos costó tres meses poder sacarlo, por el tema de papelería. Entonces tuvo lugar la carrera homenaje a mi papá, y justo yo quería el auto para esa fecha, en la cual tuvimos la suerte de ganar con el apoyo de la gente de Chumbicha. Después vino nuestro triunfo estelar, que fue ganar una carrera en el campeonato argentino, en una categoría tan exigente, donde hay equipos oficiales que predominan. Y nosotros teníamos un auto de con menos tecnología, porque ellos corrían con autos 2010 y nosotros con un 2006, en la categoría N4 ligth. Haber ganado en nuestra provincia es algo inolvidable y nunca más se nos va a borrar de la cabeza. Ganar una carrera en el argentino y más en la categoría es mucho más que todos los campeonatos que he conseguido.

- ¿Cuánto salía mantener el Subaru en una carrera?
- Para un campeonato argentino salía por carrera unos 20 mil pesos; es por eso que lo vendimos después de haber ganado la carrera del argentino, a García Hamilton de Tucumán, por los costos altos y porque no teníamos para seguir compitiendo.

- ¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
- Estoy en el armado de un Polo en la categoría A 7 para correr en el zonal de la provincia, el NOA o en Tucumán. Nuestro objetivo es terminar bien la próxima temporada.

- ¿Cómo es un domingo sin competencia?
- Me levanto temprano para mirar todas las carreras.