Correo y opinión

Educación inservible

viernes, 10 de mayo de 2013 00:00
viernes, 10 de mayo de 2013 00:00

La presente va dirigida al amigo, al compañero, y especialmente al ministro de Educación, José Ariza, y tiene como finalidad hacerle conocer algunos detalles de la escuela Nº 180 del B° Parque América, escuela que desde hace mucho tiempo a esta parte no viene funcionando como corresponde ya que muchos motivos “fundamentan” esta irritante deficiencia que tiene que ver más con la buena voluntad que con otra cosa. Cuando no son los paros en educación, son las jornadas de perfeccionamiento docentes, o cuando no es la falta de agua, son los cortes de energía, o cuando el profe o la seño tiene enfermo un pariente o el perro del vecino está con hambre, la cuestión es que en innumerables ocasiones he tenido que regresar con mis hijos, y ahora con mis nietas a casa porque por un motivo u otro en ese día no había jornada educativa. En estos últimos días, es decir, desde que comenzaron las clases, mi nieta que cursa el 7mo grado “B” me pide que hable con los directivos porque no quiere cursar en el curso del idioma francés, ella quiere, porque le gusta, porque le entiende más y porque tiene a sus tíos (mis hijos) que saben inglés y le pueden ayudar para cursar mejor ese idioma, pero al ir a hablar con el preceptor me dice que no puede cambiarla porque debe existir un número equilibrado de alumnos entre los dos idiomas, es decir entre francés e inglés. Pero lo que me irrita, mi querido ministro, es que desde el mismo comienzo de clases que este año fue más temprano, pero que hasta la fecha fue el año en que tuvieron menos días de clases, es que en esa escuela no tienen profesores de francés, ni de matemáticas, ni de biología y de otras materias más. Aparte de que a mi nieta no la quieren cambiar de una clase que aún no tiene, tampoco el establecimiento escolar cuenta con dichos profesores que den la materia. Mi nieta no tuvo la materia desde el comienzo de clases y me niegan el cambio de curso, ¿cómo sucede una cosa así?
Mi querido amigo y ministro, no es mi intención criticar una gestión que acaba de comenzar, pero me irrita como padre, como abuelo, como vecino y como interesado en que la educación sea mejorada, que estas situaciones se den en el marco de una escuela de la periferia que necesita tanto contener a nuestros niños y jóvenes. Yo no sé de quién es la culpa, si de la parte directiva de la escuela que no gestionó o de la anterior gestión educativa que no proveyó, pero sí estoy seguro que son nuestros niños los que pagan las consecuencias de una educación absolutamente aberrante e inservible. Cuando le pregunto al preceptor cómo los califican a los niños en esos cursos de idioma si no tienen profesor, muy panchamente me responde que los califican de acuerdo a la asistencia a los días de clase que van a la escuela. Es increíble José.
Desde los medios de información leo siempre cuáles son los días de clase que las escuelas van a dictar durante el ciclo lectivo cada año, pero te puedo asegurar que ni por cerca se cumplen estas premisas. Son muchos los grados o los cursos que no tienen profesores o que dichos docentes faltan ya sea por huelgas o por certificados médicos, la cuestión es que los únicos que se perjudican son los alumnos.
Sería muy bueno que se pueda solucionar ese grave problema, especialmente en aquellas escuelas que como la Nº 180 del Parque América que desde que comenzaron las clases no tienen profesores en varías materias. Va a ser muy triste para mí, como abuelo de una alumna que tenga en su libreta de calificaciones un aprobado en idioma francés sin haber tenido nunca esa materia, y aún más grave que se le niegue asistir a otros cursos en los que se pueda educar estudiando un idioma que le gusta y con profesores que asisten a ese establecimiento educativo.
Espero mi querido amigo ministro que Ud. ponga orden allí donde existe, desde hace mucho tiempo un gran desorden y que esa escuela con sus docentes, su personal administrativo y de maestranza cumplan con sus obligaciones, simplemente eso señor ministro, gracias.

 

Juan Carlos Arroyo
El militante de la bicicleta

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