Fueron casi doce mil kilómetros los que el periodista deportivo Pablo Lozada Moreno recorrió para cubrir el Dakar Argentina Chile 2010, a bordo de una Volkswagen Caddy, acondicionada como una mini motorhome para vivir los 19 días de la experiencia más dura del mundo.

El recorrido arrancó en San Fernando del Valle de Catamarca el pasado 28 de diciembre y recorrió los Bivouac de la competencia.

Visitó Capital Federal, Colón, Córdoba, La Rioja, Fiambalá, Copiapó, Antofagasta (Chile), Iquique, Antofagasta (Chile), Copiapó, La Serena, Santiago de Chile, San Juan, San Rafael (Mendoza), Santa Rosa, Trenque Lauquen y Capital Federal.

El catamarqueño trabajó realizando la cobertura para su página web www.4x4noticias.com, medio especializado en este tipo de competencia, que nació realizando la cobertura del Campeonato Argentino de Cross Country.

Además fue uno de los dos móviles en la competencia para el equipo especializado Campeones, que conduce Carlos Alberto Legnani.
Y transmitió durante 130 horas por Radio Rivadavia, en una cobertura sin precedentes, ya que fue la primera vez en la historia de un Dakar que se trasmitió totalmente por radio.

En la provincia de Catamarca el trabajo periodístico fue para el grupo comunicacional Tesis en sus tres emisoras, Radio Spacial, Radio Viva y Radio Mujer.

- ¿Cómo fue la experiencia de ser el único catamarqueño que trasmitió el Rally Dakar?
- Fue una experiencia netamente positiva, me cambió la forma de hacer periodismo. Uno siempre sueña con cubrir eventos internacionales y estar adentro de las competencias. Llevo 21 años de periodismo deportivo y con casi 760 carreras cubiertas en competencias provinciales, nacionales e internacionales, pero hace tres años atrás, cuando me enteré que venía el Rally Dakar a la Argentina, comencé a trabajar en el proyecto. En el rally 2009 hice una cobertura parcial y ahí me propuse hacer todo el Dakar 2010.
Para la preparatoria monté una estructura de prensa, creé una página de noticias que se llama 4x4noticias.com, y fui a todo el campeonato argentino de Cross Country, que era la base de todos los pilotos argentinos.
Ir al Dakar no es económico... La acreditación sale 3.500 euros y había que vender el producto, porque a esa cifra había que sumarle los gastos personales para todos los días de la competencia. Yo viajé solo en mi propio vehículo unos 11.600 kilómetros, estuve casi 20 días viajando. Hice las transmisiones para las radios de Catamarca y además fui uno de los móviles que tenía Radio Rivadavia, donde trabajo hace tres años.

- ¿Hiciste prensa para algún piloto?
- Hacer prensa significa que un piloto te contrata para que envíes información a los medios de su ciudad. Por ejemplo Alberto Tornatore, enviaba toda la cobertura sobre su participación en el Dakar. Son 21 años de juntar contactos y hacer prensa a varios pilotos.

- ¿Cómo es la preparación de un periodista para cubrir un Dakar?
- Tenés dos maneras de realizar el trabajo periodístico. Una de ellas es entrar en plena competencia, donde la organización no te deja ingresar si no tenés un vehículo 4x4 o una camioneta que tenga una jaula. Los periodistas van como si fueran verdaderos competidores por una cuestión de seguridad, ya que se trasladan con 600 vehículos en plena competencia entre autos, motos, cuatriciclos y camiones... Si no tenés el equipo de seguridad te pasan por arriba. Los camiones te pasan literalmente por arriba, ya que no te pueden ver.
La otra manera es como hacen el 90 por ciento de los periodistas, que es hacer la ruta de asistencia, por rutas nacionales o internacionales. Mi único camino de tierra fue en el Paso San Francisco, que fueron 220 kilómetros hasta Copiapó (Chile). Sabía que no tenía que romper el vehículo y fui a 110 en toda la competencia. La camioneta me la armaron para poder resistir todo el viaje y fue preparada como si fuera un auto de carrera.

- ¿Tu familia te apoyó?
- Me apoyó. Como viajo todos los fines de semana ya están acostumbrados. Pero en el Dakar fueron casi todos los días de llamadas telefónicas a la familia, a pesar de que por ahí no se podía porque no había señal o Internet, o era muy caro. En algunas ciudades chilenas los 15 minutos de Internet costaban 20 dólares.

- ¿Cuál es la diferencia, periodísticamente, entre un Cross Country y un Dakar?
- El Cross Country es como un rally argentino, tenés todo para trabajar cómodo; sala de prensa, estás en una ciudad, dura dos jornadas, sábado y domingo, dormís en hotel de ciudad. En el Dakar salís y estás en la calle, son las 22 ó 23 horas y estás en medio del desierto. A pesar de que hay mucha gente, cada uno está en lo suyo y los pilotos están muy cansados, es muy difícil sacarle una entrevista a un competidor, tan sólo le sacás dos o tres palabras.

- ¿Cómo es la preparación de un piloto?
- Hay mucha gente trabajando para un piloto, llevan todo un equipo en los camiones para recuperar a un piloto. Un competidor, para llegar bien al Dakar, comienza a trabajar desde abril.

- ¿Qué le queda a Catamarca de esta competencia?
- La experiencia, nada más. Catamarca tiene el Dakar tan sólo porque es un paso obligado para poder ir a Chile o de Chile para la Argentina; no hay otra manera de ir a Chile, porque por Mendoza no se puede volver por los ambientalistas.
En el Dakar 2009 nos dijeron que iba a haber una gran infraestructura hotelera y no se hizo, en 2010 tampoco se terminó.
A Catamarca, por cuestiones políticas o no sé por qué, ni se la nombra. Se nombra sólo la palabra “Fiambalá”. No hay un movimiento desde Catamarca, para decir “señores del Dakar, nosotros estamos en Fiambalá, provincia de Catamarca”.
Habría que preguntarles a las personas que trabajaron para ver qué se puede mejorar, pero nunca hablaron con Alfredo Yoma, una persona que fue director del Dakar, para ver que se puede cambiar.

- ¿Cómo vivieron el Dakar los catamarqueños?
- Los deportes que más se viven en Catamarca son los fierros.
Gracias a ser fierreros tenemos rally nacional, motocross nacional... Catamarca vive el deporte motor como ningún otro deporte.

- ¿Cuál es la diferencia entre correr el Dakar en Sudamérica o África?
- La principal diferencia es estar seguro de que en Sudamérica no se le va a pegar un tiro a ningún piloto, y en África puede pasar cualquier cosa, por los terroristas o porque las tribus se quejan por el paso de los corredores. En Argentina y Chile se puede pasar de ciudad en ciudad, algo que en los países africanos no se podía hacer.
Aparte la organización encontró algo distinto, que es el público que va a ver al Dakar: en África nadie se trasladaba para ver a una carrera.