Sr. Director:

Los empleados del Juzgado Correccional de Segunda Nominación, del Poder Judicial de la Provincia de Catamarca, tienen el agrado de dirigirse a Ud., a fin de solicitarle quiera tener a bien publique en su prestigioso diario, lo siguiente:
No deja de sorprender la persecución permanente a la que es sometida alguien, que a lo sumo cometió el error de vivir como un ser humano común, aunque en realidad no lo es. Esta afirmación se funda en el conocimiento cabal de esta persona, de quien creemos es merecedora de reconocimiento y emulación, y no de agravios ni calumnias, pero por ahora no es así, recibe de algunos medios indiferencia y de otros afrenta, no se sabe su real origen, aunque se sospecha que es debido a su bajo perfil y falta de avaricia, lo sumergen en el desconocimiento y desinterés de parte de quien debieran difundir la verdad. Sin embargo él es alguien centrado, equilibrado, guiado por la sabiduría propia de las personas sanas e inteligentes, su vida la lleva por la senda de rectitud y humildad, tanto en su trabajo y en su vida. La cobardía no es algo que lo caracteriza, pero sí es un signo que llevan los que lo intentan ensuciar, al igual que la ignorancia, propia de sus escasos detractores. Hasta aquí alguien se preguntará, quién es esta persona. Surge entonces la necesidad de nombrarlo, reconocerlo, el señor Luis Mario Varela, juez, es el ejemplo a seguir, no sólo para los que tengan que ver con la abogacía y la magistratura, sino para todos los que quieran alcanzar su nivel de dignidad, honestidad y sapiencia.
Su pensamiento está plasmado en sus sentencias, las que en su mayoría fueron convalidadas por la Corte Catamarqueña y algunas por el más alto Tribunal de la República, lo que pocos pueden tener entre sus antecedentes. Sería bueno que algunos de aquellos fallos se publiquen en los medios, que en realidad les interesa saber cómo se hace justicia en Catamarca. Si algo prima en sus resoluciones es la coherencia y el sentido común.
Estamos en tiempos donde se debe alentar, desde todos los ámbitos, la paz social, la solución de conflictos, y no que la violencia sea moneda de cambio. Es hora de dar espacio a los que en silencio y sin estridencias trabajan para dar calma y serenidad. Esto no es sinónimo de venganza, ni odio, es mucho más simple, es devolver a cada cual lo suyo, dentro de un marco de igualdad y dignidad, tarea esa ejercida a diario por el juez Luis Mario Varela.

Dr. Diego Santillán Iturres
y varias firmas.