Correo y opinión
Los lápices siguen escribiendo
Cada 16 de septiembre, la ciudad de La Plata se ve atravesada por un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices, en la que un grupo de estudiantes de entre 16 y 18 años fueron secuestrados y desaparecidos por el Batallón 601 del servicio de inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps. Estos jóvenes formaban parte de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y encabezaban la lucha por el boleto estudiantil gratuito, una reivindicación que lejos de estar aislada, se enmarcaba en una militancia profundamente comprometida con la transformación social.
A poco de cumplirse, en septiembre del año pasado, 36 años de aquel doloroso episodio, cobra una significación especial que también en la Provincia de Catamarca se esté desarrollando la lucha por el Boleto Estudiantil Gratuito, con la determinación de convertir esta demanda histórica en una conquista del movimiento estudiantil catamarqueño acompañado por una multisectorial.
Así es que las banderas de lucha que levantaban aquellos estudiantes adquieren una vigencia renovada, expresando también la necesidad de que más jóvenes accedan a la educación. Este planteo traspasa y trasciende la lucha por la gratuidad de la enseñanza. Sin ir más lejos, durante los años anteriores, la misma multisectorial que hoy apoya este pedido, recogió miles de firmas impulsando este objetivo, las cuales sumadas superaron ampliamente las 25.000, lo que constituyó un verdadero “estudiantazo”, que no fue escuchado por aquellos pálidos gobiernos de turno, que tuvieron 20 años para implementarlo, pero optaron por seguir acrecentando las rapaces ganancias empresariales a costa de los estudiantes y los ciudadanos de a pie.
En este sentido, la lucha por el boleto estudiantil es una de las reivindicaciones centrales que viene encarnando esta multisectorial, que también se opone al aumento del boleto de transporte urbano e inter urbano de colectivos toda vez que no se cumple con el artículo 178 de la Constitución Provincial que fija que para la determinación de los aumentos de las tarifas debe ser realizada una audiencia pública previa de los usuarios bajo apercibimiento de ser nulo un aumento arbitrario. Sirva de notable ejemplo para justificar la realización de la audiencia pública las denuncias que esta Multisectorial (integrada por el FIR-UCR, MST-Proyecto Sur, APYFADIM, CTA, UPCN, agrupaciones estudiantiles universitarias y secundarias, centros vecinales, comedores y otras organizaciones sociales) sobre el no pago del canon correspondiente de los empresarios que según ellos le fue confirmado por el mismo director de Transporte de la Provincia y cuyo incumplimiento asciende a 7.000.000 de pesos, como así mismo la queja generalizada de los usuarios sobre la calidad de las prestaciones del servicio, entre otras muchas cuestiones.
Desde ya, las características de esta sentida demanda se vuelve un botín electoral de cara a las elecciones de octubre y pone de relieve el oportunismo y la demagogia política de algunos diputadas/os provinciales, que nos cuestan $250.000 (un cuarto de millón ) al año, que en su afán de protagonismo para lograr una reelección, livianamente presentan proyectos que no van a ser tratados en lo inmediato, recordemos que descansan de su trabajo de comisiones desde diciembre hasta mayo, no colaboran a poner claridad en el asunto que necesita que ellos seriamente se aboquen a trabajar en la reforma de la Ley Provincial de Transporte, previendo en ella tanto el boleto estudiantil gratuito como la modificación del régimen de penalidades de manera tal que el Estado pueda cobrarle la deuda a los empresarios. No trabajar en este sentido es seguir permitiendo que el empresariado haga lo que quiera con quien quiera, con el margen de corrupción que esto pudo o podría generar, mucho más con nosotros, pobres usuarios de un servicio que tiene mucho que mejorar y que en la actualidad nos expone hasta a las fatalidades, o a las amenazas de paros del transporte que hacen los empresarios. Seamos conscientes de que el país en estos días se ve enlutado por el recuerdo de la tragedia de Once, que desnuda la peor cara de la corrupción con el saldo de 52 muertos que fue un crimen social largamente anunciado por los usuarios del servicio.
Pero existe en el espíritu común de quienes quieren un boleto estudiantil gratuito en Catamarca, que fue iniciado por esa multisectorial hace años, un hilo conductor con todos aquellos que quieran sumarse a la propuesta, sea a título personal, como organización política o social porque en definitiva hay un objetivo que nos une con aquella generación de estudiantes que luchaban por el boleto estudiantil, que va más allá de esta reivindicación histórica y se transforma en una enorme necesidad demandada por nuestro presente. Lo que nos sigue uniendo y esto lo digo absolutamente convencida desde mi participación en el espacio multisectorial, como estudiante secundaria, es el carácter disruptivo e innovador de una juventud con enorme compromiso social y vocación política transformadora de la realidad.
Los jóvenes hemos sido y somos estigmatizados de las formas más diversas, ya sea como una generación sin proyectos, absorbidos por el individualismo y el culto al consumo, o incluso como sujetos potencialmente peligrosos. Por el contrario, desde este espacio multisectorial entendemos que la juventud es un actor de enorme peso en los procesos sociales, con la responsabilidad de escapar al conformismo, al posibilismo y con el desafío de seguir construyendo nuevos horizontes hacia donde caminar. En esa tarea, nos sentimos profundamente identificados con los compañeros que recordamos cada 16 de septiembre y reivindicamos su memoria escribiendo lo que nos falta, lo que no nos dejaron escribir todavía en Catamarca, para que sea realidad, boleto estudiantil gratuito.
Lourdes Rodríguez