- ¿Cómo y dónde te encuentra este principio de año?
- Estoy en Cosquín, Córdoba, en estos días. Estoy con María Paula Godoy, que es una cantante de Buenos Aires, haciendo un poco de trabajo acá, bastante en realidad. Estuvimos con ella participando para el Pre Cosquín y llegamos hasta las fases finales, pero no tuvimos la suerte de clasificar finalistas. Entonces nos vinimos a esta localidad a trabajar por nuestra cuenta, y hace días nos encontrábamos tocando en una peña de las tantas que se realizan acá y después de guitarrear hasta altas horas, nos dimos con la presencia del director artístico de Cosquín, quien después de escucharnos nos invitó a participar de la final del Pre Cosquín, que se realizará el 16 de enero. Fue una grata sorpresa ya que, a diferencia de la anterior competencia, donde nos estuvimos presentando con un repertorio si se quiere más tradicional, vamos a mostrar un poco lo que es el proyecto nuestro en sí, con esa mezcla de música brasilera y música argentina.
Y bueno, también vamos a aprovechar que estamos acá para tocar en todas las peñas callejeras a las que nos inviten, es muy importante para nosotros ya que se miden por el aplauso del público y es una buena oportunidad para medirnos como artistas y saber en qué lugar estamos parados.

- ¿Cómo fueron tus inicios con la música?
- Yo empiezo a los 12 años tocando la guitarra, pero al año siguiente entré al colegio secundario y con unos compañeros formamos Chelch, que fue un proyecto que se extendió por diez años, que me acuerdo que tocábamos mucho en Te Mataré Ramírez, un bar ahí en Catamarca. Luego pasé por un par de proyectos más hasta que conocí a Diego Marioni, con quien formamos en 2007 el Diego Marioni Trío.

- ¿Y por qué la decisión de irte a Buenos Aires?
- Después de estar viviendo en Córdoba, el año pasado dejé el Diego Marioni Trío y decidí tomar dirección hacia Buenos Aires, en busca de nuevos rumbos con la música.

- ¿Siempre tus proyectos estuvieron asociados a bandas?
- En los comienzos sí, primero de rock, luego de música latinoamericana y después de folclore. Pero ya desde 2010 pude abocarme en mi primer disco solista, con la ayuda del productor marplatense Salomar, con quién pude grabar mis canciones.

- ¿Musicalmente hacia dónde apunta el disco?
- Tiene como leitmotiv la música que a mí siempre me inspiró y por el concepto es el sonido, pero no el estilo musical. Imaginate que voy pasando por el pop, el folclore, el rock y hasta el bolero. Estoy enamorado de la música y si me hace feliz, le doy todo mi respeto. Para que te des una idea, sigo desde Trulalá, Antonio Ríos, Nirvana y no me importa demasiado el estilo. En ese sentido, le agradezco mucho a Catamarca porque me acuerdo de estar escuchando a los 15 años a Los Piojos o Spinetta y por la noche ir a bailar con los amigos a La Casona y escuchar La Barra. Además, las bandas de cuarteto fueron las primeras bandas que vi en un escenario con verdaderas y profesionales producciones. Están compuestas por grandes músicos de los cuales se aprende muchísimo. Se trabaja de manera muy profesional en el cuarteto y en la cumbia en general, en arreglos y en el sonido a veces mucho mejor que en las bandas de rock.

- ¿Qué satisfacciones te dio la música hasta ahora?
- Por empezar, la cantidad de amigos que fui recolectando ni hablar. Por decirte que estamos acá en Cosquín y necesito de un amplificador o algún instrumento y sé que puedo contar con varios de los músicos con los que me ha tocado compartir algo. Además la música te regala un montón de momentos especiales para la intimidad, como compartir una guitarreada con Juan Falú, como me tocó. A veces te dejas llevar por una guitarreada y terminás compartiendo esos momentos con ídolos personales tuyos, situaciones que se hacen a veces difíciles de procesar porque son referentes de uno.
Quizás algunos asocian el éxito en la música con el hecho de llenarse de guita y andar viajando en avión, y quizás eso tiene que ver más con la fantasía de cómo vas a realizar materialmente tu trabajo. Vivir de la música ya es un sueño cumplido, ya estás adentro de lo que vos querés, por ese camino y cumpliendo con ese deber espiritual que implica la música. El sueño en sí está en levantarte, salir y tocar, ensayar y encontrarte con tu gente, es un estilo de vida. Para los que son músicos, es una adicción, en mi caso estoy todo el día pensando en y para la música.

- ¿Proyectos para este año?
- Con María Paula hemos hecho un proyecto hermoso, más allá de tener mi disco solista estoy aprendiendo mucho de cantar con ella, con una cantante tan profesional. Está muy linda la banda que se formó y el desafío de mostrar esa mezcla de música folclórica con la brasilera. Sería muy lindo para nosotros poder tocar este año en la Fiesta del Poncho. Este año nos va agarrar en Buenos Aires poniendo todo a este proyecto, aprendiendo día a día y tocando donde más podamos sobre todo en el interior, sabemos que estar en Capital es útil pero poder viajar por Tucumán, Córdoba, Catamarca y otras provincias sería muy lindo, quiero movimiento, ruta y escenario. Sabemos que es un camino muy largo pero nos estamos jugando con este sueño.
A su vez también estoy con Reliberán, es un proyecto muy lindo donde intentamos hacer música para bailar. Se trata de un trío donde la intención es hacer desde cumbias, cuartetos, hasta músicas latinoamericanas bailables para llevar al marco de fiesta. Que la situación no sea de ir a ver una banda sino de ir a bailar, para que la música tenga algo distinto. Salir un poco de ese concepto del rock nacional que está un poco gastado, de ir a ver bandas y pararse frente a un escenario, y de paso nos sacamos un poco la fantasía bailantera que tenemos de la época en que íbamos a ver esos shows en La Casona, por ponerte algún ejemplo. Las canciones siempre salen del mismo lugar, el tema es de qué las disfrazás, qué ropa les ponés, y en este caso de hacer música mucho más bailable.

Texto: Marcos Córdoba