Correo y opinión
Esperando los tiempos de la justicia... hijo no me olvides
Soy un padre más como muchos, como mucho de ustedes quizás, también privado de ver a mi hijo por causas que aún no entiendo y ni siquiera el mínimo sentido común logra comprender.
Existe en nuestro país una ley que tipifica como delito el impedimento de contacto de menor con el progenitor no conviviente, Ley 24.270. Respecto de esta ley voy a hacer un breve análisis para que logren entender mi desesperación en esta instancia.
Primeramente el artículo primero reprime con prisión al padre o tercero que ilegalmente impidiere u obstruyere el contacto de menores de edad con sus padres, no convivientes. Seguidamente agrava la pena cuando los menores a los que se refiere tengan menos de 10 años. En su art. 2 establece una pena agravada para el caso de que el padre/madre o terceros que para impedir el contacto del menor con el padre no conviviente, lo mude del domicilio sin autorización judicial. Acto seguido, la ley establece los mecanismos que el tribunal debe seguir en caso de que se denuncie el impedimento de contacto: disponer en un plazo no mayor de 10 días los medios necesarios para restablecer el contacto del menor con sus padres, determinará un régimen de visita provisorio, y en caso de existir este, hará cumplirlo.
Veamos entonces, la madre de mi hijo me impide verlo, hice denuncia de impedimento de contacto e incumplimiento de régimen de visita de por medio; hace cuatro meses que no veo a mi hijo. Pregunto: ¿esto no se llama impedimento de contacto agravado?... ¿Y las medidas que deberían de tomar los tribunales que están interviniendo para restablecer el vínculo con mi hijo? Tengo un régimen de visitas establecido que se cumplió solo por una semana, hice miles de denuncias por impedimento de contacto, y nadie quiere escucharme. Mi hijo crece día a día y no entiende los tiempos de la justicia, pero nadie se ocupa de hacer efectiva la medida, y cuando se intenta hacerla efectiva, la justicia permite que una señorita influenciada por su padre y madre, prive de contacto a su hijo con su papá, violando algo tan simple y elementales como los Derechos del Niño”.
No entiendo esta falta de acción y preocupación de la justicia por cuestiones tan simples, como un niño de sólo cuatro años que no ve a su papa ni a nadie de su familia paterna, yo me pregunto, ustedes, señores jueces de primera instancia, de la cámara, de los tribunales superiores, fiscales, policías, y todos los demás que están interviniendo en mi caso, ¿saben lo que es la alienación parental? El síndrome de alienación parental (SAP) aparece cuando se inicia un proceso con el fin de programar a un hijo para que odie a uno de sus padres sin que tenga justificación. Como consecuencia de esa programación, el niño crece con desprecio hacia su padre alienado, rompiendo de manera irreparable el lazo entre padre e hijo. Mi hijo Misael tiene hoy cuatro años, lo están programando para que se olvide de mí, soy su papá y cada día que pasa el lazo se rompe, de a poco la imagen de mi rostro va desapareciendo de la memoria de mi hijo. ¿Y la justicia? Sigue funcionando lenta como siempre, llevando y trayendo papelitos escritos, notificaciones, y el tiempo sigue pasando. A los jueces les pregunto ¿cómo hago para recuperar el tiempo perdido? Los días siguen pasando, por medio de una mediación se ordenaron las visitas de mi hijo que la madre desoyó y sigue con reiterados incumplimientos judiciales, el impedimento de contacto, el no dejarme ver a mi hijo Misael. ¿Qué es lo que debo hacer para que entiendan que cada día que pasa es irrecuperable? Tanto para mí como para mi hijo, les recuerdo lo que la jurisprudencia y la doctrina del país sostiene: “el interés natural de un padre hacia el bienestar de un hijo es cualitativamente distinto del interés perverso de un padre alienador. El progenitor perverso verterá en el hijo la información con objeto de destruir su vínculo, no con intención de mejorar o eliminar una variable inadecuada”. Entonces me pregunto ¿qué están esperando para fijar un simple dictamen donde diga que puedo ver a mi hijo? ¿Acaso será necesario que mi hijo borre de su memoria el poco recuerdo que le queda de mí para convertirme en un completo extraño? No logro entender cómo es que siguen permitiendo que una simple persona se siga burlando de todo el Poder Judicial, se me acusó de violento, alcohólico, hasta drogadicto, fui humillado en audiencia en el juzgado Nº 1 donde se tramita el expediente sin estar la Sra. juez ni la asesora de menores presentes para medir con su vara lo justo de lo injusto, el trato irónico por parte del abogado defensor de la madre de mi hijo; la señora asesora informa que hasta tanto no se realizaran distintos tipos de controles ante un psicólogo no podía ver a mi hijo, luego un socio-ambiental y no pudieron probar nada de lo que se me acusaba. Pero sí está probado que cada vez que lograba (con policía de por medio) y con filmaciones para demostrar que no soy el violento y ver a mi hijo, ella me lo negaba recibiendo ataques físicos y morales por parte de ella y de su madre que me discriminaban, me denigraban, me hacían sentir la peor basura. Iban a mi lugar de trabajo y con mentiras lograban sacar información, todo para humillarme y amenazarme con las cosas que me decía. Pero yo siempre tuve fe y creo en la justicia divina, porque siempre fui con la verdad y movido por el amor hacia mi hijo, por el deseo de tenerlo en mis brazos, y abrazarlo y de darle todo el cariño que se merece y que hasta el día de hoy no pude darle. Ella, sin embargo con mentiras, con chicanas, con engaños se burla de la justicia. Señores jueces ustedes se limitan a escribir las cosas pero no se ocupan de que lo que escriben y ordenan se haga efectivo. Es abundante la jurisprudencia en nuestro país en donde se revoca la tenencia a la madre, sea por dejarse influenciar, sea por obstruir el vínculo entre padre e hijo, o simplemente porque no fueron personas que son capaces de ser madres y aceptar las responsabilidades que ese rol implica. En mi caso, la madre de mi hijo influenciada por su madre, quien tiene un gran desprecio hacia mí, no permite que vea a mi hijo, inventando cosas sobre mi persona, pero sobre todo dejándose manipular por la mente siniestra de sus padres, que son los que se adueñaron de mi hijo como si fuera un objeto, se burlaron nuevamente de la justicia, como si mi hijo fuera un trofeo.
Yo me pregunto, ¿esto no es alienación parental? ¿Esto no es impedimento de contacto? ¿Esto no es privación ilegitima de la patria potestad? ¿Esto no es una violación a los derechos del niño? La respuesta espero me la puedan dar ustedes señores jueces y fiscales que intervienen en el caso, la respuesta la espero con actos y hechos que me permitan estar en contacto con mi hijo nuevamente y de manera rápida, pues no se olviden que cada día que pasa sin verme su memoria me va olvidando.
Carlos Daniel Romero
Padre