Señor Director
Hace un par de meses hubo en el Colegio Nacional un magnífico acto en memoria de
quien fuera uno de sus Rectores en el siglo XIX.
Se recordó en ese acto la gran calidad educativa de la querida provincia puesta de manifiesto en esa noble institución, pues desde su creación en 1865 no sólo sus autoridades fueron eminencias, sino también el personal docente, habiendo egresado de
sus aulas grandes personalidades que descollaron en la Nación, y dieron lustre a la provincia.
Además quedamos asombrados de la espléndida arquitectura del edificio que cobija a la Institución, siendo digno de elogio el empeño que ponen sus actuales autoridades para mantenerlo en óptimo estado, tanto en su interior como en su fachada.
Este magnífico Colegio es un ejemplo de cómo era la educación en Catamarca, de gran nivel, destacado a través de los años por diversas personalidades, entre otros el Presidente de origen catamarqueño Nicolás Avellaneda, que la elogiaba y no sólo en sus integrantes, sino hasta en la esplendida arquitectura de sus edificios, como es el caso de éste.
Pero pasando por su entorno sobre la calle Chacabuco, he observado con tristeza y molestia que sus paredes que eran limpias y bien pintadas fueron objeto de un feroz ataque avasallándola con aerosol y hasta asfalto, con nombres y consignas hacia personas.
Observo que la Municipalidad de la Capital declaró al edificio de “Interés Municipal” y
lo declara Patrimonio Histórico y Cultural. Entonces me pregunto, cómo puede ser que las autoridades municipales nada han hecho para borrar esas pintadas, que demuestran accionar impropio de una comunidad culta por parte de quienes lo hicieron. Y la Municipalidad está doblemente obligada a hacerlo, pues además de su deber, esto ocurrió en pleno centro de la ciudad y en un magnífico edificio colonial declarado por ellos mismos de Interés Municipal.
Es de esperar que se quiten esas pintadas que no fueron borradas y que agreden no sólo a la noble Institución sino a la cultura catamarqueña.

Dr. Arturo J. Figueroa
Vicepresidente de la
Sociedad Argentina de Efemérides

De El Esquiú.com
Lo más lamentable es que las pintadas fueron hechas por sectores políticos que dicen trabajar por el bien común. Los dirigentes no deberían permitir que se cometan estos actos.