Correo de lectores

Sobre la adopción

Debatir seriamente, priorizando los derechos de los niños y condenado la aberrante práctica de “comprar” personas.
martes, 17 de agosto de 2010 00:00
martes, 17 de agosto de 2010 00:00

Sr. Director

Pasó el matrimonio gay, llegó la hora del tema adopción. Reuniones, debates, marchas, veremos mucho movimiento sin duda. Es un tema pendiente desde hace mucho tiempo y se viene un año electoral.
Ya pasó el tema por la mesa de Mirtha Legrand y seguirá por otros programas de radio, televisión, todos los medios de comunicación, donde nunca, lamentablemente, se invita a los hijos.
A los adoptados y a los que no lo fuimos: los apropiados.
También tenemos derecho a opinar desde nuestra experiencia, ¿no? No, parece que no.
Y es un tema delicado porque no hay que olvidar el papel que juega el tráfico de bebés en esto, ya que es el causante de la mayoría de las trabas en la adopción.
Pregunto ¿cómo se va a comenzar a debatir? ¿Desde qué perspectiva?
Porque no me canso de escuchar “queremos ser padres”; “tenemos derecho a adoptar”; “necesito darle amor a un niño”.
Todas estas expresiones parten del egoísmo del adulto y la Adopción es un Derecho del Niño.
Es el niño el que tiene derecho a ser adoptado, a tener una familia si es que no tiene, ya sea por ser huérfano o porque no es querido por nadie de su familia biológica. Todo esto significa que hay que pensar en el Bien Superior del Niño, un niño que carga con una historia dolorosa, con una identidad biológica que debe respetarse (no se le debería cambiar el nombre al adoptarlo), que necesitará contención, paciencia y mucho amor por supuesto.
Pero, en nombre del amor se hace cualquier cosa, como por ejemplo comprar un hijo.
Esas mismas personas que decían querer adoptar terminaron comprando un ser humano, lo anotaron como hijo propio pero a todos les dicen que lo adoptaron. Un delito.
Y si se descubre intentan justificarse con que las adopciones son lentas.
El que está dispuesto a Adoptar no debería jamás considerar comprar un hijo. Llaman Amor al egoísmo de ser padres a cualquier costo.
No nos apuremos, seamos prudentes y escuchemos a los que verdaderamente saben del tema. Porque muchos declaman y se creen verdaderas autoridades en el tema cuando no lo son.
No repitamos los errores del pasado. Se los pido como esa bebé que fui, vendida y anotada como hija propia. Somos más de tres millones de errores cometidos. No hagan de esto una campaña política.

Graciela Arizaga
Ciudadana

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