Hugo Vaca - Entrenador de básquet

“Dicen que aman al básquet pero le hicieron mucho daño”

lunes, 23 de agosto de 2010 00:00
lunes, 23 de agosto de 2010 00:00

- ¿Cómo fueron tus inicios en el básquet?
- Comencé a jugar a los cinco años porque vivía en el Pasaje Larrouy, detrás de la cancha de Hindú, y cuando era un niño me sabía escapar para ir a jugar al básquet. Después, a los 17 años, hubo en mí una inclinación por la enseñanza. Ahí comencé como monitor, y luego me perfeccioné con cursos y clínicas para comenzar a enseñar.

- ¿Por qué comenzaste tan joven como entrenador?
- Por varios motivos. Uno es porque todo en la vida tiene un ciclo, en especial para el deportista. No es que dejé a esa edad de jugar al básquet, pero alrededor de los 30 años hay que dejarle el lugar a los chicos. Además absorbe mucho la tarea de trabajar y de enseñar a los chicos, por eso me incliné más por enseñar que por jugar.

- ¿Cómo te sentís al saber que muchos de los chicos de Hindú campeón pasaron por tus manos?
- Me sentí muy orgulloso de ellos, porque una vez más Hindú ha demostrado que hay material humano y por ahí muchas veces no le prestamos atención a los jóvenes, cuando siempre los tenemos que acompañar en su vida. La virtud de Hindú fue que aportó toda la juventud y experiencia para poder jugar una final de esa transcendencia y haber llegado donde llegó.

- ¿Qué es Hindú para vos?
- Lo es todo para mí. Fue, es y será para siempre todo en mi vida. A pesar de que ahora por cuestiones de la vida estoy en un centro deportivo en el barrio Parque América, con Los Escorpiones, en mi vida como entrenador, jugador y persona se lo debo todo a Hindú.

- ¿Cómo fue tu festejo cuando viste a Hindú campeón después de 30 años?
- Me enteré esa misma noche, cuando estaba en mi lugar de trabajo. Se acercaron varios padres y me decían que escuchaban por la radio mi nombre, en ese momento no entendía muy bien qué era lo que pasaba. Al otro día veo en el diario que algunos jugadores después de su alegría tuvieron un grato recuerdo hacia mi persona, a pesar que muchos de los dirigentes de esa institución no lo entienden, ya que fui parte de su vida y de su crecimiento. Dejé el club por razones laborales, porque me tocó una época muy difícil en el año 2001 cuando la crisis a nivel nacional se hizo sentir mucho, y como entrenador no podes vivir acá, ya que tenía una carga familiar.

- ¿Qué es lo mejor que se le puede trasmitir a un chico?
- Los valores de la vida, la amistad, la honestidad, el respeto, la dedicación, la entrega… es fundamental, porque si no hay amistad no hay equipo, ya que es deporte conjunto. Es importante que ellos se lleven bien, que se cuiden… En este deporte cuesta mucho mantener al chico, y es por eso que estamos nosotros a cargo del grupo y de sus compañeros. Los estimulamos para continuar con la actividad. Además el básquet es un deporte exquisito en técnicas. En el fútbol podes decir malas palabras y nadie te dice nada, en cambio en el básquet decís una mala palabra, aunque no sea dirigida a nadie, y lo mismo sos sancionado. La conducta del jugador es distinta.

- Si no hubieses sido entrenador de básquet, ¿a qué te hubieras dedicado?
- Entrenador de básquet, netamente entrenador, no puedo vivir sin entrenar.

- ¿Abriste una escuela de básquet en el Parque América?
- Surgió como un programa de deporte social, en la gestión del profesor Sergio Herrera como director de Deportes de la Municipalidad de la Capital. Después continuó la gestión de Federico Hausberger y ahora está a cargo de la profesora Verónica Peirano. La idea es sacar a los chicos de la calle y darles una actividad. En tanto se gestó paralelamente el propósito de crear una escuela netamente de básquet, a nivel participativo y competitivo. Ya tenemos a los pre-infantiles que compitieron en un torneo que organizó la municipalidad hace unos años atrás, y en la actualidad nos tocó perder una final con el club Red Star. Los Escorpiones funciona en la escuela del barrio Parque América y son chicos del Eva Perón, Altos de Choya y de toda la zona norte. Tenemos chicos de 5 años en adelante hasta los 17, son alrededor de 150 chicos haciendo básquet.
- ¿Qué hacen cuando los chicos pasan a cadetes?
- Tenemos un propósito. En un momento surgió un acuerdo verbal con la gente de Hindú y yo he llevado algunos chicos para jugar en el club, aunque por ahí pasa que el ambiente es distinto y las razones económicas atentan contra ellos. No hubo discriminación por parte de Hindú, sino que todo pasa por lo social y económico, por la falta de plata para los boletos de colectivo. Es por eso que decidí agrupar a estos chicos más grandes para que jueguen en la escuela y darles competencia.

- ¿Cuál es tu postura sobre el tema de la Federación de Básquet en Catamarca?
- Me dolió mucho, me causó mucha tristeza, era muy feo ir a una cancha y ver el club cerrado, que no había actividad para los chicos y para jugar un encuentro teníamos que hacer innumerables esfuerzos para que participaran dos o tres clubes. Esto nos tiene que servir de experiencia para todos los que amamos al básquet y nunca tendría que haber sucedido. Los que dicen que aman al básquet le hicieron mucho daño. Nunca se sacaron la camiseta los dirigentes, siempre pensaron en su propia institución y eso le hizo mal al básquet. Creo que si queremos a un deporte, tenemos que velar todos por él.

- ¿Creés que demoró mucho la Secretaría de Deportes en intervenir la federación?
- Para mí no pasa por la Secretaría de Deportes, no siempre tenemos que esperar que la secretaría vele por nosotros, sino que nosotros tenemos que tener otra actitud y tenemos que ser responsables de nuestros actos.

- En los últimos años Catamarca tuvo tres jugadores en la selección juvenil. ¿No crees que si la federación hubiese estado formada, tendríamos más chicos en el seleccionado?
- Acá hay mucho talento, lo que falta es el trabajo serio, responsable. Yo puedo ser un técnico, pero si no tengo a la dirigencia apoyándome no se puede hacer nada. A veces los clubes contratan a un entrenador y no saben si tienen chicos, si tiene elementos o no. Yo les pedí tres cosas a los clubes. Primero, respeto a los chicos; segundo, un lugar donde poder practicar la disciplina y por último, competencia. Nunca es tarde para que un chico comience a practicar básquet.

- ¿Qué es el básquet para vos?
- Lo es todo, me crié en un barrio donde se respira básquet, tengo mis amigos y enemigos, todo alrededor del básquet. Ahora soy entrenador, pero en el día de mañana comenzaré a hacer mi trabajo como dirigente.

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