Correo de lectores

Sobre la figura de Domingo Faustino Sarmiento

lunes, 20 de septiembre de 2010 00:00
lunes, 20 de septiembre de 2010 00:00

Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888). Teniendo en cuenta que días atrás se recordó el día de Maestro y del Profesor, realizaré de manera sencilla un pequeño aporte más a nuestros jóvenes, para su reflexión y construcción diaria de una parte de nuestra historia nacional y regional. Nació un 15 de febrero; sus padres, doña Paula Albarracín, su padre don José Clemente Sarmiento. Político, pedagogo y escritor argentino, presidente de la República (1868-1874), una de las personalidades sudamericanas más ilustres del siglo XIX, cuya presidencia sirvió para asentar los cimientos de la construcción de la Argentina contemporánea. (...) Para 1831 en el primer gobierno de Rosas, marchó exiliado a Chile, donde trabajó como capataz en una mina y como profesor. Con la mitad de su sueldo pagó sus estudios de idioma inglés. Además realizó una gran tarea educativa en el vecino país. Allí inició su labor periodística. Para esta época contrajo matrimonio con María Jesús del Canto; su primera hija fue Ana Faustina, y en segundas nupcias adoptó a su hijo Dominguito, quien falleció en la batalla de Curupaytí. En 1842 fundó El Progreso y fue nombrado primer director de la Escuela Nacional de Preceptores. (...) Desde el 2 de mayo de 1845 comenzó a aparecer en El Progreso su Facundo, civilización y barbarie, un apasionado ataque contra el régimen de Rosas, que se ha convertido en un clásico de la literatura argentina e hispanoamericana en general y de la creación literaria del romanticismo. (...)
Mitre lo había enviado como Ministro plenipotenciario argentino en Estados Unidos desde 1865 hasta 1868. Aún se encontraba en el país del norte cuando lo postularon a la candidatura presidencial. Regresó a Buenos Aires en agosto de ese año y tras vencer a Bartolomé Mitre fue elegido presidente de la República.
Parte de su obra gubernamental: Fundó en Paraná y en Tucumán las primeras escuelas normales, instaló colegios nacionales en San Luis, Jujuy, Santiago, Rosario, Corrientes y otras ciudades. Para 1869 se realizó en todo el territorio nacional el primer censo de población, demostrando que para entonces nuestro país era el más deshabitado del mundo. Así se alentó la inmigración y un plan educativo para combatir el analfabetismo.
En 1870 fundó el Colegio Militar de la Nación y en 1872 la Escuela Naval Militar. Culminó las obras del ferrocarril a Córdoba e inició el ramal Córdoba-Tucumán; además realizó estudios de navegabilidad de ríos, la iniciación de los estudios de ingeniería y el plan de estudio de agronomía; fomentó la industria vitivinícola, sancionó los códigos Militar y Civil.
Elegido senador en 1875 y nombrado Director General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires ese mismo año, reorganizó el sistema escolar. Dedicado fundamentalmente a la labor periodística, entre sus últimos escritos destacan Conflictos y armonías de las razas en América (1883) y La vida de Dominguito (una biografía de su hijastro que apareció en 1886), destacándose como concejal, senador, ministro, gobernador y embajador. Falleció el 11 de septiembre de 1888 en la ciudad paraguaya de Asunción, a donde se había dirigido con el objeto de preparar un proyecto educativo para ese país. En el año 1943, la conferencia Interamericana de Educación, constituida por educadores de toda América, reunida en Panamá, estableció el 11 de septiembre como Día del Maestro, en consonancia con el 55º aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento.
“La empresa gloriosa de nuestro siglo es la de difundir en toda la masa de habitantes cierto grado de instrucción, para que cada uno pueda abrirse honorablemente acceso a la participación de las ventajas sociales y tomar parte en el gobierno de todos y para todos; no hay República sino bajo esta condición, y la palabra Democracia es una burla donde el Gobierno que en ella se funda pospone o descuida formar al ciudadano moral e inteligente; hay que educar al soberano”. D. F. Sarmiento en su mensaje de 1870.
Digno ejemplo a seguir para aquellos que dirigen nuestra educación en este complejo presente, donde la educación es la base del futuro en Argentina, siendo una de las prioridades máximas. Así, destacó a pesar de las deficiencias del sistema, la labor y construcción diaria por parte de todos los docentes, en su espacio (...) No debemos, como ciudadanos, estar ajenos a ello y como educadores seguir en esta construcción diaria en la que se presentan nuevos desafíos.
Nuestra Catamarca, como destaca el Prof Bazán, poseía una importante tradición educativa; con el colegio franciscano y el colegio de la Merced, con educadores como Fr. Ramón de la Quintana, Fr. Mamerto Esquiú, cómo no destacar al educador italiano Caraffa, la elaboración de un proyecto de educación común de 1860, destacándose los principios de obligatoriedad y gratuidad. En 1870 se creó la Inspección General de Escuelas, destacándose Lindor Sotomayor, quien promovió en 1871 la Ley de Educación Común; colaboró con él otro gran educador como el prof. Vicente García Aguilera, quien dirigió los “Anales de Educación”. Esta ley catamarqueña fue precursora en el país, siendo nuestra provincia la primera en formular una política educativa orgánica. Desde entoces el aporte de Catamarca a la educación provincial, regional y nacional fue muy rico, (...) Ejemplos existen y de sobra, según lo relata la historia, cómo desde esta patria chica, se contribuyó al engrandecimiento de la nación toda, en estos doscientos años de libertad.


Prof. Roberto Sayes
Profesor de Historia
Gab. de Invest. de la SCyE de la
Municipalidad de S. F. del V. de Catamarca

Respuesta
Aporte del lector para tener presente el pensamiento y la obra de Sarmiento.

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