Luis Romano - Tanguero

“Ya somos una comunidad tanguera en Catamarca”

jueves, 16 de septiembre de 2010 00:00
jueves, 16 de septiembre de 2010 00:00

Luis Romano, más conocido como “Tango”, tiene 40 años, es profesor de tango, milonga y vals. Vivió en Buenos Aires, donde aprendió a bailar tango y ama San Telmo, donde vivió 20 años. En 2001 vuelve a su Catamarca natal para enseñar tango a toda la comunidad. Los días sábados enseña tango, con la organización de “El Abrojo”, en el horario de 20 a 22, en la “La Primitiva”. Las clases son totalmente gratuitas y para todo el público. En la actulidad baila con Alejandra Castillo.

- Viviste muchos años de tu vida en Capital Federal. ¿Qué nos podés comentar acerca de tu infancia?
- Mi infancia estuvo en Catamarca. A los nueve años me voy a vivir a Capital Federal porque se traslada toda mi familia y como era un niño, me llevaron a Buenos Aires. Ahí de a poco empieza mi enamoramiento por el tango, ya que mi familia siempre escuchó la música tanguera por la radio. Recuerdo a mi madre escuchando tango en la radio todos los días. Allá en Buenos Aires es muy común escuchar tango por todo, como acá se escucha el folclore.
Cuando inicia mi adolescencia comienzo ir a San Telmo, donde iba a ver orquestas de tango y además veía parejas bailando. Ahí comenzó a deslumbrarme, más cuando era joven y el tango me entró por lo ojos, pero siendo más grande ya entró por los oídos, los sentidos. En los primeros años lo veía y a mediados de los 90 ya comencé a involucrarme, a participar en talleres y ahí inicie mis primeras clases, tuve nuevos amigos, porque en un taller de tango no tan sólo se aprende a bailar, sino que se conoce gente y se hacen amigos. Hay que valorar que Buenos Aires es una ciudad grande y nadie se conoce, así que al tango se lo utiliza para conocerse. Allá el clásico es “nos juntemos a tomar un café”.

- ¿Recordás cuándo dijiste “ahora quiero bailar tango”?
- Fue como en el año 98, fue en esa fecha cuando decidí fuertemente tomar clases de tango. Comencé con Osvaldo Soto, un gran profesor y bailarín, pero siempre quise bailar tango.

- Cuando te recibiste de instructor de tango, ¿por qué te decidiste por el profesorado en vez de seguir bailando?
- Internamente uno ya tiene cosas que lo marcan. Mis amigos de mi camada optaron por el baile y por viajar por el mundo, pero yo hice hincapié en la docencia. Cuando era un alumno avanzado siempre ayudaba a mis profesores, siempre me gustó; aparte los profesores me decían, “vos tenes algo especial para enseñar, para explicar”. Yo opté por la pedagogía del tango.

- ¿Cuáles son los inicios del tango?
- La historia viene de hace más de cien años, de la inmigración española, italiana, alemana. Los alemanes dicen que el tango tiene una fuerte influencia de ellos, por el bandoneón. En la Rivera se escuchaba un bandoneón llorar y de a poco se le fueron poniendo un violín, una guitarra, piano (…), así inician las primeras orquestas.
Luego llegaron las milongas, los valses y muchos bailes más.
El baile de un tango es más pausado, con más técnicas, en cambio la milonga es muy alegre y tiene la base del candombe. Es por eso que los uruguayos dicen que el tango es de ellos, pero yo digo que el tango es rioplatense, ya que siempre hemos sido países hermanos.

- El tango es un baile muy sensual...
- El tango tiene una carga muy sensual, una carga mágica, una carga de brillo dado por la mujer. Tenía un profesor que decía “el tango es una breve y eterna danza de tres minutos, donde ambas personas unen sus torsos, hay un leve afile donde la mujer cierra los ojos y el hombre baila al ritmo del bandoneón”. Yo siempre digo que cuando uno ve a una pareja, la que se luce siempre es la mujer, por sus coqueteos, su sensualidad y su toque femenino, eso lo da una mujer con su brillo y un tango a la noche.

- Volviste a Catamarca, ¿cómo viste el tango en la provincia?
- Allá por el año 2001 empecé a bailar con Jimena Herrera. Comenzamos haciendo nuestras primeras armas en el tango, íbamos al patio de los jubilados. Pero siempre dije que los jóvenes también podían bailar tango, como lo hacen en Buenos Aires actualmente. Ahí empezamos de a poco, también comencé a contactarme con otros profesores de tango que hacía poco habían empezado en Catamarca, con grupos reducidos de alumnos. Pasaron los años y comencé a bailar con Carolina Marche-tti, y entonces fuimos dándole otro brillo a la noche tanguera de Catamarca. Actualmente bailo con Alejandra Castillo, y hoy por hoy creció muchísimo el tango. Ya somos una comunidad tanguera en Catamarca.
Una noche de tango lleva alrededor de 150 personas, y ante apenas convocaba de 30 a 40 personas.

- En el mundial de tango ganó una pareja en la cual uno de ellos es de origen asiático, ¿cuál es tu opinión acerca de la expansión del tango por el mundo?
- Me parece muy bien, porque los asiáticos están en muy alto nivel y en unos años ganarán muchas competencias, pero siempre digo que le falta ese toque de melancolía, sentimiento criollo, que es natural del rioplatense, como para darle ese sello mayor.

- Algún tema que siempre quiere bailar...
- La orquesta de salón y la voz de Raúl Verón, siempre me tira bailar sus temas.

- Para las letras del tango, ¿en qué se inspiran los compositores?
- La vida cotidiana, el desprecio, el amor, la vida en general. Creo que las letras del tango son historias volcadas de la vida cotidiana y cada uno las interpreta cuando lo baila.

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